Concierto sinfónico de Miguel Mateos trae al Metropólitan los recuerdos y nostalgia ochentera

Los recuerdos y la nostalgia de los años 80 se apoderaron del Teatro Metropólitan con la presentación del cantante argentino Miguel Mateos, quien brindó una noche de éxitos que transportaron al público a los diferentes momentos de su carrera musical.

En su entrada al escenario, Miguel Mateos se dejó querer por su audiencia, que enseguida lo ovacionó; las entradas se agotaron horas previas al espectáculo. Inmerso en ese ambiente de admiración, el cantautor argentino estremeció a sus seguidores con “Mi sombra en la pared”, la primera canción de la noche.

“Hermanos y hermanas, buenas noches. Hoy va a haber de todo ¿eh?”, mencionó Mateos, para después continuar con “Un mundo feliz”. En ese instante no olvidó pedir reconocimiento para los músicos, a quienes presentó como “jóvenes talentos mexicanos que nos acompañan esta noche”.

“Perdiendo el control” y la balada “Beso francés” fueron las canciones con las que el artista siguió el setlist. Para el fin de la segunda, pidió que los presentes, sin importar su orientación, se dieran una muestra de cariño.

En las pausas entre los temas, Miguel Mateos manifestó su alegría por estar en el Metropólitan, diciendo que el sonido allí adentro era de su agrado.

Es una maravilla, un placer enorme estar aquí esta noche.

De igual forma, se dijo feliz de regresar a la Ciudad de México. “La altura me sigue poniendo en mi lugar. Pero la paso tan bien”, dijo agitado.

“Hagamos el amor”, “Un gato en la ciudad” y “Es tan fácil romper un corazón” contagiaron de nostalgia al público, que cantó con emoción cada una de ellas.

“Esta canción fue escrita acá, hace muchos años. Está dedicada a este pueblo que tanto quiero”, dijo antes de interpretar “Atado a un sentimiento”.

También interpretó “Tirá para arriba”, que catalogó como un llamado a la tenacidad y a nunca dejar de buscar lo que se quiera, formó parte del concierto.

Con el público de su lado, entregado a él, Miguel Mateos les pidió que gozaran bailando “Obsesión”, algo que los presentes cumplieron con creces. Al terminar, el goce se prolongó con “Cuando seas grande”, uno de los mayores éxitos de su carrera.

Después de una pausa en el desarrollo del show, Miguel Mateos regresó al escenario con su banda, ya sin la orquesta, para dar el último set.

En lo que llamó «quinteto de rock and roll”, el exponente argentino Miguel Mateos cerró la velada con los temas “Mal herido” y “Lola”.