La Habana/El Partido Comunista se abstuvo de tomar decisiones este jueves durante la reunión que su jefa de Asuntos Religiosos, Caridad Diego, sostuvo con un grupo de masones de la capital y en la que no participó el Gran Maestro Mario Urquía Carreño, protagonista del cisma que divide la fraternidad. La funcionaria se limitó a declarar que “no sabía nada de lo que estaba ocurriendo” ante un público que había sido despojado de sus teléfonos celulares y recordó que el destino de la masonería es competencia del Registro de Asociaciones, que depende del Ministerio de Justicia.
En contacto con varios de los participantes de la reunión, el historiador y masón Gustavo Pardo informó a 14ymedio de que el Partido y el Ministerio de Justicia tomarán decisiones sobre la fraternidad, pero desde ahora “seguirán las pautas de Caridad Diego”. Por su parte, los masones han programado una sesión extraordinaria para el próximo 21 de septiembre en el Gran Templo Nacional Masónico, ubicado en la habanera calle Reina, con un minucioso orden del día firmado por el secretario de la Gran Logia, Juliannis Reinaldo Galano.
Entre los 54 puntos a tratar habrá una serie de “mociones fuera del orden del día” que podrían, en opinión de Pardo, abordar el meollo de la crisis: la autoridad de Urquía Carreño, acusado por el robo de 19.000 dólares en su oficina y cuyas sucesivas expulsiones y rehabilitaciones han llevado a una crisis masónica sin precedentes.
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“En el punto relativo a las mociones fuera del orden del día, pueden presentarse medidas muy variadas que pueden poner en apuros a Urquía Carreño”, estimó Pardo en un artículo publicado este viernes. También recordó que sea cual sea la decisión que tome el Registro de Asociaciones, corresponde al Supremo Consejo del Grado 33 y a la Gran Logia de Cuba –principales autoridades masónicas de la Isla– “regirse por sus respectivas leyes” en lugar de acatar ciegamente la “franca y descarada intervención del Comité Central del PCC”.
Con la prohibición de entrar con celulares a la cita, el Gobierno aseguró que la versión difundida de lo ocurrido quede “al criterio de los organismos estatales”
Para Pardo, que asegura que la reunión con Diego se efectuó “como se había previsto”, los masones cubanos “evidenciaron su incapacidad para solucionar sus problemas internos mediante la aplicación de sus propias leyes”. El equivalente a pedir a Diego que “les resuelva el problema”. Además, señala, con la prohibición de entrar con celulares a la cita, el Gobierno aseguró que la versión difundida de lo ocurrido quede “al criterio de los organismos estatales”.
José Ramón Viñas –líder del Supremo Consejo del Grado 33 y acusador de Urquía Carreño– tampoco estuvo presente en la reunión de este jueves. Además de esta ausencia, al parecer voluntaria, no asistieron el escritor Ángel Santiesteban y la periodista independiente Camila Acosta, detenidos por la Policía, según denunciaron en sus redes sociales.
La sesión extraordinaria programada para finales de septiembre sirve como repetición de la celebrada el pasado marzo y que el Ministerio de Justicia declaró ilegal luego de que los masones intentaron destituir a Urquía Carreño de su cargo de Gran Maestro. El organismo estatal pidió entonces que se volviera a celebrar el proceso, algo que resaltó este jueves Diego cuando “dejó bien claro que el Supremo Consejo violó la ley al no citar a Urquía Carreño para defenderse” y la Gran Logia al no hacer lo mismo con Viñas, explica Pardo.
Según el historiador, “ambos procesos judiciales deben iniciarse de nuevo, con la salvedad de que si la Alta Cámara” –encargada del proceso judicial– “aprueba el decreto que suspende el Tratado (de Amistad y Mutuo Reconocimiento entre la Gran Logia y el Supremo Consejo), Viñas estará ante un hecho muy serio”.
Si ambos cuerpos masónicos pierden su vínculo, el Supremo Consejo, dirigido por Viñas, pasaría automáticamente a ser una logia irregular
Según explicó Pardo a 14ymedio en una ocasión anterior, si ambos cuerpos masónicos pierden su vínculo, el Supremo Consejo, dirigido por Viñas, pasaría automáticamente a ser una logia irregular. “Ni siquiera les pertenece el local donde radican sus oficinas”, aclaró entonces.
“Urquía Carreño es el Gran Maestro con todas las atribuciones que marca la Constitución Masónica”, opina Pardo. Hasta que se logre su salida del puesto por las vías legales, tiene derecho de permanecer allí, añade. La intervención del Gobierno, que hasta ahora se ha situado de parte del Gran Maestro no augura nada bueno para los masones.
La semana pasada, al menos 200 masones de varias provincias pidieron al Gran Maestro que saliera de su despacho y encarara a quienes pedían su renuncia de forma pacífica. La respuesta de Urquía Carreño fue decretar la suspensión de tres logias en La Habana y otra en Artemisa. De inclinarse la balanza a favor del Gran Maestro, Pardo teme que la hermandad en la Isla pierda muchos miembros. Algo parecido a lo que ocurrió en 2010, cuando se supo que el Gran Maestro Manuel Collera Vento era en realidad un infiltrado de la Seguridad del Estado.
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