La gripe aviar ha sido una de las grandes preocupaciones sanitarias de 2024 y todo apunta a que lo seguirá siendo en 2025. Hasta el momento, el país más afectado por un brote reciente está siendo Estados Unidos, donde el virus ha afectado ya a muchas especies animales más allá de las aves. De hecho, las vacas están siendo grandes difusoras de la enfermedad. Buena parte de las personas infectadas son granjeros que trabajan con estos animales y que, por suerte, han pasado la enfermedad con síntomas más o menos leves. Sin embargo, un nuevo caso detectado en Louisiana ha sacado a la luz una mutación que ha causado preocupación entre los expertos.
El paciente ha enfermado de más gravedad que la mayoría de los casos detectados hasta ahora. ¿Significa que se trata de un patógeno más virulento?. Para comprobarlo, se ha secuenciado el genoma de las muestras virales extraídas de sus células y se ha comprobado que, después de infectarle, el virus mutó hasta lograr aferrarse mejor a las células a las que invade.
De momento, los servicios sanitarios estadounidenses y la Organización Mundial de la Salud siguen considerando que el riesgo de pandemia es muy bajo. A pesar de esta mutación, el virus de la gripe aviar sigue sin poder contagiarse de humano a humano. Además, la fase de infección en la que ha mutado es suficientemente tardía para que esta no se siga difundiendo. Por eso, lo que ha ocurrido es solo una llamada de atención. Una llamada de atención que nos recuerda que en cualquier momento el virus podría dar el paso que le falta para alterar la calma que hemos recuperado después de la COVID-19. No debemos entrar en pánico, pero sí permanecer alerta.
Los nuevos pasos de la gripe aviar
El pasado mes de marzo de 2024 se notificaron varios casos de gripe aviar en cabras de una granja estadounidense. Se trataba de ejemplares jóvenes que se habían contagiado por el contacto con aves de corral. El virus en cuestión era la forma altamente patógena del Influenza A(H5N1). Se tomaron las medidas pertinentes para evitar que se siguiese extendiendo, pero poco a poco fueron apareciendo nuevos casos en el país norteamericano.
- CHECALO -
Ese mismo mes se detectaron varios casos en vacas lecheras de los estados de Texas y Kansas. Poco después, el 1 de abril, se notificó el primer caso en un ser humano. El paciente se había contagiado por contacto con una vaca mientras trabajaba. El segundo y el tercer caso llegaron en mayo, de nuevo por contacto con vacas lecheras.
Desde entonces se han notificado numerosos casos en multitud de mamíferos, desde alpacas hasta gatos. También ha habido al menos 66 diagnósticos en humanos, pero, por suerte, ninguno se ha producido de humano a humano. Solo ha habido una persona enferma a la que no se le conoce contacto con posibles animales infectados, pero se descartó que se hubiese contagiado de otro ser humano. Por lo tanto, a pesar de ser una variante altamente patógena, no parece que el peligro para nuestra especie sea muy elevado. Sería necesario que el virus mute para poder contagiarse de unas personas a otras. Esto aún no ha pasado, pero el caso de Louisiana nos recuerda la importancia de vigilar cada caso.
¿Qué sabemos sobre el caso de Louisiana?
La secuenciación del virus presente en las células del paciente de Luisiana muestra que se trata de una cepa del genotipo D1.1. Este es diferente del genotipo B3.13 que afecta al ganado, las aves de corral y otros animales en todo el país. No obstante, su origen está claro, pues también se encontró ese mismo genotipo en aves domésticas ubicadas en la casa del paciente. Es un genotipo que, además, se ha localizado en aves silvestres por todo Estados Unidos. Pero había una diferencia. En el material genético del virus presente en las células del paciente de Louisiana había una mutación que no estaba en las células de las aves que lo contagiaron. Esta consiste en unos ligeros cambios en el gen de la hemaglutinina, que ayuda al virus a unirse a las células a las que infecta. Se trata de una mutación que hace más eficiente el contagio y aumenta el riesgo de epidemia.
¿Cómo se generó esa mutación en el virus de la gripe aviar?
El virus de la gripe aviar, como cualquier otro, es incapaz de reproducirse por sí solo. Necesita la maquinaria de replicación de las células a las que infecta. Una vez que se hace con ella, empieza a sacar copias de sí mismo. Muchas copias. Y claro, es un proceso tan desesperado que se pueden cometer errores. Podemos visualizarlo como cuando nos castigaban de pequeños en el colegio a escribir 100 veces “no volveré a hablar en clase”. Al final teníamos tanta desgana que se nos podría colar un volveré sin tilde o un hablar sin h.
Estos errores, en el caso de los virus, son mutaciones que pueden provocar distintos efectos. A veces tienen un efecto negativo para el virus. Pueden incluso acabar con él. Otras veces son neutrales. Ni buenos ni malos. Sin embargo, hay mutaciones que pueden ser muy beneficiosas para los virus, por ejemplo al facilitarles el contagio de nuevas especies.
En este caso, parece que cuando el virus infectó las células del paciente de Louisiana y empezó a reproducirse cometió un fallo que le permitió aferrarse mucho mejor a las células. La parte positiva es que parece que ocurrió después de que se hubiesen sacado muchas copias, cuando la fase más infecciosa había pasado. Por lo tanto, puede que ese virus mutado no se llegase a esparcir a ninguna parte y haya muerto de éxito.
Pero si la mutación se hubiese producido antes y le hubiese dado la capacidad de saltar a otros humanos la situación sería mucho más grave. Por eso es esencial que todos los casos se notifiquen y se secuencien. De este modo, el virus de la gripe aviar permanecerá bajo control y no tendremos que temer ningún gran susto en 2025.
DERECHOS DE AUTOR
Esta información pertenece a su autor original y fue recopilada del sitio https://hipertextual.com/2024/12/mutacion-gripe-aviar-2025