La industria textil reúne una gran huella de carbono, el uso de fibras contaminantes que pueden liberarse al ambiente y, en algunos casos, la explotación de los trabajadores de las fábricas. Por eso, se nos anima como consumidores a comprar prendas de forma consciente, no dejándonos llevar por impulsos y buscando solo aquello que sepamos que vamos a usar. Además, en los últimos años se ha animado mucho al consumo de ropa vintage o de segunda mano. Es una forma de reutilizar las prendas que aún se encuentran en buen estado, para darles una segunda vida y evitar que se siga fabricando y consumiendo ropa nueva. Sin duda, es buena idea, pero hay que tener en cuenta algunas precauciones.
Y es que, según un artículo publicado en The Conversation por Primrose Freestone, profesora de microbiología de la Universidad de Leicester, la ropa vintage puede llevar con ella multitud de microorganismos o parásitos causantes de enfermedades.
La mayoría no nos enfermarán si tenemos un sistema inmunitario competente, pero las personas inmunodeprimidas sí que deben prestar especial atención a la hora de adquirir este tipo de prendas. No quiere decir que no lo hagan. Sin duda, es una forma muy amigable con el medio ambiente de estrenar ropa. Pero sí que se debe lavar a conciencia para evitar infecciones.
Los patógenos de la ropa vintage
La ropa vintage, como la nueva, está en contacto directo con nuestra piel. Todas las personas tenemos viviendo en la piel multitud de bacterias, hongos e incluso virus que, normalmente, no nos causan ningún tipo de enfermedad. Forman parte de lo que se conoce como microbiota cutánea. Ese es su medio. Están adaptadas a él y viven en armonía con nosotros.
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Sin embargo, cuando se sacan de nuestra piel y pasan a otra, con una composición distinta en su microbiota, sí que pueden revolverse e infectar las células. Por ese motivo se dice, por ejemplo, que no compartamos brochas de maquillaje con otras personas. No es necesario que tengamos acné o cualquier otra enfermedad visible de la piel. Basta con nuestra propia microbiota para causar brotes de acné u otras infecciones cutáneas a otra persona.
En el caso de la ropa vintage pasa lo mismo. Las personas que la utilizaron anteriormente podrían haber tenido en su microbiota ciertos microorganismos, como las bacterias del género Staphylococcus, los hongos Candida o el virus del papiloma humano. En su cuerpo puede que no produjesen infecciones, pero sí en el nuestro al hacernos con la ropa vintage.
También puede haber parásitos, como los que causan la sarna. Estos no pertenecen a la microbiota, casi siempre causan síntomas y pueden pasar muy fácilmente de una persona a otra, ya sea por contacto directo o con objetos como la ropa.
Existen microorganismos que pueden sobrevivir durante 90 días en la ropa de algodón. La cifra se eleva hasta los 200 días con las prendas de poliéster. Y si, además, hay humedad en el ambiente, la situación puede ser aún peor. Por eso, es muy importante tomar medidas.
¿Cómo se debe desinfectar?
Generalmente la ropa vintage se puede adquirir de dos maneras: en establecimientos especializados o en aplicaciones tipo Vinted. También en rastrillos y mercadillos, por supuesto. En el caso de las tiendas, suele haber responsables del negocio. Suelen asegurar que desinfectan la ropa antes de venderla. Sin embargo, Freestone cita varios estudios en los que se encontraron cantidades bastante elevadas de ciertos patógenos.
Por otro lado, en los rastrillos o Vinted suelen ser usuarios privados los que venden su propia ropa. Ahí nos podemos encontrar de todo. Hay personas muy cuidadosas, pero otras no lo son tanto, pues venden la ropa vintage sin ni siquiera lavarla antes.
Por si ese fuese el caso, la recomendación es que nos encarguemos nosotros de lavar la ropa siempre. Es recomendable hacerlo con detergente y a temperaturas por encima de los 60ºC, ya que la mayor parte de microorganismos que podemos encontrar en estas prendas no sobreviven a tanto calor. El problema es que, cuando se trata de prendas delicadas o que pueden encoger, se deben lavar siempre con agua fría. En ese caso, la recomendación es dejar la ropa durante unas horas en remojo con agua fría y un desinfectante textil. Después, se lavaría a máquina de la forma habitual.
Finalmente, si vamos a lavar ropa vintage es recomendable hacerlo por separado de nuestra ropa, ya que podría producirse una contaminación cruzada.
Es importante remarcar que con este artículo no pretendemos desaconsejar el uso de ropa vintage. Darle una segunda vida a las prendas que se iban a desechar siempre es una buena idea. Pero debemos tener en cuenta estas precauciones para que esa segunda vida no nos pase factura. Es tan simple como lavar antes de estrenar. De hecho, no es solo aplicable a la ropa vintage. Si quieres, para curarte en salud, lava siempre todo antes de su primer uso.
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