Se me ha recomendado brevedad. Me parece muy prudente. Por mi experiencia, la brevedad, en general, siempre se agradece. En mis años universitarios, obligado a complementar la magra beca de estudios, antes de que fuesen remuneradas mis habilidades en el mundo de la música, tuve que recurrir, como tantos de ustedes, a empleos eventuales. En uno de ellos, para casos de urgencia de los empleados, la empresa tenía habilitado un teléfono que funcionaba a base de fichas celosamente controladas por el encargado, un hombre de confianza de la casa, que racionaba el tiempo en plan estajanovista y distribuía celosamente los codiciados objetos.
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Joan Manuel Serrat: Discurso de recepción
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