A partir de hoy, las farmacias de Cataluña distribuirán productos menstruales reutilizables de forma gratuita. Esto incluye la copa menstrual, las compresas de tela y las bragas reutilizables. Cada vez son más las personas que se han sumado al uso de estos productos, incluso pagando por ellos, pues es la forma más sostenible de llevar a cabo una buena higiene menstrual. Sin embargo, aunque se ha hecho mucha divulgación sobre el buen uso de la copa, los productos de tela siguen estando rodeados de más dudas, desde cómo se deben lavar las compresas de tela hasta cada cuánto tiempo se deben comprar unas bragas menstruales nuevas.
En realidad, la mejor opción siempre será hacer caso a las indicaciones del fabricante y, por supuesto, no confeccionar nuestras propias compresas y bragas. Ya lo hicimos con las mascarillas, no caigamos también en esto.
Estos productos, aunque parezcan un simple trozo de tela, están confeccionados con materiales textiles concretos y unas estructuras adecuadas, para no producir irritaciones y absorber la mayor cantidad posible de flujo menstrual. Solo nos queda la opción de comprarlas, por lo que debemos fijarnos en las instrucciones del fabricante. Pero, por si no están bien indicadas o quieres saberlo antes de comenzar con su uso, estos son los consejos básicos para lavar compresas de tela y cuidarlas de la mejor forma posible.
¿De qué están hechos estos productos?
Antes de lavar las compresas de tela o las bragas menstruales es interesante saber de qué están hechas. Así es más fácil entender por qué se deben seguir una serie de medidas de higiene concretas.
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Generalmente, están confeccionadas a base de algodón. Este es el tejido que está en contacto con la piel y la vulva, por lo que se evitan alergias, mucho más comunes con otros tejidos. En su parte interna, pueden tener varias capas de tela, que dependen del nivel de absorción del producto. Al igual que con las compresas desechables, estas a veces pueden tener distintos niveles de absorción. Pero, sea cual sea ese nivel, lo habitual es que en su interior contengan PUL. Este es un tejido de poliéster con un laminado interno que lo hace impermeable y transpirable. Por eso es tan útil para confeccionar compresas de tela y bragas menstruales.
Debes lavar las compresas de tela cuanto antes
El primer consejo que debemos seguir a la hora de lavar compresas de tela es no dejarlas con el resto de ropa sucia hasta que pongamos la lavadora. Lo mismo para las bragas menstruales, por supuesto.
La sangre seca es mucho más difícil de limpiar que la fresca. Por eso, debemos hacer un prelavado cuanto antes. Este consiste en enjuagar y sumergir la compresa o las braguitas en agua fría hasta eliminar la mayor cantidad posible de sangre. Es importante que sea agua fría, ya que la caliente tiende a fijar las manchas. Esto se debe a que, con el calor, las proteínas de la sangre se desnaturalizan o, lo que es lo mismo, desenrollan sus estructuras, formando agregados que se quedan adheridos a la tela y son más difíciles de separar. Es cierto que hay algunos estudios realizados en lavanderías de hospitales que llegan a la conclusión contraria: que es mejor el agua caliente. No obstante, son estudios minoritarios, en los que además se utilizan otros productos para deshacer esos agregados.
Además, el PUL se daña más fácilmente con agua caliente, por lo que esto se debe tener también en cuenta la hora de elegir la temperatura de lavado. De hecho, por ese mismo motivo es mejor secar al sol que en secadora.
En definitiva, el consenso es que para lavar las compresas de tela se debe usar agua fría, pues es lo que ha dado mejores resultados a la hora de eliminar este tipo de manchas en ese primer lavado.
A mano o a máquina, pero sin suavizante
Una vez realizado ese prelavado urgente, ya sí se pueden lavar las compresas de tela por completo, utilizando de nuevo agua fría. Para eso, podemos hacerlo a mano o en la lavadora, usando nuestro detergente habitual, pero nunca con suavizante.
Esto se debe a la forma en que actúan estos productos. Generalmente contienen sustancias como las aminosiliconas, que crean una capa impermeable sobre la tela. Esta superficie lubricada evita también la electricidad estática, de manera que el tejido queda mucho más suave al tacto.
El problema es que al lavar las compresas de tela con suavizante evitamos precisamente que absorban la sangre a causa de esa capa impermeabilizante. Por lo tanto, pierden eficacia con el tiempo.
¿Qué pasa si tenemos que lavar las compresas de tela con sangre seca?
La sangre seca es más difícil de eliminar. Puede que ya no baste con el prelavado. Por eso, si tras el lavado quedan manchas, deberíamos optar por el uso de algún quitamanchas o directamente con agua oxigenada.
¿Cuántos lavados duran estos productos?
Ni las compresas de tela ni las bragas menstruales son eternas. Llegará un momento en que las manchas sean más difíciles de eliminar o no absorban adecuadamente la sangre. En ese punto ya habría que desecharlas. De cualquier modo, aquí también son importantes las indicaciones del fabricante.
Generalmente se suele hablar de 100 lavados, por lo que, en tiempo, dependerá de la frecuencia con la que las usemos. Es aconsejable tener bastantes unidades para poder cambiarlas con regularidad y dejar que sequen al sol el tiempo que sea necesario.
El periodo que se pueden llevar puestas dependerá del flujo de cada persona, pero es más o menos equivalente al de las compresas desechables.
¿Cuál es el mejor color?
Tanto para compresas de tela como braguitas menstruales, el color elegido depende de los gustos de cada persona. No obstante, si son blancas o claras se ve mucho mejor la cantidad de sangre que se acumula y es más fácil comprobar si se han lavado adecuadamente. Además, ver la sangre nos ayuda a saber si todo va bien con la menstruación. Deberíamos dejar ya ese tabú de querer ocultarla como sea. Es sangre, no ácido.
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