Después de tantos días seguidos de lluvia todos estamos deseosos de volver a ver la luz del Sol durante más de unas cuantas horas seguidas. Llegará el momento. Estas precipitaciones no van a ser para siempre. ¿Pero qué podemos esperar después de las lluvias además del Sol?
Puede que no nos hayamos parado a pensarlo, pero tanto tiempo seguido en esta situación influirá en factores como las alergias primaverales o los mosquitos del verano. También podría influir en las decisiones de los gobiernos autonómicos sobre las restricciones que estaban previstas para el verano en materia de agua. Sin embargo, la mayoría han expresado que no están de acuerdo con retirarlas del todo. Un mes de lluvias no es suficiente para acabar con la sequía. Los pantanos se están reponiendo, pero basta con otra larga temporada sin lluvia para que todo vuelva a ser igual. Debemos tener claro que no es lo mismo el tiempo que el clima y, si bien estamos pasando por un tiempo muy lluvioso, el clima en buena parte de España sigue avanzando hacia lo seco.
Todos estos serán temas importantes después de las lluvias. Aún no han acabado, pero ya podemos empezar a imaginar qué es lo que ocurrirá con cada uno de ellos.
Más mosquitos después de las lluvias
Es habitual que los mosquitos proliferen después de las lluvias. Esto se debe a que las hembras tienden a poner sus huevos en agua estancada. También pueden hacerlo en agua corriente. No obstante, las larvas prefieren el agua con poco o ningún movimiento, de ahí que sea mucho mejor ese tipo de agua. ¿Y cuándo prolifera el agua estancada? Efectivamente, después de las lluvias.
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Los charcos son un gran ejemplo de agua de este tipo. También los estanques y los embalses. Por eso, es muy posible que las hembras de muchos mosquitos estén aprovechando ahora para poner sus huevos. Suelen ponerlos entre los meses de noviembre y junio. Después, para que los mosquitos sigan proliferando lo idóneo es acompañar todo de altas temperaturas.
Aunque estos días lluviosos se nos están antojando muy fríos, la realidad es que, de nuevo, debemos recordar que no es lo mismo el tiempo que el clima. El tiempo nos está trayendo temperaturas bajas, pero el calentamiento global sigue ahí. Según la AEMET, la primavera de 2025 podría ser especialmente cálida. De hecho, la última estación completa que no fue más cálida de lo normal fue la primavera de 2018. Desde entonces, todos los años esta estación ha superado cifras preocupantes de temperatura. Eso, entre otras cosas, terminará de crear el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de mosquitos.

Podemos esperar un verano molesto, repleto de picaduras, pero eso no es lo peor. No debemos olvidar que en los últimos años han aumentado en España los casos de enfermedades impropias de esta parte del mundo, como el virus del Nilo. Son afecciones transmitidas por mosquitos que, normalmente, no deberían encontrarse aquí. En algunos lugares ya se está tomando la precaución de fumigar cerca de zonas de agua estancada para evitar que este verano tengamos que lamentar más casos de estas enfermedades. Las autoridades sanitarias deben estar muy atentas a posibles brotes. Pero no solo preocuparán las enfermedades transmitidas por mosquitos.
Ojo con las alergias
Después de las lluvias estaremos listos para estrenar la primavera. De hecho, es probable que dé inicio entre chaparrones. Muchas plantas ya han empezado a florecer y, si bien eso supone el predominio del maravilloso olor del azahar en muchas ciudades, también implica el comienzo de la temporada de las alergias. ¿Y qué pasa cuando llueve?
Todo depende del tipo de alergia. Por ejemplo, está claro que las personas con alergia al moho y la humedad lo pasan mucho peor después de los periodos largos de lluvia, ya que hay mucha humedad en el ambiente.
El caso del polen es algo un poco más complejo. Por un lado, las partículas de polen que se encuentran en el aire pueden caer al suelo al mojarse, de modo que no se extienden tanto por el aire. Eso mejoraría los síntomas de la mayoría de personas alérgicas, pues en el aire habría menos polen para respirar. No obstante, cuando las lluvias son más violentas, las gotas fragmentan los granos de polen y los hacen rebotar de nuevo al aire, donde pueden ser arrastrados por el viento. Habrá más cantidad de partículas, por lo que los alérgenos serán más abundantes.
Este periodo de lluvias también está trayendo vientos a muchos puntos de España. Por eso, no es extraño que haya personas que ya han empezado a notar sus primeros síntomas de alergia primaveral.


¿Se acaba la sequía después de las lluvias?
En algunos lugares de España va a estar lloviendo casi sin parar durante más de un mes. El problema es que la sequía es el resultado de mucho más tiempo de modificación del clima. Por eso, por ahora, no se considera suficiente ni siquiera para eliminar las restricciones que iban a imponer las comunidades autónomas al consumo de agua.
En un artículo divulgativo, el servicio geológico de Estados Unidos lo compara con la medicación contra una enfermedad. A veces, una sola dosis de medicación nos alivia, pero necesitamos un tratamiento mantenido en el tiempo. Estas semanas de lluvias van a aliviar la situación, desde luego. Sin embargo, si después de estas lluvias vuelve la sequía, la solución no habrá sido suficiente.
Por eso, será necesario esperar a ver cuál es la verdadera evolución. Los modelos globales no apuntan a que la primavera vaya a ser especialmente lluviosa. Es importante tener en cuenta que la atmósfera es un sistema caótico y es difícil saber lo que ocurrirá a largo plazo. Incluso a corto plazo, como vemos en algunas predicciones meteorológicas. Sin embargo, los modelos globales son más predecibles, pues se basan en datos tomados durante mucho tiempo.
La realidad es que no parece que la sequía vaya a desaparecer tan fácilmente. Estas lluvias serán un necesario respiro, pero debemos mantener la cautela. Y también preparar antihistamínicos y telas mosquiteras para las ventanas.
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