▲ El conjunto jarocho durante una presentación.Foto cortesía de la agrupación
Jorge Caballero
- CHECALO -
Periódico La Jornada
Sábado 31 de agosto de 2024, p. 7
Hoy se realizará el concierto El son jarocho y el stambeli, un diálogo entre Túnez y Veracruz, y los protagonistas serán la agrupación veracruzana Mono Blanco y los músicos tunecinos de LeoMbri, quienes estarán acompañados del pianista español Omar Sosa, el percusionista venezolano Gustavo Ovalles y del músico puertorriqueño Pablo Hernández, el espectáculo se organiza en el contexto del Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024) y por el 90 aniversario del recinto del Palacio de Bellas Artes.
En entrevista con La Jornada, el director de la agrupación jarocha Gilberto Gutiérrez mencionó: este concierto será muy importante, primero por lo que significa el magreb en México y porque ha sido poco estudiado el asunto, a diferencia de otros ritmos africanos y su influencia en nuestra cultura
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El también fundador de Mono Blanco precisó que además: este encuentro tiene muchas lecturas
, e ilustró: hace 45 años la tradición del son jarocho estaba en riesgo y empezamos a hacer algunas cosas que dieron resultado y que lo ha llevado a donde se encuentra hoy. El fandango va esparciéndose por el mundo y uno de mis sueños ha sido que este regrese a África
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Encuentro entre Veracruz y Túnez
Gilberto Gutiérrez narró el génesis de este concierto: la maestra tunecina Ikbal Hamzaoui estaba haciendo un doctorado en la Sorbona de París, en sus tiempos libres se daba sus vueltas por las residencias que tienen todos los países para sus estudiantes y pasó por Casa de México y escuchó son jarocho. Ikbal sintió que estaba escuchando música de su país. Como buena investigadora, al enterarse que lo que escuchó era de Veracruz, se vino al puerto tras la huella de los instrumentos y ritmos que le eran afines. Y en su andar por la capital y zonas aledañas, no le dijeron nada. Pero se fue para la región de los tuxtlas, y ahí sí sintió que estaba escuchando los ritmos auténticos de su tierra. Después me encontré con ella. Nos dijo que si llegábamos a Europa ella nos llevaba a Túnez y así fue. Nos dimos cuenta de que nuestras músicas se parecían mucho
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Después de recordar su encuentro en el centro de Veracruz con la directora Ikbal Hamzaoui, Gilberto Gutiérrez afirmó que el son jarocho y la música tunecina son géneros parecidos en sus estructuras rítmicas y representan un encuentro con el pasado entre Veracruz y Túnez, así como de sus raíces milenarias. Es llevar nuestra investigación al mundo de lo real
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El jaranero precisó que la presentación que realizarán ahora en el Palacio de Bellas Artes será una celebración memorable, porque implica los 90 años de este recinto y la década dedicada a esta afrodescendencia que se ve reflejada en nuestras vidas, en la música, en la comida y en las palabras. Son, dijo, dos géneros en los que por momentos se amalgama todo, porque hablamos del gran espacio cultural que es el Caribe al que pertenecemos los jarochos
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En su momento, Ikbal Hamzaoui, directora artística del concierto, externó su agradecimiento de celebrar este encuentro, una idea que empezó al escuchar por primera vez el son jarocho cuando estudiaba en París y l stambeli: Esa idea creció y empecé el trabajo de campo en Veracruz en 2010, cuando conocí a Gilberto y le hablé de mi investigación. Los dos géneros musicales que se ofrecerán en el concierto guardan muchas conexiones y se podrá ver como parte de los diálogos entre los instrumentos
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Ikbal adelantó que en el recital se tocarán piezas propias del son jarocho y del stambeli, pero también lucirán los dos agrupaciones juntas, además de que habrá solos y muchas improvisaciones, con instrumentos como el acordeón, además de diálogos en español y dialecto árabe. Gracias por esta oportunidad de presentarnos en el Palacio de Bellas Artes. Se me enchina la piel de saber que se están abriendo puertas
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Contemporaneidad híbrida
La directora tunecina apreció: “aún no se ha reconocido suficientemente a Mono Blanco, porque cuando hace su primera música fusión de su Huapango Project, estaba experimentando con otra instrumentación y abriendo una composición propia, incluso vinculada, pero no necesariamente ligada al son jarocho, aunque esa era su raíz. Y el hecho de que hayan caminado en esa dirección les abrió a muchas de las músicas tradicionales de México la puerta a una contemporaneidad híbrida que hoy se expresa en la apertura de este reconocimiento que Mono Blanco hace en Túnez con esas raíces de África que no habíamos valorado. De nuevo la agrupación mexicana nos abre el universo para reconocernos en esa hibridación que somos”.
Gilberto Gutiérrez señaló: este concierto nos enriquece en México para que hagamos a un lado el racismo y la discriminación de las músicas tradicionales, que a veces han sido miradas desde otros ángulos que no son los de la fuerza que realmente tienen y representan. A diferencia de otras formas de expresión musicales, en diversas zonas africanas mantienen su espíritu de resistencia, porque ahí anidan la práctica de las lenguas tradicionales, pero también contemporáneas. Asimismo, encierra una relación más comunitaria y no tan asociada al mundo de la espectacularidad con la que estamos acostumbrados a ver a África. Eso es algo que a mí me interesa subrayar, porque entonces el concierto tiene un doble valor, muchas capas desde donde se puede apreciar. Estaremos en posibilidad de escuchar lenguas que usualmente no conocemos, pero que sin lugar a dudas contribuyen a un entendimiento del mundo
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Venta de boletos en las taquillas del Palacio de Bellas Artes, así como en Ticketmaster. Precios de mil 35 pesos a 205 pesos. Aplica descuento de 50 por ciento para adultos mayores con credencial del Inapam.
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