Los dueños de mipymes intentan desvincularse de los nexos con el Gobierno cubano que se les atribuyen desde parte del exilio, la oposición y la propia población cubana. En una comparecencia celebrada este lunes en la sede de una empresa de producción e importación de alimentos en La Habana, algunos de estos nuevos empresarios pidieron a EE UU las mismas facilidades que tiene el sector privado de otros países que también están sancionados por el Departamento de Estado.
La rueda de prensa seguía a una intervención en el subcomité del Hemisferio Occidental del Congreso de EE UU en el que algunos congresistas, como la republicana de origen cubano María Elvira Salazarse, hablaron del sector privado cubano.
La representante por Florida aseguró que muchos propietarios de mipymes, cuyo número de aprobaciones ya supera las 10.000, son en realidad personas vinculadas con el Gobierno de la Isla, al que definió como «el Hamás del continente».
- CHECALO -
Oniel Hernández, cofundador de la consultora Auge, aseveró que la audiencia de Salazar fue un «intento de tratar de amarrar las manos de la Administración» del presidente demócrata Joe Biden
Oniel Hernández, cofundador de la consultora Auge, aseveró que la audiencia de Salazar fue un «intento de tratar de amarrar las manos de la Administración» del presidente demócrata Joe Biden en su política hacia Cuba y aseguró que la empresa privada en la Isla «es real».
«Es imposible que un sector donde están empleadas 1,6 millones de personas esté completamente vinculado al Gobierno o a los dirigentes del Partido Comunista», defendió.
En la audiencia en el Congreso de Estados Unidos, Eric Jacobstein, subsecretario adjunto en la Oficina de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado, aseguró que Washington no planea por ahora permitir a las mipymes el acceso al sistema bancario estadounidense, lo que supone un alivio para congresistas como Salazar, que alertó de que hacerlo «violaría el embargo».
Para Carlos Miguel Pérez, socio de una empresa de software y también diputado, la comparecencia «fue muy lamentable», pero alertó también de que la posición de la congresista Salazar coincide con la «ultraizquierda cubana» que está en contra del sector privado en la Isla.
Consideradas por algunos especialistas como los grandes dinamizadores de la economía, otros les achacan la responsabilidad de la elevada inflación y que los altos precios de sus productos han evidenciado y profundizado las diferencias sociales en el país.
El 19,6% de las mipymes se dedica a actividades manufactureras y el 12% a la producción de alimentos y bebidas. Este sector emplea a más del 15% de los trabajadores del país y aporta poco menos del 14% del PIB, según cifras oficiales.
Entre quienes han denostado al emergente sector privado con el régimen está Havana Consulting Group, que considera que con él se pretende construir una fachada para fingir libertades económicas que en la Isla no existen realmente. «Para aprobarse (las mipymes) deben pasar varios filtros, desde los gobiernos locales y provinciales hasta el Ministerio de Economía y Planificación, más los filtros ocultos de la contrainteligencia y el PCC. Un método de selección que es tierra fértil para la exclusión discriminatoria por razones ideológicas y para la corrupción», dijo en uno de sus informes.
Pavel Vidal: «Una parte del oficialismo que no quiere reformas estará hoy muy feliz con la visión pesimista que parece generalizarse sobre las pymes»
Emilio Morales, investigador a cargo del informe, advirtió también de la posibilidad de que el Gobierno de EE UU termine favoreciendo a estas empresas para frenar la oleada migratoria. «Es comprensible que la Administración de Biden (…) se esfuerce en buscar fórmulas que ofrezcan incentivos a los cubanos, para que permanezcan en la Isla y no emprendan la riesgosa salida del país para emigrar a los EE UU. Sin embargo, quien impide este empoderamiento es el propio régimen cubano con sus leyes mordazas, con su represión implacable y con su perenne traba y persecución a la generación de riquezas».
En un polo opuesto, la organización trotskista Comunistas de Cuba ha criticado al régimen por favorecer a un sector privado que, a su juicio, incentiva el capitalismo. «La burocracia dirigente cubana que una vez se enorgullecía del avance de la producción de alimentos, o la industrialización, publicando los resultados en los medios de prensa, ahora, de manera mensual, divulga el crecimiento de las empresas capitalistas bajo el eufemismo de las mipymes«.
Por el contrario, otros economistas, como Pavel Vidal, piden que se deje de cargar la culpa de los males económicos de Cuba a las mipymes, que no son responsables, como sí lo es el Gobierno. «Una parte del oficialismo que no quiere reformas estará hoy muy feliz con la visión pesimista que parece generalizarse sobre las pymes«, argumenta.
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