Cuando Edgar Vivar llegó a formar parte de “El Chavo del 8”, haciendo los personajes del “Señor Barriga” y “Ñoño”, ya tenía un camino recorrido en las tablas, pues el teatro, como asegura en entrevista con El Sol de México, ha significado para él el arte primordial en su trayectoria.
Fue en su paso por la preparatoria cuando el ahora actor de 75 años, tuvo de manera fortuita, sus primeras clases de teatro, mismas que le abrieron un panorama que hasta ese momento no había experimentado.
“Tenía que llevar una actividad estética, lo que me gustaba era fotografía, pero no era compatible con el horario, además de que el grupo ya estaba lleno, entonces pues fui a teatro”, recuerda el actor, nacido el 28 de diciembre de 1948 en la Ciudad de México.
“No me caía bien el maestro, ya no regresé, pero me mandó decir que si no regresaba me iba a borrar. Después nos hicimos muy buenos amigos, el maestro, Gonzalo Correa y yo. Él narra que rogó tanto para que subiera al escenario que ya no me volvió a bajar”, contó el actor entre risas.
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De esa manera, la actuación lo llenó en todos los aspectos, interpretando textos de Antón Chéjov, un autor cuya obra le apasionó. Tiempo después, el actor entró a estudiar la carrera de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, una actividad que alternaba con el teatro, el cual cursó en el Centro Universitario de Teatro (CUT). “Estudiaba medicina en la mañana y asistía al CUT en la tarde”, dijo.
“El hecho de que estuviese trabajando en dos medios que parecieran no tener conexión alguna, como la medicina y el teatro, sí la tenían desde mi punto de vista. Como médico me sensibilizó el contacto con la muerte, con el sufrimiento humano, desarrollé una empatía. El arte en general desarrolla esa sensibilidad.
“En el caso del actor, es aún más demandante esa capacidad de análisis de entender al ser humano de una manera integral para poder reconocer las emociones, para poder hacer una interpretación. Son procesos creativos de un personaje”, añadió.
La televisión, su destino
Graduado como Médico Cirujano, Edgar Vivar ejercía su profesión, sin embargo, nunca dejó por completo su faceta como artista. En aquella época de su vida, realizó un comercial para la televisión que le abrió el camino hacia un nuevo medio, una vez más, de manera imprevista.
“Como llegué a la televisión fue a través de un comercial, un trabajo sumamente sencillo. Fui convocado por mi trabajo que vieron en el teatro. Me dieron el papel sin yo pedirlo realmente. Al director le gustó”, comentó.
“Fue producto del trabajo, lo que hace que te recomienden. Ese comercial ligó a otro y ese a otro… llegué a tener cinco o seis comerciales al aire al mismo tiempo, lo cual es mucho”.
A través de esas relaciones, Edgar Vivar trabajó con Nacho Brambila, un productor que conocía a Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, con quien realizaría algunos de los personajes por los que la gente más lo recuerda.
La vecindad, su casa
Afortunado es como Edgar Vivar se siente, al tener la posibilidad de haber interpretado a personajes hechos para él, escritos por “Chespirito”, a quien considera el mejor escritor de televisión de habla hispana.
“Se han concatenado muchas cosas para llegar hasta donde estoy. Me considero principalmente un ser muy afortunado. Hizo un personaje para mí, conociendo mis capacidades y desde luego también mis limitaciones. Eso considero que ha sido el mejor regalo que me ha dado la vida con respecto a mi trabajo”, asegura respecto al creador de “El chavo del 8”.
“Lo recuerdo como un hombre bondadoso, además muy inteligente y un hombre que sabía escuchar. Es muy raro que una persona, que producto de su trabajo llegue a tener tanta importancia, tenga esa humildad”, expresó.
“Siempre dijo que su éxito era un trabajo de equipo, producto de la constancia. Si lo ves ahora hacia la distancia, hacia atrás, fue un hombre que concibió el éxito después de los 40 años, gracias a su empeño”, añadió.
En “El Chavo del 8”, uno de los programas de comedia más populares en México y América Latina, Edgar Vivar interpretó al “Señor Barriga y a “Ñoño” en la década de los 70, compartiendo elenco con el mismo Roberto Gómez Bolaños, María Antonieta de las Nieves, Ramón Valdés, Florinda Meza y Carlos Villagrán.
Por otra parte, en otros proyectos de “Chespirito”, Vivar dio vida a “Gordon Botija Pompa y Pompa” en los sketches de “Los Caquitos”, al “Dr. Nájera” en la saga “El Chanfle” y a “Kilos” en la cinta “Don Ratón y don Ratero”.
Así, en la vecindad de El Chavo, de pronto sus características físicas, que le habían representado causa de burlas durante su infancia, se convirtieron en parte de sus armas para conquistar a la audiencia, y a que ésta le tomara un cariño que hasta el día de hoy se mantiene.
“Es aprovecharlo, el talento no tenía que ver nada con el aspecto físico. Yo sabía que tenía talento, eso es verdad, y Roberto lo vio también. El mejor halago que me hizo alguna vez fue decirme: yo te tengo a ti por buen actor, no por gordo, gordos hay muchos, talentosos escasean”.
Un comediante humilde
A pesar de ser considerado como un ícono de la comedia en México, es seguro que Edgar Vivar robó más de una carcajada a su público en su paso por “el programa número uno de la televisión humorística”, algo que reconoce en conjunto al equipo con el que trabajó, no individualmente.
“Mis compañeros eran muy buenos haciendo cada quien lo suyo. Roberto fue el artífice que construyó todo esto. La visión es que fuera perenne, que se quedara ahí y hasta hoy en día sigue”, mencionó.
En ese sentido, Edgar Vivar apuntó que cada que ve sus personajes en la pantalla, siente satisfacción por saber que participó en algo que ha trascendido el tiempo. “El objetivo principal ahí está, porque sigue haciendo reír, así como la misión del actor: convencer, inspirar, y si el trabajo de nosotros como grupo inspiró a que se crearan ahora nuevos comediantes, qué mejor”, aseguró.
Sin límites, fue a la pantalla grande
Después de que finalizaron sus proyectos con Roberto Gómez Bolaños, Edgar Vivar experimentó una nueva realidad, el cine internacional, al cual llegó a raíz de las circunstancias personales de aquel tiempo.
“Cuando terminó “El Chavo”, aquí (en México) no me daban trabajo y me fui a España y a Argentina. Me ha tocado hacer cine en casi todos los países de América Latina”, explicó.
“Frankenstein’s Great Aunt Tillie” fue una de sus primeras películas en el extranjero, por lo que el actor la recuerda con cariño. En ella actuó al lado de Donald Pleasence y Zsa Zsa Gabor. “Me impresionó por los actores, yo iba por curiosidad y por querer hablar con ellos. Siempre he sido muy cinéfilo. Nunca se exhibió aquí en México, desgraciadamente. Fue una película extraña, pero divertida”, dijo.
Actuar en producciones fuera de México para Edgar Vivar representó un reto mayor al de actuar en su país. “Es un reto, como todo. El reto es mayor cuando lo tienes que hacer en un idioma diferente”, admite.
“Me ha tocado hacer películas no solamente en inglés, sino en portugués, por ejemplo, o una pequeña participación en una película francesa también, pero son retos y la vida está llena de retos”, mencionó el actor, cuya filmografía incluye “Bandidas”, junto a Salma Hayek y Penélope Cruz, “El orfanato” dirigida por Juan Antonio Bayona, entre otras cintas.
Un actor versátil
Si bien la comedia es uno de los géneros que caracterizan la trayectoria de Edgar Vivar, también se ha desempeñado en otros géneros. Con ello, el actor ha demostrado ser capaz de ir de un personaje a otro sin limitaciones.
“He tratado de ser versátil. Frente a un público que se acostumbra a verte en un solo rubro, tiende a pensar que no puedes funcionar en otro. Lo más difícil es convencer a los productores de que puedes hacer cosas diferentes”, comentó.
La experiencia de actuar, también la ha llevado al doblaje, ámbito en el que ha participado en las películas de Pixar “Ratatouille” y “Up: una aventura de altura”. Además, “Mi villano favorito 2”, “Minions”, “Los pingüinos de Madagascar, la película” y otras entregas de la saga “Mi villano favorito”, incluida la última parte lanzada este 2024.
“Me ha tocado doblar para películas muy lindas. Te hablan por la voz, y tu compromiso es igualar la calidad de lo que estás doblando, si la puedes superar, mucho mejor”, dijo sobre el doblaje.
No piensa en el retiro
Con 75 años cumplidos, Edgar Vivar mantiene la motivación de seguir tomando escenarios y sets de grabación. Después de superar complicaciones de salud en más de una ocasión, mantenerse en la actuación es algo que celebra.
“He estado cuatro veces en terapia intensiva, con algunas complicaciones. Me dijeron que ya no podría volver a trabajar, que buscara otra manera de ganarme la vida porque iba a quedar mal. Afortunadamente no fue así”, apuntó. “Quiero aprovechar el tiempo. Los productores me siguen llamando me imagino que es por mi trabajo, pues todo es producto del trabajo, nada más”.
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En esta época decembrina, el actor está por iniciar una temporada en el teatro con la puesta en escena «Tradicional Pastorela Mexicana», que llegará al Claustro del Instituto Cultural Helénico del 19 al 29 de diciembre.
“La pastorela es un género muy mexicano, muy nuestro, muy tradicional, de las pocas cosas que quedan, creo que debe fomentarse que no desaparezcan. Es un espectáculo familiar con un vestuario muy vistoso, muy folklórico, lleno de color y música en vivo”, finalizó Edgar Vivar.
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