“Leche, cacao, avellana y azúcar”. Esta canción fue uno de los soniquetes de la infancia de muchos adultos del presente. Los anuncios de Nocilla estaban claramente dirigidos a los niños, para generarles el deseo, y a sus madres para que les comprasen el capricho. Sin embargo, esta marca de crema de chocolate y avellanas se ha adaptado a los nuevos tiempos con comerciales mucho más transgresores. Buen ejemplo de ello es el anuncio de Nocilla más reciente que se ha presentado en España. En él vemos a un señor mayor colocándose un Satisfyer sobre la frente, mientras su nieta mira a la cámara y su voz en off sentencia: “Cuando le digas a tu abuelo que eso no es un termómetro, díselo con Nocilla”.
Este corto spot ha desatado la indignación en redes sociales de muchísimas personas. Uno de los primeros grupos en quejarse ha sido la Asociación de Abogados Cristianos, pero tras ellos han llegado otras voces procedentes de distintos sectores, unidas por el enfado al ver un juguete sexual en un anuncio protagonizado por una adolescente.
Sin embargo, los expertos en márketing y sexología no creen que el anuncio de Nocilla sea para tanto. Los primeros consideran que no se dirige a niños, sino a jóvenes, mientras que desde el área de la sexología se insiste en que el problema de todo esto es la demonización de la erótica. En Hipertextual hemos hablado con un representante de cada campo para comprenderlo mejor y esto es lo que nos han contado.
¿Niña, adolescente o mujer joven?
En primer lugar habría que establecer la edad de la chica que sale en el anuncio de Nocilla. Las personas que critican el spot insisten en que es una adolescente. Prácticamente una niña. Sin embargo, no parece que sea mucho menor de 18 años.
- CHECALO -
Muchos países, España incluida, prohíben la entrada a sex shops a menores de 18 años. Lo mismo para las compras en páginas webs, aunque lógicamente esto es mucho más fácil de vulnerar.
Se supone que si esa chica ha podido comprar ese producto debe tener más de 18 años. Aun así, habría que pararse a pensar si realmente es tan problemático que los adolescentes conozcan estos juguetes. “La masturbación, igual que la Nocilla, no tiene edad”, señala la psicóloga y sexóloga Laura Marcilla en conversación con Hipertextual. “No tiene sentido considerar que la Nocilla es un producto para niños, ni tampoco que la masturbación debe darse partir de los 18 años”. De hecho, “es muy común que se inicie precisamente en la adolescencia”. A todo esto, la sexóloga añade que “no hay ningún perjuicio en que un chico o una chica en vez de masturbarse con las manos utilice un juguete sexual”. El problema es que vemos la erótica como algo malo.
El público objetivo del anuncio de Nocilla
Una de las grandes confusiones de los detractores del anuncio de Nocilla es pensar que va dirigido a niños y adolescentes. Sin embargo, esto es algo en lo que no están de acuerdo ni los expertos en márketing ni los sexólogos.
“A mí me parece un guiño divertido hacia un público de Nocilla que ya no son solo niños”, relata el divulgador y estratega de marcas Fernando de Córdoba. “Nocilla hace tiempo que pasó de ser lo que compran las madres para dar energía a sus hijos a un producto de placer, de hedonismo”. Esto, lógicamente, cambia por completo el público al que van dirigidos sus anuncios. “Este anuncio parece un guiño para los millennials/generación Z que crecimos con ella y que no hemos renunciado a seguir tomándola, igual que sucede con otras marcas que han roto las fronteras de edad”. Con ello hace referencia, por ejemplo, a Pixar, Lego o Cola Cao.
Laura Marcilla opina lo mismo. De hecho, considera que precisamente al emitirse en televisión será mucho más complicado que lo vean los adolescentes. “No hace falta que salga en un anuncio de Nocilla para que sepan que existen satisfyers, estimuladores de clítoris y juguetes similares”, explica. “Todo eso está en redes sociales y los adolescentes ven mucho más las redes sociales que los anuncios de televisión “. A esto añade que está convencida de que “si hay adolescentes que han visto el anuncio de Nocilla posiblemente ha sido por las redes”.
Por otro lado, ambos insisten en que si un niño pequeño ve el anuncio lo más probable es que no reconozca el objeto que el abuelo se pone en la frente. No entenderá la trama, sin más. Si sabe lo que es, el problema no es del anuncio de Nocilla.
Pongamos el foco en lo realmente importante
Las redes sociales arden con el anuncio de Nocilla por la inmoralidad de añadir un juguete sexual a una escena cotidiana entre un abuelo y su nieta. Sin embargo, como bien recuerda Marcilla, existen anuncios en los que se ven casos de hipersexualización o conductas machistas que sí podrían ser nocivas para los adolescentes. A menudo esos spots nos pasan desapercibidos porque se trata de conductas que tenemos normalizadas. En cambio, no normalizamos que los adolescentes se masturban y que no hay diferencia entre que lo hagan usando las manos o con juguetes.
Por otro lado, la sexóloga recuerda que el principal problema para los niños y adolescentes es que el anuncio de Nocilla publicita un producto poco saludable. “Con la masturbación no hay una cantidad que sea dañina para todas las personas, con el azúcar sí”.
Fernando de Córdoba hace también un comentario similar al respecto. “Creo que en un mundo cada vez más preocupado por la nutrición infantil, tiene sentido no entrar en ese debate y moverse más a un hedonismo joven-adulto”.
Nos empeñamos en ensalzar lo natural cuando se trata de remedios de la abuela o cosmética de herbolario. Sin embargo, cuando se habla de algo tan natural como la masturbación, nos echamos las manos a la cabeza. ¿Realmente el problema lo tiene el anuncio de Nocilla?
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