En la actualidad y a menos que vivas bajo una piedra, ya lo sabes. Emilia Pérez se ha convertido en una fuente continua de controversia, escándalo y situaciones incómodas en la temporada de premios. De las declaraciones del director Jacques Audiard menospreciando el idioma español, a la serie de post de la actriz Karla Sofía Gascón contra minorías y comunidades vulnerables. Lo cierto es que nada ha faltado en lo que parece una rápida escalada de antipatía y controversia. Una que, incluso, parece poner en entredicho el mensaje mismo de la película de tolerancia, diversidad y crítica a la desigualdad.
Por lo que resulta desconcertante que a pesar de todo lo anterior, la cinta puede presumir de varios logros consecutivos. Por un lado, y antes que el escándalo se hiciera viral, su triunfo en Cannes 2024, en la que obtuvo reconocimiento para su director y elenco. Después, los cuatro Globos de Oro, que reconocieron la condición de la cinta de fenómeno. Pero fueron las 13 nominaciones que obtuvo entre las categorías de los Oscar de la Academia, lo que se convirtió en un hito histórico. De modo que en la actualidad, su éxito en temporadas de premios, rivaliza con el escándalo a su alrededor.
Sin embargo, con Emilia Pérez no es la primera vez que ocurre un fenómeno semejante. Te dejamos cinco ocasiones en que una película despertó controversias, malestar e incluso antipatía y aun así, resultó premiada. De un clásico literario que se convirtió en una épica romántica sin mayor profundidad, a una cinta que su mismo director consideró no debía ganar el Oscar. Una colección para la vergüenza de las grandes temporadas de premios.
La incómoda visión de ‘Memorias de África’
Mucho antes que Emilia Pérez, en 1985, la adaptación del libro de Karen Blixen se convirtió rápidamente en una de las favoritas de la noche de los Oscar de la Academia. Razones no faltaban. La cinta estaba dirigida por el célebre Sydney Pollack y contaba entre su elenco con Meryl Streep y Robert Redford. Pero además, se trataba de una historia atemporal acerca del amor, el deseo y al final, la necesidad insatisfecha. Todo en medio de los grandes y extraordinarios paisajes de una África salvaje y espléndida.
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Pero, la cinta acarreó más de una crítica negativa y de hecho, cosechó antipatías entre expertos en cultura africana y hasta habitantes de Nairobi, país en el que se filmó. Varios medios llamaron a la película racista y de hecho, insistieron en que retrataba a la población del continente como objetos de burla. Eso, debido a que la mayoría de los personajes negros, eran sirvientes o solo formaban parte de la trama para impulsar la de sus protagonistas blancos.
Más complicada aún, resultó la imagen que brindó del continente. Hubo críticas de historiadores debido a las libertades para representar la cultura de África meridional. En especial, la de Nairobi, que terminó por ser un conjunto de estereotipos alrededor de una historia de amor en un territorio exótico. Mucho más, cuando se acusó al guion de condescendiente al retratar al colonialismo como parte de un escenario salvaje. A pesar de eso, la cinta ganó el Oscar a la mejor película en 1986.
El racismo en ‘Paseando a Miss Daisy’
Uno de los momentos más desconcertantes de la década de 1980, tiene por centro una controversia acerca del racismo implícito de la Academia. Y, por tanto, del premio Oscar como símbolo del mundo del entretenimiento. Se trató a todo lo que rodeó a Paseando a Miss Daisy de Bruce Beresford, una cinta melodramática y convencional que trivializaba el racismo. En la línea con la polémica de Emilia Pérez.
Eso, al convertir la amistad de una anciana blanca (Jessica Tandy, que ganó el galardón a la mejor actriz por esta película) y su chofer negro (Morgan Freeman) en una alegoría sobre la discriminación. Eso, sin tomar en cuenta la política racial que podía rodear a ambos personajes y el momento histórico en que ambos vivían en la trama.
La historia que se desarrolla entre 1948 hasta 1973 en medio de un duro clima social, trivializa el contexto en beneficio del drama central. Lo que llevó a discusiones, protestas y debates contra la cinta. Mucho más, cuando fue claro que se enfrentaría a Nacido el cuatro de julio de Oliver Stone, un duro alegato pacifista y de justicia social. Pero finalmente, la Academia y sus miembros, decidieron premiar a la más tradicional — y sin duda, más inofensiva — película de Beresford.
La debacle de ‘Shakespeare enamorado’
El triunfo de esta película de John Madden sobre Salvar al soldado Ryan, se ha convertido en parte de la historia de la infamia de Hollywood. En especial, porque dejó claro, el poder de la campaña de intimidación emprendida por el ahora caído en desgracia Harvey Weinstein. Una situación que involucró desde una guerra sucia contra Spielberg y su equipo, hasta una extensa campaña de marketing. Esta última, con una agenda de entrevistas que obstaculizaban las de sus rivales a un extremo, que pronto solo se hablaba de la cinta de Madden.
Al otro extremo, hubo fiestas, regalos, obsequios y todo tipo de adulación para los votantes. Weinstein además, presionó a diversos medios y publicaciones, para hacer correr una serie de rumores acerca de los errores históricos en la obra de Spielberg. También, que lo mejor de la cinta apenas ocurría en los primeros 15 minutos, lo que provocó salas vacías y críticas maliciosas. Todo, mientras una monumental campaña de prensa, vendía a Shakespeare enamorado como una obra para un público culto y selecto. Al contrario de la epopeya bélica de Spielberg, que se percibía como una cinta aburrida y sin alicientes.
Por último, y luego de casi un año de ser la favorita, Salvar al soldado Ryan vio disminuir sus posibilidades de obtener la estatuilla a mejor película, hasta desaparecer. Por lo que el triunfo de Shakespeare enamorado en 1999 como mejor película, tuvo un sabor agridulce. Atrás quedaba rezagada no solo la épica de Spielberg, sino la ética en campañas publicitarias. Un giro de circunstancias que marcaría a la Academia en adelante.
‘Crash’ (Colisión), la película que nadie quería
El año 2005 fue de especial importancia para el cine que profundizaba en la diversidad, la tolerancia y el amor. Brokeback Mountain de Ang Lee se convirtió en toda una rareza que sorprendió a la crítica y cautivó al público. La historia de dos vaqueros que terminan por enamorarse y vivir bajo el peso de la discriminación, era conmovedora por necesidad. Pero además, el director logró dotar a la cinta de un aire de romance trágico y atemporal, que se convirtió en parte de la historia del cine. Lo que le valdría 8 nominaciones al Oscar.
Al otro extremo, Crash (Colisión) de Paul Haggis, exploraba en el racismo desde un punto de vista estereotipado y con evidentes problemas de guion. Pero definitivamente, era una candidata mucho más tradicional para triunfar en la noche de los premios. A pesar de los señalamientos a su argumento manipulador y su punto de vista artificioso acerca de un tema incómodo, la cinta obtuvo seis nominaciones.
A medida que se acercaba la noche de la premiación, fue evidente que la situación para Terreno vedado era cada vez más complicada. Eso, cuando miembros de la Academia como Ernest Borgnine y Tony Curtis expresaron en público su malestar contra de la película. Una situación que se volvió más complicada, por una serie de publicaciones sobre la imagen supuestamente desvirtuada sobre el vaquero tradicional que ofrecía la cinta.
No obstante lo anterior, nadie esperaba que Crash (Colisión), venciera a la película de Ang Lee de manera total. Que fue precisamente lo que sucedió cuando la cinta ganó tres premios de la Academia, incluyendo el de mejor película. Una decisión, que incluso el mismo Paul Haggis ha criticado, opinando que su película no merecía el reconocimiento. Para la historia de los escándalos.
‘Green Book’ y su incómodo drama
La cinta de Peter Farelly despertó críticas apenas comenzó la temporada de premios 2019. Eso, al tomar la historia alrededor del pianista Don Shirley y convertirla en un drama que en apariencia reflexionaba sobre el racismo. Solo que, en realidad, la cinta tomaba la figura del reconocido músico, para explorar en una fórmula controversial: la del llamado negro mágico. Que no es otra que un giro argumental que utiliza la vida de un personaje negro, para convalidar la redención de uno blanco. Un recurso que la cinta, que contaba la improbable amistad entre Shirley y su chofer Frank “Tony Lip” Vallelonga, utilizó sin mucho disimulo.
Más complicado todavía, resultaba la exploración sobre la discriminación, convertida en un escenario menor y exótico, para enaltecer a sus personajes. Expertos en política racial insistieron que la cinta carecía de solidez, investigación y que trivializaba situaciones gravísimas que Don Shirley debió atravesar. Todo se volvió peor, durante la gira de prensa, en que ninguno de los miembros del equipo de producción o sus protagonistas, supo responder a las preguntas sobre el complicado contexto. Mahershala Ali, que terminaría por ganar el Oscar por su interpretación de Don, evadió sin mucho disimulo las interrogantes más espinosas.
Por otro lado, Viggo Mortensen (Vallelonga en la ficción) se expresó en términos insultantes contra la comunidad negra. Lo que ocasionó revuelo y después, una disculpa pública. Para terminar en tensas proyecciones de prensa en las que se prohibieron las preguntas. Eso, hasta llegar a las cancelaciones cuando se aproximó el final de la temporada de premios. Con todo y a pesar del escándalo, la cinta se alzó con la estatuilla a mejor película del año 2019.
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