Trabajadores de Limpia Pública viven entre los desechos arriesgando su vida

Diariamente, los trabajadores de Limpia Pública salen a las calles para recolectar la basura que es sacada por particulares y negocios a los espacios que están marcados para ello, pero se enfrentan a que no siempre son respetados horarios y días establecidos.

Xalapa sin tiene cultura para separar residuos

Aseguran que en Xalapa no solo no existe cultura de la separación de la basura sino que incluso las personas dejan residuos destapados o artículos que pueden representar un riesgo para quienes realizan este trabajo.

Desde antes de las 07:00 horas, Pedro Cerón Soto saca su camión de la cochera de la Dirección de Limpia Pública ubicado en la avenida Rébsamen, a fin de realizar la colecta de la basura en varias colonias de la ciudad, las cuales, asegura, muchas veces permanecen sucias ante la poca educación de las personas por cumplir con los horarios marcados.

Cotidianamente recolecta entre 15 y 16 toneladas de basura, cantidad que se reúne en dos “viajes” que se hacen para “limpiar las calles”.

Su recorrido incluye las colonias Predio de la Virgen, Carolino Anaya, Jardines de Xalapa y Francisco Villa, cuyas calles todos los días están llenas de basura por el cúmulo de casas y negocios que se encuentran en la zona.

¿Cuántos trabajadores operan en los camiones de recolección de limpia pública?

En su camión también van tres ayudantes, quienes se encargan de tocar la campana para avisar que se realizará la recolección, recoger la basura, separarla e incluso barrer la banqueta en donde son colocadas las bolsas con estos residuos.

En bolsas negras o lonas, “los muchachos”, como les dice a sus ayudantes, separan el pet, el cartón, las botellas de cloro o suavizante, las cajas de leche y todo aquello que sirva para obtener un monto extra diario al realizar su venta en centros de reciclaje.

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“Aquí se recolecta todo tipo de cosas, desde basura normal que es de la comida hasta muebles o arena con heces de gato o perro, que son cosas que uno no debería estar recogiendo porque no la guardan como se debe y pueden suceder accidentes”, comentó.

Por casi cuatro décadas ha prestado sus servicios a Limpia Pública y durante ese tiempo se percató que la cantidad de basura va en aumento, pero la “educación de las personas va para abajo”.

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“La verdad es que nadie tiene consideración ni respeto por la labor que hacemos, dejan la basura como se les da la gana, no hacen nada de separación y veces ponen cosas que nadie quisiera agarrar con sus manos, nosotros nos dedicamos a esto porque así lo hemos hecho y no hemos tenido otras oportunidades”, expuso.

¿Por qué los trabajadores que recolectan la basura están expuestos a riesgos de salud?

Refirió que muchas veces los trabajadores se exponen a riesgos porque las personas tiran a la basura sin el menor aviso cuchillos, navajas de rasurar, jeringas, clavos, cristales o productos químicos.

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A ello, dijo, se le tiene que sumar la falta de higiene que se tiene con la basura del sanitario o de los negocios que se dedican a la venta de carne o alimentos.

“Hay días en los que nos encontramos cada cosa que da asco, pero ¿qué hacemos?, no tenemos de otra, lo que sí es que procuramos evitar cualquier riesgo para enfermarnos o contagiarnos de algo”, expresó.

Su recorrido por la zona es diario, salvo que el camión se descomponga o no estén en condiciones para salir a la calle, y, en ese caso, se cuenta con el apoyo de otras unidades.

El primer “viaje” que lleva al relleno sanitario de El Tronconal es alrededor de las 12:00 horas, cuando ya se recolectaron unas ocho toneladas de basura.

La segunda vuelta, comentó, concluye como a las 17:00 horas, y de ahí se va a entregar el vehículo para volver a usarlo al siguiente día. “Las únicas pausas que hacemos son para echar un taco, desayunamos y luego comemos, pero de ahí en fuera estamos todo el día activos, tratando de dejar lo más limpio que se puede, incluso traemos hasta una escoba para barrer los lugares en donde recogemos la basura”, manifestó.

Consideró que es necesario que las autoridades coloquen cámaras de vigilancia en los lugares donde las personas incumplen con los horarios de recolección, a fin de mejorar la educación que se tiene sobre el tema de la basura.

“Aunque nosotros le echemos muchas ganas, necesitamos de la ayuda de la población y de las autoridades, estamos seguros de que si se empiezan a aplicar multas lo van a pensar dos veces antes de poder tirar la basura en donde no se debe y en los horarios que no les corresponde”, dijo.

Además, indicó que se requiere una mayor conciencia del trabajo que realizan los recolectores de basura, pues son quienes buscan que la ciudad se vea limpia.

“Nuestra labor es muy importante, pero no se ve, lo que se necesita es que las personas nos respeten más y se pongan en nuestros zapatos, que piensen que todos los días nos esforzamos por mantener limpio y que respeten las reglas de la autoridad, un poco de mayor conciencia y educación nos ayudarían mucho”, agregó.

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