Mientras el dólar se acerca a los 300 pesos, el Gobierno cubano habla de «intervenir» en el mercado informal

Las reformas económicas se agolpan para el Gobierno cubano, que este febrero anunciará previsiblemente modificaciones en el mercado cambiario. En el primer Consejo de Ministros celebrado este año, el titular de Economía, Alejandro Gil, puso así fecha inmediata a una cuestión prioritaria para el país, aunque las palabras que eligió para el anuncio sembraron más dudas que aclaraciones.

«Se dice que las proyecciones del Gobierno cubano incluyen intervención ‘del’ mercado informal de divisas, pero no queda claro si se quiso decir intervención ‘en’ el mercado. Quizás expresa una confusión entre intervención y política cambiaria», escribió en su cuenta de X el economista cubano Pedro Monreal.

A su juicio, expresado en un segundo mensaje, «la intervención (un instrumento) puede ser útil para contener fluctuaciones en la tasa de cambio y estabilizarla, pero no es efectiva para hacer cambios permanentes en tasas resultantes de una política cambiaria que no es compatible con la política macroeconómica general».

«Se está trabajando fuerte en esto por el impacto que tiene para el fomento y el estímulo productivo»

Gil anunció que este febrero se darán a conocer normas para «reordenar los proyectos de desarrollo local» y descentralizar la aprobación de precios de la medicina natural y tradicional. Entonces habló de lo verdaderamente importante. «En ese mes igualmente se avanzará en la presentación de propuestas para redimensionar el mercado cambiario, la intervención del informal y el control del tipo de cambio en el país, lo que incluye, la determinación de la tasa de cambio y la formación de precios. Se está trabajando fuerte en esto por el impacto que tiene para el fomento y el estímulo productivo», dijo el ministro.

Hace un mes, durante la comparecencia televisiva conjunta que realizó Gil con el ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, para anunciar los primeros cambios del paquete que tiene como –complicado– fin estabilizar la economía, el funcionario ya hizo referencia a la gran importancia que tiene en ello el mercado cambiario, al que consideraron «una de las distorsiones principales que está enfrentando la economía».

Los ministros especificaron que los privados compran moneda extranjera en un mercado paralelo que les permite importar mientras el sector estatal se queda sin esa moneda –sin señalar que las empresas del Gobierno tienen acceso a la tasa oficial de cambio (1×120), frente a quienes se ven obligados a recurrir al mercado ilegal, donde se está pagando el dólar casi a 300 pesos.

«¿Por qué el Estado en ocasiones no está en capacidad de ser oferente de bienes y servicios como debería ser? Parte de esas divisas se mueven en el otro circuito. Si hubiera para los dos… Pero es que no hay. (…) Eso hay que corregirlo», señaló Gil, que ni entonces ni ahora dijo nada que pueda permitir vislumbrar las medidas a tomar.

«¿Por qué el Estado en ocasiones no está en capacidad de ser oferente de bienes y servicios como debería ser? Parte de esas divisas se mueven en el otro circuito. Si hubiera para los dos… Pero es que no hay»

En septiembre de 2023, dos extensos artículos publicados en Cubadebate y firmados por un funcionario del Ministerio de Economía, Joel Ernesto Marill Domenech, abordaban la situación económica y lanzaban una serie de propuestas que podrían estar en la cabeza –o no– de las autoridades si se han dejado asesorar por estos expertos. El especialista sugería un sistema de flotación de la moneda nacional similar al modelo aplicado con el euro, aunque Monreal consideró en ese momento que la idea era «poco viable» porque el país no tiene reservas de divisas ni producción para respaldar su propia moneda.

La propuesta de este último era, más bien, un mercado cambiario de «dos niveles: operaciones empresariales con los bancos y operaciones minoristas en Cadeca» y un régimen de paridad móvil (que combina un valor nominal fijo que se ajusta por factores como la inflación y uno variable). A su juicio, esa herramienta sería más flexible para controlar las pequeñas devaluaciones que se produzcan.

Entre ambos expertos chocaba una idea principal. Para Marill, era indispensable estabilizar la economía antes de proceder a la reforma cambiaria, mientras Monreal lo consideraba peligroso por la demora que podría suponer.

El Gobierno parece inclinado a no dejar pasar más tiempo del que ya lleva. Sin embargo, en aquel momento también el economista advertía de algo: «El primer paso de la secuencia debería ser apoyar la transformación del componente de pequeña producción mercantil privada del sistema agropecuario en un componente privado más diversificado con mayor peso de la empresa privada de capital nacional. Sin incremento de la oferta nacional de alimentos, no habría respaldo material de la moneda nacional. Sin eso, lo demás es echar agua en canastas», dijo. Nada de eso está hecho.

A esa idea han llegado, sin ser expertos en economía, muchos lectores de Cubadebate que han recordado al Gobierno que ninguna medida va a funcionar en las condiciones de oferta actuales e incluso, recuerdan, la inflación –que previsiblemente aumentará en cuanto suban los precios de los combustibles dentro de dos días– empeora casi por horas. En palabras de uno de ellos: «Cuando alguien del Gobierno dijo que el Estado recuperaría la tasa de cambio, que supuestamente estaba en manos de El Toque, el dólar se cotizaba alrededor de 270 pesos. Ya se cotiza alrededor de los 280. En unos cuantos días los trabajadores de Salud y Educación han perdido el aumento que no les ha llegado todavía».

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