▲ Una larga lista de actores y directores se dieron cita en el Palacio de Bellas Artes para rendir homenaje a quien María Rojo llamó el último caifán.Foto Cristina Rodríguez
Merry MacMasters
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Periódico La Jornada
Miércoles 26 de junio de 2024, p. 8
Una urna con las cenizas de Ernesto Gómez Cruz (1933-2024), fallecido el pasado 6 de abril, y el Ariel de Oro que le fue otorgado en 2014 estuvieron presentes en el homenaje póstumo que se rindió al primer actor en la sala principal del Palacio de Bellas Artes. Les tengo una sorpresa, no vine sola
, anunció Martha Gómez Barrientos, hija del histrión famoso por su papel de El Azteca en la película Los caifanes, al señalar la urna.
Antes de recibir la Medalla de Oro Bellas Artes post mortem que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) concedió a su padre, Gómez Barrientos hizo un recuento de la vida de su progenitor para luego centrarse en su capacidad camaleónica
para crear los entrañables personajes
de las casi 200 películas en las que participó. Personajes a veces divertidos, en ocasiones contestatarios, con los que luego abordaba temáticas incómodas para su tiempo
.
Gómez Cruz trabajó con los grandes directores de su momento, responsables de impulsar un nuevo cine de jóvenes formados por la academia
, apuntó Gómez Barrientos. Parece tan simple; sin embargo, se creaba la base de una nueva forma de hacer cine que daba pie a una época privilegiada del cinema mexicano que sería reconocido en el mundo al traer premios de talla internacional
, acotó.
Al entregar la Medalla de Oro Bellas Artes post mortem, Lucina Jiménez, titular del Inbal, dijo que desde 2019 se tuvo la idea de hacer un homenaje a Gómez Cruz, pero la pandemia se nos atravesó y hubo que transitar por un proceso de suma complejidad
. El galardón, continuó, es un reconocimiento a la capacidad que Gómez Cruz tuvo de decidir su destino, construirlo y forjarlo, ganarse un lugar en la escuela nacional de teatro y después actuar en congruencia. El maestro siempre dijo que había que respetar el escenario, alejarse de la mediocridad y construir los personajes de manera rigorosa desde el corazón
.
Maestro de maestros
En el homenaje participó una nutrida lista de actores y directores de cine, a la vez que se proyectaron videos de la vida del actor nacido en el puerto de Veracruz, quien primero quiso ser cantante y ejerció como fotógrafo. Tomaron el micrófono personalidades como Roberto Sosa, Zaide Silvia Gutiérrez, Evangelina Martínez y Esteban Soberanes, quienes trabajaron con Gómez Cruz en el cine. No faltaron las anéc-dotas en torno al homenajeado y él mismo hablando de sus películas.
María Rojo leyó un texto que escribió para El último caifán: Fuiste el maestro de maestros de toda una generación en la que también, por supuesto, ha habido importantísimos actores. Aun con tu grandeza y con todos tus reconocimientos, sigo sintiendo, yo personalmente, más que nadie, que te debemos siempre algo, te debemos mucho
.
Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, se remontó al estreno de Los caifanes (1967), en el desaparecido Cine Roble: Nos dimos cuenta no sólo de que había una nueva generación de directores, sino fundamentalmente una nuevageneración de actores. Sin duda, esos últimos años de los 60 y las décadas de los 70 y 80 marcaron el gran momento para Gómez Cruz
.
Armando Casas, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, recordó que el homenajeado es quien ha ganado más Arieles como actor, siete, aparte de toda una serie de nominaciones.
Para Alberto Estrella, su colega lograba con sus actuaciones hacer florecer nuestras emociones. Te convertiste en un referente para el tipo de cine que queríamos hacer muchos actores estudiantes y también muchos profesionales. Fuiste referencia por la forma de actuar, por la manera en que un actor debería construir su creatividad al estar frente a una cámara y después olvidarla
.
El actor Salvador Sánchez, con 61 años de conocer a Gómez Cruz, lo llamó un hombre luchón, trabajador, comprometido con su familia
. Ambos compartieron cuarto en el famoso habituario que estaba arriba del Teatro Galeón. Teníamos muchos sueños que de alguna manera no se llegaron a cumplir porque cada quien tomó diferentes caminos
, añadió.
El homenaje concluyó con El querrequé, bailado por el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, y el unísono grito de A la bio, a la bao, a la bimbombá, maestro Ernesto, ra ra rá
.
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