Las autoridades cubanas habían registrado, hasta inicios de agosto, más de 400 contagiados con el virus de Oropouche en todas las provincias de la Isla. Las cifras actualizadas –que se mantuvieron en secreto durante varios meses y luego se revelaron discretamente en el programa Mesa Redonda– se pierden en el extenso reporte de Cubadebate sobre el curso internacional sobre dengue y otros arbovirus que imparte en La Habana el Ministerio de Salud Pública.
El ministro José Ángel Portal Miranda pasó de largo por el número y reveló que empezaron a detectar los contagios el pasado 27 de mayo. Lamentó los “recursos limitados” que tiene su cartera para enfrentar de forma “urgente” el alza no solo de Oropouche, sino también de dengue, aunque aseguró que de momento no se han registrado enfermos de zika y chikungunya.
Cubadebate no dio demasiada importancia al dato, que no aparece sino hasta el final de su nota, más enfocada en celebrar la “calidad y alta participación internacional” del evento, que concluirá el 30 de agosto. “Aún conocemos poco de este virus”, fue la coartada para no ofrecer más detalles sobre la situación particular de cada provincia.
- CHECALO -
“Aún conocemos poco de este virus”, fue la coartada para no ofrecer más detalles sobre la situación particular de cada provincia
Sí contaron, no obstante, que el Oropuche es la principal preocupación de los especialistas del ramo y que su “comprensión” está marcada como una prioridad. Comentarios aislados de otros médicos dieron pistas sobre la situación. Fue el caso de Osvaldo Castro, jefe de servicio de medicina y consulta externa en el Centro Hospitalario del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.
Según Castro, el Oropouche “ha dejado de presentarse exclusivamente en áreas rurales” y ahora ataca fundamentalmente a la población de las ciudades, “provocando un incremento significativo en el número de casos”.
“Estamos observando todas las manifestaciones clínicas en su totalidad. Ya no se trata de una enfermedad tan aguda como se creía, que duraba entre seis y siete días como el dengue o el zika. Ahora hemos registrado casos con hasta tres recaídas en un mes. Las personas piensan que ya están bien, pero los síntomas regresan”, dijo.
El director nacional de Epidemiología, Francisco Durán –célebre por sus reportes diarios durante la pandemia de coronavirus, cuya opinión sobre el Oropouche llevan meses reclamando los cubanos–, alegó que el virus “se consideraba originalmente benigno”, una visión que se superó a la luz de las “complicaciones graves” que ha provocado en el país.
“En Brasil, donde han enfrentado el virus durante más tiempo, se han reportado casos severos, incluyendo meningoencefalitis”, añadió.
Lo más difícil, atendiendo al contexto cubano –cuya falta de higiene y proliferación de vertederos no abordaron los especialistas–, es controlar la circulación de los mosquitos Culex y los jejenes (Culicoides paraensis), que transmiten la enfermedad y representan el 80% de los mosquitos cubanos. “Se encuentran en cualquier agua estancada”, explicó Durán, que advirtió que “la biología de estos mosquitos es poco conocida, lo que añade un desafío al control de la enfermedad”.
Otra dificultad es el diagnóstico, puesto que los síntomas de dengue y Oropouche “se superponen”, dijo por su parte Castro. Los enfermos, tras su recuperación, quedan inmunizados, pero eso no es garantía de nada: pueden surgir, dijo, “variantes significativamente diferentes”.
Otra dificultad es el diagnóstico, puesto que los síntomas de dengue y Oropouche “se superponen”
Los directivos de la Salud Pública cubana dijeron estar en todo momento alineados con las preocupaciones de la Organización Panamericana de la Salud en la región. De hecho, esta entidad es una de las que financia el evento. La Habana dijo estar interesada en una “intervención integrada” y en “fomentar alianzas” contra las enfermedades que azotan la región, aunque es célebre por no aportar cifras actualizadas que ofrezcan claridad sobre la situación epidemiológica de la Isla.
Portal Miranda expuso, además, una cronología de las epidemias que los cubanos han sufrido en las últimas dos décadas: la Influenza H1N1 en 2009, el cólera en 2012, el coronavirus en 2020, la viruela del mono en 2022 y el dengue, en sus distintos brotes. Sin embargo, el Oropouche es el protagonista en el evento y los participantes lo han dejado claro: “Hoy, todos estamos muy preocupados por la extensión paulatina del virus de Oropouche desde las áreas históricas de transmisión en el Amazonas hacia nuevas áreas, como Cuba”.
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