Muchos científicos a lo largo de la historia se han lanzado a imaginar el mundo dentro de unos años teniendo en cuenta su propia concepción de los avances de la ciencia. Muchos han fallado estrepitosamente. Otros, en cambio, han hecho predicciones bastante acertadas al intentar predecir el futuro. Uno de ellos, según han explicado recientemente en un artículo de IFLScience, fue el inventor británico Archibald Low.
Este científico fue muy conocido en su día por la calidad de sus inventos, que fueron desde un interesante prototipo de televisor hasta el primer avión monitorizado con drones. De hecho, se le conoce como el padre de los sistema de radioguía. Pero, sin duda, otra cualidad por la que fue muy valorado por unos y criticado por quienes lo consideraban un charlatán, fueron sus dotes de adivinación.
Él mismo aseguraba que era capaz de predecir el futuro y eligió justamente el año 1925 para lanzarse a hacer en prensa varias predicciones de lo que, según él, serían nuestras vidas un siglo después. Ha llegado el momento de analizar su número de aciertos. Y la verdad es que es bastante interesante.
De los teléfonos inteligentes a las cintas transportadoras
Uno de los datos más interesantes es que Archibald ya habló de teléfonos inteligentes. Así, tal cual. Sin embargo, al compararlos con los smartphones que tenemos hoy en día encontramos algunas diferencias. En este caso, al predecir el futuro, se quedó corto.
- CHECALO -
Para él, los teléfonos inteligentes serían teléfonos en los que los números se marcarían directamente, a la primera. Podrían estar memorizados y solamente marcarse. Eso lo tenemos. Check. Para él eso ya era suficiente avance, pues en esa época era bastante común cometer errores al marcar los números con la rueda. Sin embargo, Archibald no imaginó la verdadera magnitud de todo lo que se podría lograr con los teléfonos inteligentes en 2025.
También habló de aceras inteligentes. Es decir, aceras que nos llevarían a donde quisiéramos sin necesidad de caminar. Básicamente, estaba describiendo las cintas transportadoras que hoy en día se usan, por ejemplo, en los aeropuertos. Incluso hizo mención de una versión vertical que se correspondería con las escaleras mecánicas.
También habló de que se sustiuiría el papel por pantallas y las noticias no se leerían, sino que se escucharían en altavoces. De nuevo, se quedó corto al predecir el futuro de 2025, pero ya se adelantó a lo que iría ocurriendo en las décadas siguientes a su anuncio.
De los datos más curiosos que se mencionan en el artículo de IFLScience, es el hecho de que ya habló sobre un invento que podría considerarse a lo que hoy en día es la banca electrónica. Y, por supuesto, vaticinó que habría delincuentes que intentarían cometer fraudes a través de ella.
También cometió fallos al predecir el futuro
En el artículo sobre Archibald Low se señala que acertó al predecir el futuro señalando que se obtendría energía del viento y las mareas. Sin embargo, en este caso tampoco fue exactamente un caso de adivinación. La primera turbina eólica de la historia, diferente a las de hoy en día, pero utilizada para obtener electricidad y no para mover barcos o moler harina, la construyó en 1887 el científico estadounidense Charles F. Brush. Por lo tanto, ya existía cuando Low hizo su predicción.
También falló al señalar que los cines dispondrían de gafas en las que cada espectador podría elegir la película que quiere ver. No contamos con ese invento en 2025, pero las gafas de realidad virtual posiblemente sean aún más avanzadas que eso.
Finalmente, el fallo más doloroso de Archibald al predecir el futuro fue la existencia de despertadores portátiles. Porque sí, existen, pero la parte triste es que, según él, a todos nos sonarían a las 09:30. ¿No podríamos intentar que este 2025 se cumpla esa predicción de Archibald?
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