Publicado:
8 jun 2025 14:30 GMT
Cuando el magnate pidió el desmantelamiento de la nave espacial Dragon, la disputa con Trump «se volvió aterradora», comentó una fuente de The Washington Post.
Los funcionarios de la agencia espacial estadounidense NASA y del Departamento de Defensa de Estados Unidos han empezado a buscar alternativas a la compañía espacial SpaceX, después de que se intensificara la disputa entre su fundador, Elon Musk, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, informó el sábado The Washington Post, citando a fuentes.
Según personas al tanto del asunto, al menos tres compañías espaciales comerciales —Rocket Lab, Stoke Space y Blue Origin de Jeff Bezos— han sido contactadas por funcionarios del Gobierno para conocer el estado de sus cohetes y saber cuándo podrían estar disponibles para misiones gubernamentales. Asimismo, un comité clave del Congreso se interesó sobre el estado de la cápsula espacial Starliner de Boeing.
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Además, gerentes de Sierra Space, empresa que desarrolla el avión espacial Dream Chaser, capaz de transportar carga a la Estación Espacial Internacional, se reunieron con funcionarios de la NASA.
«Sierra Space está preparada para garantizar un apoyo ininterrumpido a la Estación Espacial Internacional«, declaró a WP Fatih Ozmen, director ejecutivo de la compañía. «La NASA nos mencionó que quieren diversidad y no quieren depender de un solo proveedor», agregó.
En este contexto, Ozmen confirmó que el Dream Chaser «se encuentra en la fase final de pruebas e integración en el Centro Espacial Kennedy». «Estamos trabajando estrechamente con la dirección de la NASA para volar el vehículo a finales de este año», dijo. La compañía también está trabajando en una variante del Dream Chaser para transportar astronautas que «la NASA está estudiando», añadió.
El medio señala que la situación se volvió preocupante después de que Musk, en un intercambio de mensajes en redes sociales con Trump, amagara con retirar la nave espacial Dragon, si bien, finalmente, se echó atrás. Un funcionario de la NASA comentó que, al principio, ver la disputa entre Trump y Musk en redes sociales el jueves fue «entretenido». Sin embargo, una vez que Musk pidió el desmantelamiento de la Dragon, aquello «se volvió realmente aterrador».
De igual forma una persona comentó que funcionarios del Pentágono «se miraron y dijeron: ‘Oh, esto ya no tiene gracia’. Se dieron cuenta de que no estamos viendo la televisión. Esto es un problema real».
Aunque posteriormente se retractó, la amenaza de Musk de restringir el uso de Dragon por parte de la NASA podría ser perjudicial para una empresa que ha sido uno de los socios más fiables del Gobierno, opina Todd Harrison, analista de defensa del American Enterprise Institute. «Es casi como un embargo a la estación espacial«, señaló. «Musk estaba diciendo que iba a aislar a la NASA de su propio laboratorio en el espacio», subrayó.
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