El veterano director Clint Eastwood estrena su nueva película, Jurado Nº2. El oscarizado cineasta, una de las figuras más importantes de la historia del séptimo arte, regresa una vez más a la gran pantalla a sus 94 años. Lo hace dirigiendo un drama judicial que supone su película número 42 y en la que cuenta con Nicholas Hoult (X-Men, Mad Max: Fury Road, The Great) como gran protagonista. Un proyecto que los rumores apuntan a que podría ser también el último de Eastwood, que planearía retirarse tras toda una vida dedicada al cine.
La trama de Jurado Nº2 sigue a Justin Kemp, un joven a punto de ser padre al que le toca acudir a un juicio como posible miembro del jurado. A pesar de que su esposa está a punto de dar a luz tras haber perdido poco antes a dos gemelas, Justin es seleccionado como uno de los 12 miembros que deberán decidir si un hombre asesinó a su pareja o si es inocente. Un caso que el protagonista descubrirá que le toca mucho más cerca de lo que esperaba y que le situará ante un enorme debate moral.
Jurado Nº2
Clint Eastwood ofrece un nuevo derroche de talento y maestría para embaucar desde lo reflexivo en el género del drama judicial. Una película llena de garra y pulso que recuerda a lo mejor del director al tratar varios temas clásicos de su carrera como la justicia y la culpa. Sus protagonistas, especialmente Nicholas Hoult y Toni Collette, están sensacionales en sus papeles.
Dirigida con pulso
Lo primordial a destacar de Jurado Nº2 es que una película así pueda nacer de un director de 94 años. Clint Eastwood ha desafiado todas las leyes lógicas de su edad y estrena un filme enorme y muy sólido que no está al alcance de la mayoría de cineastas de estudio más jóvenes que él. Una vez más, regresa con la maestría de los elegidos para dejar pegados al asiento a los espectadores durante dos horas vibrantes y emocionantes.
Evidentemente no es la mejor obra de su filmografía, pero sí es una de sus mejores de los últimos 15 años. El director imprime mucha garra y pulso a un relato que requería de un cineasta ágil para no caer en la monotonía o en la pesadez. Porque el guion es brillante sobre el papel, pero la falta de acción suponía un reto que Clint Eastwood supera sin dificultades tirando de talento y veteranía como solo unos pocos saben.
Un filme reflexivo
Es especialmente interesante es ese aspecto. Ver cómo en Jurado Nº2 Eastwood destierra definitivamente todo rastro de acción para centrarse en los que mejor ha hecho siempre, la reflexión. La película transita por muchos de sus lugares comunes: la justicia, la culpa, el perdón, la necesidad de hacer lo correcto… Son los temas que más han interesado siempre al cineasta, que vuelve a sacarlos a palestra sin la intención de dar lecciones morales.
Jurado Nº2 no cuenta con moralejas. Plantea varios conflictos que se agarran al espectador para dejarle con el corazón en un puño y la mente dando vueltas. Peor no hay ninguna necesidad de resolverlos. O, al menos, de dulcificarlos. A estas alturas, Eastwood ha comprendido que la vida es muy compleja y que no existen las verdades absolutas.
Por eso, en Jurado Nº2 no busca instruir a nadie sino llevar al público en un viaje a través de su propia moral en el que las conclusiones serán las de cada uno. Esto provocará irremediablemente que haya quienes vean en su final un desenlace decepcionante y quienes lo recibirán como un cierre brillante y coherente.
Protagonistas en estado de gracia
Para llevar la manija de este juego de dilemas, Eastwood también ha conseguido sacar lo mejor de sus principales protagonistas. Nicholas Hoult deja quizás la mejor interpretación de su carrera y perfectamente podría hacerse un hueco en la temporada de premios. A pesar de las buenas dotes oratorias de su personaje, el actor no necesita siquiera articular palabra para mostrar sus verdaderos sentimientos y preocupaciones.
El juego de espejos entre lo que dice y lo que piensa su Justin es preciso y muy eficaz. Y también lo es la poderosa fiscal a la que interpreta Toni Collette, quientambién merecería ser considerada para más de un galardón como actriz de reparto. Juntos hacen un tándem excepcional que eleva aún más el buen hacer de Jurado Nº2. Y por si fuera poco están arropados por una dulce y brillante Zoey Deutch y unos imperiales JK Simmons y Cedric Yarbrough.
En definitiva, Clint Eastwood ha vuelto a firmar una película excepcional que, si se convierte en la última de su prolífica carrera, será una despedida por todo lo alto. La leyenda del séptimo arte recupera la forma tras un par de estrenos menores para elevarse por encima de sí mismo y de su edad con un filme rebosante de tensión y de acertadas reflexiones. Jurado Nº2 es un genial drama judicial que atrapará de principio a fin a los fans del género y a los seguidores del cineasta.
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