Madrid/Las importaciones en Cuba de vehículos particulares desde Estados Unidos alcanzaron en el primer semestre del año más de 36 millones de dólares. La cifra, publicada este viernes por el Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba (US-Cuba Trade and Economic Council), es más del triple que la registrada en todo 2023, año en que se autorizó este tipo de compras bajo licencia del Departamento del Tesoro y se importaron autos particulares por un valor de 10 millones de dólares.
En declaraciones recogidas por Martí Noticias, John S. Kavulich, presidente de Cuba Trade, estimó que en los próximos meses la venta de vehículos a la Isla por EE UU rondará los 50 millones de dólares, cinco veces más que el año pasado. La mayor parte de los autos comercializados (por un total de 34.587.077 dólares entre enero y julio y 3.705.643 dólares solamente en julio), explicó Kavulich, son usados.
“El incremento es notable, si tomamos en cuenta las dificultades económicas que enfrenta Cuba, como la escasez de electricidad y combustible, y los altos precios de este último”, dijo Kavulich. El presidente de la organización, creada en 1994 para analizar las relaciones comerciales entre ambos países, señaló también que la mayoría de los compradores son “empresarios del sector privado cubano, “a pesar de que el Gobierno sigue dificultando el crecimiento de este sector en la Isla”.
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«El incremento es notable, si tomamos en cuenta las dificultades económicas que enfrenta Cuba, como la escasez de electricidad y combustible»
En su reporte de este viernes, el Consejo recuerda las medidas anunciadas el pasado martes por el ministro de Transportes, Eduardo Rodríguez Dávila, que permitirá a los particulares que quieran comprar un vehículo en el exterior pagar hasta unos 30.000 dólares menos.
El ministro, en su intervención en la televisión nacional, repasó el mecanismo de “formación de precios” actual, con un margen que “ronda los 350%-500%, del cual 30% es margen comercial de la comercializadora y el resto forma un impuesto especial”. Para las empresas, sin embargo, el precio es el costo de adquisición o importación, más un margen comercial de hasta el 30%.
Con las nuevas normas, el precio será el costo de importación, los aranceles, el margen comercial (que baja al 20%) y un impuesto especial que varía en función del vehículo. Los más privilegiados, en virtud de promover el cambio de matriz energético, serán los eléctricos, que están exentos –”para acercarnos a la forma en que funciona el mundo en este tema”, aunque no hay infraestructura en Cuba–, mientras los de alta gama alcanzarán el 35%.
Los datos de importaciones de autos contrastan, sin embargo, con los de alimentos, que disminuyeron un 2,6% en julio de 2024 respecto al mismo mes de 2023: 31.457.528 dólares frente a 32.313.837 dólares. En el primer semestre del año, por ejemplo, las compras de pollo a EE UU por parte de la Isla fueron de 127.000 toneladas, un 8,6% respecto al mismo período de 2023 (139.000 toneladas).
Tal y como acreditó este diario a través de las páginas de monitoreo de barcos, es notorio el trasiego de buques que van y vienen entre ambas costas del estrecho de Florida cargados con vehículos particulares. Naves cargadas con alimentos, por el contrario, deben esperar días frente a los puertos cubanos a la espera de que el régimen pague la carga y puedan desembarcar.
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