El olor de la masa cocida al vapor atrajo a cientos de comensales que llegaron al parque Benito Juárez para ser partícipes del Festival del Pan, Tamal y Chocolate 2024.
Los estantes lucieron llenos de clientes, quienes degustaron de los alimentos elaborados con cuidado por cada uno de los comerciantes locales.
Las hojas de maíz, plátano, papatla o papel encerado envolvieron perfectamente cada pieza de las que fueron ofertadas durante el fin de semana.
- CHECALO -
Las vaporeras, luciendo su clásico color plata metálico, a la vista, invitaron a los paladares a probar los alimentos que están en su interior.
Al rememorar el anuncio, ese que todos conocemos bien, «de dulce, de chile, de rajas, de mole, ranchero, de verduras y elote», fue la variedad que se ofreció.
Pero también hubo de pollo, de cerdo, de camarón, de manjar, de piña, con mermelada y ¿por qué no?, bañado con leche condensada o cajeta.
Sin importar el tipo de paladar que tuvieran los clientes, cada uno quedó satisfecho con los sabores de los tamales.
Pero y ¿qué decir del atole o el chocolate?, pues también se contó con amplia variedad porque el objetivo era atraer el mayor número de clientes.
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Con base de agua, de leche, masa, maíz o fécula de maíz, los atoles se sirvieron en vasos de varios tamaños.
El humo salía de los recipientes de barro, de aluminio o peltre en el que fueron calentados y elaboradas las bebidas.
Algunas fueron acompañadas por pan, «pa’ amarrar», dice un comensal mientras le da una mordida a una pieza sacada de un horno de leña, según la publicidad del comerciante que los vendía.
Este fue el tercer día del Festival, el cual atrajo no sólo a clientes xalapeños, sino de varios municipios cercanos y uno que otro turista.
«Tuvimos la curiosidad de venir a comprar porque nos dijeron de este evento y no nos queríamos ir sin probar, nos gustó y nos vamos satisfechos», comentó Elena Aguas, originaria de Morelos.
A pesar de que este festival se realizó en el marco del festejo del Día de Muertos, las ventas sí fueron satisfactorias y los clientes mostraron su agradecimiento al comprar alimentos de calidad.
El reporte total de ventas, de acuerdo a las autoridades, se presentará en los próximos días, pero los comerciantes aseguran que fueron «muy buenas».
El pan, el tamal, el atole y el chocolate son alimentos indispensables en los altares con los que se recuerda a los difuntos, pero en esta ocasión fueron un deleite para los vivos.
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