Bálsamos para lo intagible, que se presenta en el Centro Nacional de las Artes, reúne el trabajo de cinco artistas emergentes
Alondra Flores Soto
Periódico La Jornada
Sábado 18 de enero de 2025, p. 5
En la exposición Bálsamos para lo intangible cinco artistas exploran la tecnología desde diferentes tipos de emociones y sensaciones para plantear estrategias y lidiar con malestares contemporáneos a partir del uso de elementos como la inteligencia artificial (IA), sensores, computadoras, luces led y, por supuesto, la experiencia artística.
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La muestra se inauguró ayer en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) y presenta bordados que integran luces, una pantalla para expresar la ansiedad a un interlocutor digital, o impresiones 3D. En la galería Manuel Felguérez se reúnen las piezas de las creadoras Raisa Pimentel, Lynnette Campos, Ranchito, Carmen Ixchel Maya y Anni de la Garza Lau.
¿Cómo procesar colectivamente las emociones, el placer y el dolor sin olvidar que existimos en un mundo mediado por los sistemas de vigilancia y comercialización?
, se pregunta en la presentación curatorial.
Vicente Jurado, director del Cenart, destacó que cada una de las creadoras proviene de instituciones públicas diferentes, justamente de eso se trata, de que el Cenart abra las puertas a la educación artística, al pensamiento creativo, a los procesos de producción de artistas emergentes y muy jóvenes, quienes están en vías de ser grandes expositoras y filósofas de las artes
, señaló el funcionario recién nombrado para encabezar el espacio cultural, en sustitución de Antonio Zúñiga.
Una singular pasarela que podría ser parte de una escena de ciencia ficción o de un ejercicio drag queen marcó el inicio de la apertura de la exposición en la Plaza de las Artes, al ritmo de música electrónica. Continuó un segundo performance, en el que una bailarina se movía lentamente mientras un dron la enfocaba y seguía, para proyectar el video sobre la velaria blanca que cubre el escenario al aire libre.
▲ Imagen del performance Partitura para un dron y una bailarina, de Carmen Ixchel Maya.Foto Marco Peláez
Las llamativas prendas del desfile, coloridas y voluminosas, con estrafalarios accesorios, zapatos y maquillaje, es el trabajo Armaduras suaves, de Ranchito (Roxana Rodríguez Andrade). Ana Casas, directora del Centro Multimedia del Cenart, describió que las prendas son diseños textiles para el cuerpo que representan mundos interiores y sin género, conectando con representaciones sencillas. Estos trajes reflejan un ejercicio de empatía, autoconocimiento y expresión de la identidad.
Minutos más tarde, se realizó el performance Partitura para un dron y una bailarina, de Carmen Ixchel Maya. Desde las escalinatas frente a la plaza, el público presenció una coreografía entre la bailarina y la máquina voladora, con el sonido del motor como acompañante de las imágenes y movimientos en el escenario, mientras se proyectaba en tiempo real el video de la interacción del lenguaje corporal integrado a dispositivos tecnológicos. La obra plantea una reflexión sobre la normalización de los aparatos audiovisuales en la vida cotidiana y la excesiva visibilidad de las personas en el contexto tecnológico actual.
Las artistas que participan en la exposición colectiva Bálsamos para lo intangible hicieron el proceso de creación durante una residencia en Casa Snowapple en mayo de 2024, como parte de una convocatoria dirigida a artistas que se identifican como mujeres. Al respecto, Anni de la Garza afirmó que un aspecto relevante es la capacidad de entrar a un diálogo íntimo y en un proceso creativo profundo, en compañía de otras colegas.
La exposición Bálsamos para lo intangible estará abierta al público hasta el 23 de febrero en la galería Manuel Felguérez del Centro Multimedia del Cenart, en Río Churubusco 79, colonia Country Club. La entrada es gratuita.