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mpezaban la década de 1950. Era medianoche y un niño buscaba en la radio estaciones para escuchar música. Y Javier Bátiz completaba su narración con su característico acento “De repente, Un bato dijo ‘esto es blues para todos ustedes’. Fue cuando por primera vez oí Midnight Blues, de T. Bone Walker. Seguí escuchando el programa hasta que se acabó, hasta la una de la madrugada. Mi mamá nunca supo que lo oía; ella siempre me decía: ‘ Darling, apaga la radio, ya son las 10’. Hasta ahí llegó mi carrera de Pedro Infante, Jorge Negrete, Cuco Sánchez, Antonio Bribiesca y don Claudio Estrada”. Ray Robinson fue el locutor que le cambió la vida a Javier Bátiz al presentarle el blues desde una estación de radio pirata instalada en un barco cerca de Rosarito, Baja California. Años después, Bátiz ya veinteañero era la imagen de la transgresión social en aquel DF de finales de los años 60: usaba el corte de pelo afro –como el de muchos cantantes gabachos de blues, soul y rocanrol–, tenía amistad con personajes como Jodorowsky y José Agustín; al mismo tiempo los integrantes de The Famous Finks y Soul Force no sólo se distinguían como excelentes músicos, sino también por su facha jipiosa, y en ocasiones, llegar a las tocadas en motocicletas cual bikers de la película Easy Rider. En el escenario, Bátiz tocaba canciones inexistentes en la programación de la radio de aquellos años: El Brujo se discutía con chidas versiones de Charleena, Mustang Sally y una muy maciza de Lucille. Bátiz fue –es– por sí mismo el rocanrol blueseado más chido de México. Mientras Javier Isaac Medina Núñez descansa en su natal Tijuana, Javier Bátiz seguirá recanroleando por largo tiempo en este plano.
Espacios citadinos de rock multigeneracional
- CHECALO -
Ante una numerosa oferta de conciertos, festivales, libros, disco y adioses transcurrió el año 24 del siglo XXI. En la Ciudad de México es de mencionar que el Vive Latino de este año se realizó en el Autódromo Hermanos Rodríguez, pero en su emisión 25 regresará a su lugar de origen. Por su parte, hay foros que también tuvieron cambio de domicilio: en febrero pasado se inauguró, después de permanecer 28 años en la colonia Roma, el Multiforo Alicia en su nueva dirección: Eligio Ancona 145, Santa María la Ribera; otro espacio que reabrió después de un par de años es Gato Calavera, ahora se ubica en Avenida Xola 114, colonia Álamos y no olvidemos dos lugares donde también hay rock: La Piedad y El Péndulo. Por su parte, el Tianguis del Chopo llegó a un aniversario más y lo celebró de manera singular: con un homenaje a José Agustín y la invitación a La Jornada a compartir celebración: el Chopo cumplió 44 años y nuestro diario 40 añitos.
PD: Y para no sufrir nostalgia por 2024 hay conciertos para todos los gustos en el venidero 2025. Veamos: The Warning, 6, 7 y 11 de febrero, Auditorio Nacional; el 15 de febrero, El Tri anuncia el cierre de su gira Y todo por el rocanrol en el estadio GNP; Titans of Metal Fest será el primero de marzo en el Parque Bicentenario y el Vive Latino 15 y 16 de marzo. Salú y de coraza les deseamos Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.
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