Díaz-Canel pide a una pyme privada que duplique su producción de láminas de cedro para habanos

La Habana/Miguel Díaz-Canel recorrió hace poco los más de 360 kilómetros que separan el Palacio de la Revolución del taller Laminados Concepción, en Cabaiguán, con una misión urgente. Quería, según Cubadebate, pedirle personalmente al dueño de esa mipyme privada duplicar su trabajo actual y fabricar, en un año, 3,2 millones de láminas de cedro. Para lograr el objetivo, prometió toda clase de facilidades. 

Alexis Concepción, que comenzó como cuentapropista y ahora, como dueño de mipyme y jefe de 11 empleados, vio los cielos abiertos. Aunque no revela cuánto le pagan –en una entrevista aseguró que le ahorraba al Estado más de un millón de dólares en importaciones–, comprende muy bien el porqué de su apremio: sus láminas de cedro son indispensables para darle el toque de calidad a los tabacos cubanos, envolver las unidades y encender, durante las catas profesionales, cada puro. 

Todo conocedor sabe que sin una llama alimentada por la lámina cedro, el habano no logra adquirir el sabor excepcional que le da esa madera, que es el único material con el que se fabrican las cajas premium. Además, Habanos S.A. vende con mayor frecuencia –sobre todo para Europa y a precios asequibles– vitolas envueltas en cedro sobre las que se fija la anilla. Este estilo de presentación se ha puesto de moda y protege la capa del puro durante los vaivenes de la exportación. Solamente el año pasado, Habanos ingresó 721 millones de dólares por la venta de tabaco. 

Concepción dice ser consciente de la necesidad de las láminas que fabrica y asegura que las pymes tienen mucho futuro en la industria auxiliar del tabaco

Concepción dice ser consciente de la necesidad de las láminas que fabrica y asegura que las mipymes tienen mucho futuro en la industria auxiliar del tabaco. Habanos importa casi todo lo que vende, desde las guillotinas –cortapuros–, las anillas con relieves y el resto de las habilitaciones (adornos de la caja). De momento, el taller solo puede confeccionar 1,2 millones anuales, pero Díaz-Canel ha puesto toda clase de recursos a su disposición para casi triplicar la producción. 

El medio oficial señala que la preferencia de Díaz-Canel por la empresa no es casual. El mandatario, afirma Cubadebate, vio con buenos ojos que Concepción empezara a hacer obras en su comunidad. Laminados Concepción ejerce una especie de patronazgo en su barrio. La empresa financia el asfaltado de las calles e instaló un sistema hidráulico –que incluye un tanque de 10 metros cúbicos– en la zona. 

“El agua aquí era una polémica y constituía uno de los principales planteamientos de la población, las personas pasaban mucho trabajo. Ahora todos están contentos porque tienen agua en sus casas”, asegura el empresario. 

“El agua aquí era una polémica y constituía uno de los principales planteamientos de la población»

Sin embargo, objeta Concepción, incluso así el cumplimiento “es difícil”. El primer problema es el cedro, que ahora le brinda la Empresa Forestal de Sancti Spíritus. Para obtener la madera, Laminados Concepción depende de una cadena burocrática que empieza por los bosques y pasa por el papeleo de la Empresa de Envases para el Tabaco y de la Agroforestal. 

Hay más dificultades de índole burocrática. “Pudiera pensarse que, 3 años después de lanzarnos al mercado somos una entidad afianzada, pero todavía enfrentamos trabas con la parte normativa que cambia constantemente”, lamenta Concepción. Muchas veces los funcionarios obstaculizan su labor por tratarse de una mipyme, pese a que ellos se consideran “una empresa que se puede expandir, que tenga exportaciones y que ellas aporten a la economía del país”. 

Necesita también dar estabilidad a sus 11 trabajadores, que no tienen salario fijo. “Hay meses que ganan más y otros en que ganan menos, pero es un buen salario que oscila entre los 12.000 y los 14.000 pesos mensuales. De hecho, está muy por encima del salario mínimo del país”, afirma. 

La tecnología utilizada en el taller –cuatro máquinas ensambladas a partir de material obsoleto–, otra de las cuestiones primordiales, ha dependido exclusivamente de la capacidad de invención del dueño de la mipyme. La joya de la empresa, un torno vertical único en su tipo, fue fabricado por el propio Concepción y ha sido elogiado por medios internacionales como una rareza. El taller cuenta también con una máquina rectificadora de láminas, una guillotina de cortes especiales, y una troceadora de madera. 

Si el negocio va bien, pretenden fabricar también depresores linguales para Salud Pública y espátulas para la toma de muestras citológicas (aplicadores). Además, con los recortes de cedro quieren fabricar una loción con fines terapéuticos. 

“¿Pudiera contar el país con estos productos en 2025?”, pregunta Cubadebate. Concepción solo se atreve a responder con un cauteloso “quizás”.