El carbón de marabú, oro negro para el Estado cubano y trabajo duro para el guajiro

La Habana/Yan Carlos Fernández Ramírez, productor de carbón de marabú matancero, dice que hacer carbón no se paga con nada. “Todo es complicado, desde cortarlo hasta cargarlo, quemarlo en el horno y luego realizar el proceso de beneficio para garantizar la mayor calidad del producto. Además, no siempre disponemos de la indumentaria apropiada”, cuenta al diario Granma en un artículo publicado este jueves dedicado a la producción de uno de los rubros más rentables para el Estado cubano. Pese a ello, el pago es muy sustancioso, sobre todo si se compara con el de otros bienes.

En el texto, su colaborador y amigo Rafael Alberto Ramírez afirma que la Agroforestal Matanzas paga por cada tonelada de carbón unos 200 MLC (moneda libremente convertible), equivalente a 172 dólares. Este mismo producto se vende en EE UU por unos 400 dólares y, en el caso del premium, por casi 490 en España, donde una empresa de reciente creación lo importa desde el puerto de Santiago de Cuba al de Vigo, en Galicia. La diferencia entre el precio pagado al productor cubano y el costo para el consumidor extranjero es de 228 dólares por tonelada o, en el caso del premium, de 318. Esto incluye la cuota del Estado cubano, el  transporte y el beneficio de la comercializadora final.

El más barato se vende por 85 dólares la tonelada y el más caro por 490

La empresa, que se llama Entre Brasas, pertenece –según se puede ver en la política de cookies de su web– al grupo gallego de productos ecológicos Econovedades. La página apenas muestra información, pero sí pueden verse con todo detalle las tarifas del carbón de marabú cubano, de campo y de fábrica (premium) en sus distintas variedades. El más barato se vende por 85 dólares la tonelada (polvo de marabú) y el más caro por 490 (canelino de marabú).

La compañía especifica además que el precio incluye todos los gastos en Cuba, es decir, la mercancía puesta en el puerto en zona franca y los impuestos de exportación y otros exigidos en la Isla. El único pago que debe hacer el comprador es el cabotaje, flete y gastos de importación al país donde se importa, unos 2.500 euros como promedio, sin especificar por qué cantidad.

Además, la Agencia Cubana de Noticias publicó en marzo que la empresa estatal La Güireña, en Güira de Melena (Artemisa) había exportado en lo que va de año 400 toneladas de carbón vegetal, la misma cantidad que Agroint, recaudando 136.000 dólares, lo que sitúa en unos 340 dólares por tonelada el precio para los compradores extranjeros.

De los datos de Granma se deduce que el Estado cubano se queda con 168 dólares por tonelada, puesto que le da 172 al productor, que recibe un mejor trato que los otros sectores agrícolas. Esta aparente generosidad por un trabajo muy duro se debe al hecho de que el carbón de marabú ha sido en los últimos años el producto más lucrativo para la Isla, después del tabaco.

Según el Ministerio de Agricultura, su producción estaba cerca de 80.000 toneladas anuales en 2020, pero en 2022 el dato cayó a menos de la mitad. El artículo de Granma señala que “cada año Cuba produce un volumen cercano a las 40.000 toneladas de carbón vegetal para enfrentar la demanda nacional y cubrir las ventas al exterior”. 

De los datos de ‘Granma’ se deduce que el Estado cubano se queda con 168 dólares por tonelada

Esa cifra De los datos de Granma se deduce que el Estado cubano se queda con 168 dólares por tonelada la oficial en 2017, cuando el producto se convirtió en el primero en ser exportado a EE UU a través de la empresa Coabana Trading LLC, subsidiaria de Reneo Consulting y a través de un acuerdo con la estatal Cubaexport. La operación estaba llamada a marcar «el comienzo de una nueva era de comercio entre EE UU y Cuba», aunque siete años después la producción ha vuelto al punto inicial.

Desde este año, las empresas estatales han alzado la voz por la imposibilidad de alcanzar los niveles productivos adecuados. En abril, la tunera lamentó que, en el primer trimestre de este año, solo pudo cumplir el 25% del plan, unas 400 toneladas. 

Ahora, Jorge Díaz Mirabal, director general de la Agroforestal Matanzas, cree que a finales de año habrán producido aproximadamente lo mismo que el pasado año, en torno a un millar de toneladas para la exportación, frente a las 1.400 toneladas exigidas. El problema, denuncian los productores, está principalmente en la falta de combustible, que complica el transporte.

A pesar de la caída de la producción desde el final de la pandemia, en diciembre de 2022, la Comisión Europea dijo haber importado madera, carbón vegetal y corcho desde Cuba por valor de 39 millones de euros, un 39,2% más que en 2021, cuando fueron 28 millones. De ahí que la nota de Granma lleve el título “No es oro, pero reluce”.