la Audiencia Nacional se echa para atrás, al menos de momento

El juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional se ha echado para atrás y decide no suspender Telegram en España, al menos de momento. El magistrado ha decidido solicitar un informe a la Comisaría General de Información antes de bloquear la popular plataforma de mensajería.

El magistrado busca que este informe “explique las características exactas de Telegram así como la incidencia que pueda tener sobre los usuarios dicha suspensión temporal”. De esta forma se suspende —al menos de momento— una decisión que daría un precedente complicado para la libertad de acceso a información, comunicaciones, libertad de expresión y los límites de bloqueo a causa de los derechos de autor.

El pasado viernes 22 de marzo, la Audiencia Nacional ordenó el bloqueo de Telegram tras una denuncia interpuesta por Mediaset España, Antena 3, Movistar Plus y EGEDA, la entidad de gestión de derechos de los productores audiovisuales. La orden llegó por el juez Santiago Pedraz tras no recibir respuesta por los responsables de la plataforma.

Los grupos de comunicación interpusieron una demanda a Telegram por vulneración de derechos de autor. Acusan a la plataforma de facilitar contenido protegido en sus grupos y canales. De forma cautelar, la Audiencia Nacional ordenó su bloqueo, pero a inicios de la semana ninguna de las operadoras había recibido la orden.

Bloquear Telegram es poner puertas al campo

El posible bloqueo de Telegram es un ejemplo más, de centenas, de ponerle puertas al campo que ha ocurrido a lo largo de los últimos 15 años en España. Es el equivalente a cerrar todas las oficinas de Correos porque se ha detectado que se han intercambiado paquetes con contenidos protegidos con derechos de autor entre algunas personas.

Aunque es bastante probable que se han montado canales y grupos en Telegram donde se comparten contenidos protegidos con derechos de autor o enlaces a contenidos de estas características, un bloqueo total y completo de la plataforma termina afectando a miles, potencialmente millones de personas dentro de España. Sobre todo a todos aquellos que jamás han cometido una infracción de ese tipo.

Se desconoce si Telegram ha respondido a los requerimientos de la Audiencia Nacional, o si el informe será suficiente para que el juez Pedraz no bloquee la plataforma dentro de España. Pero de momento, seguimos teniendo acceso dentro del país.

¿Qué es Telegram y por qué es tan popular?

Telegram es una aplicación de mensajería instantánea que se ha consolidado como una de las plataformas más populares, por sus características y acceso multiplataforma. Fue fundada en 2013 por Pavel Durov y su hermano Nikolai, quienes también crearon la red social VK, también conocido como el Facebook de Rusia.

Uno de los principales motivos por los cuales Telegram es tan popular es la posibilidad de compartir tu contacto sin necesidad de dar el número de teléfono. La capacidad de crear grupos que pueden albergar hasta 200,000 miembros. Estos son una opción robusta para la difusión de contenido a audiencias masivas sin límite de suscriptores, lo que la convierte en una herramienta bastante potente para comunidades y creadores de contenido. Recientemente, WhatsApp activó sus propios canales de difusión.

Telegram también tiene la capacidad de crear chats secretos con cifrado de extremo a extremo. Esto significa que solo el remitente y el destinatario pueden leer los mensajes, a salvo de intervenciones externas. Aunque es verdad que los chats, de forma predeterminada, no tienen esta opción y se guardan en la nube.

Pero parte de la versatilidad de Telegram, es justamente esto último. Todo se guarda en la nube, incluyendo chats, documentos, fotos y vídeos. Esto te garantiza que, aunque pierdas el dispositivo, tus datos no se pierden. Solo debes de hacer login desde otro smartphone u ordenador.

Telegram también permite una serie de automatizaciones importantes por medio de bots, que ayudan a la moderación de canales populares, con muchos miembros, creación de juegos o automatización de tareas repetitivas.