La Habana/El gobierno de La Habana aseguró este viernes que está restableciendo el servicio de suministro de agua, dos días después de que se interrumpiera en las principales fuentes de abasto de la capital por «interrupciones eléctricas». De acuerdo con un escueto reporte, “17 bombas –de 19– ya están funcionando en Cuenca Sur”, una de las tres conductoras que había sufrido averías junto a las de Ariguanabo y El Gato.
Las afectaciones tuvieron impacto en numerosos barrios. En El Vedado y Nuevo Vedado, duramente afectadas por las roturas de los últimos días y por otras anteriores, la falta de agua obligó a cerrar negocios particulares. En la calle Tulipán, numerosas cafeterías suspendieron la venta de pizzas y bocaditos. La cancelación de sus ventas golpeó duramente a los estudiantes de varias escuelas y a trabajadores de los ministerios cercanos que son clientes asiduos de estos locales.
Cerca de la avenida Boyeros, en uno de estos puntos que comercializa batidos de frutas y sándwiches, la mañana de este viernes una vecina cercana advertía que “no ha entrado ni una gota de agua a la cisterna, así que no se pueden lavar ni los vasos”. Una cercana dulcería también cerró sus puertas a la espera de que se restablezca el servicio en un barrio que hace unos años se describía en los clasificados de compraventa de viviendas como un lugar donde “siempre hay agua, nunca falta”.
- CHECALO -
Una vecina cercana advertía que “no ha entrado ni una gota de agua a la cisterna, así que no se pueden lavar ni los vasos”
Pese al anuncio del gobierno, en algunos barrios, como Luyanó, aún no entra una gota de agua. Vecinos caminan por las calles con pomos y cubos para llenarlos en casas de los que tienen cisterna y aún conservan un poco de líquido de reserva.
Con frustración, los habitantes además ven que la poca agua que hay en la zona se desperdicia. “Cómo es posible que no haya agua en la ciudad, cuando río desbordado en la calzada de Luyanó”, dijo un vecino a 14ymedio. Este medio constató que, en efecto, sobre la calle hay un chorro corriendo por toda la vereda. “En toda la calzada está corriendo un río. No sé de dónde sale”, señala.
“Yo no tengo agua desde hace tres días”, agrega. “Nadie tiene agua aquí, porque casi nadie tiene cisterna”. Además, están los ladrones de agua, que introducen una manguera en las tuberías que discurren por las calles y aceras frente a las viviendas y chupan el agua.
A la escasez hay que sumar “la calidad del agua, que está llegando a los barrios ya contaminada, lo cual hemos detectado los vecinos por su color y mal olor. Debemos evitar que pueda desencadenarse una epidemia por esta causa. Hay que tener en cuenta las complicaciones que traería tal hecho sobre todo con la carencia de medicamentos que enfrentamos”, denunció Marilín López, habitante de La Habana, en un reporte de Granma.
La interrupción del suministro en estos días pasados ha llevado a la desesperación a los habitantes de numerosas zonas de La Habana. El pasado martes por la noche, en San Miguel del Padrón, los vecinos salieron a la calle a protestar luego de más de dos semanas sin agua. En días anteriores, en Centro Habana, La Habana Vieja y Luyanó las manifestaciones lograron el restablecimiento del servicio.
“¿Qué más van a hacer, si no pueden descargar los baños? Pues ponen la jaba en un cubo, a modo de taza de baño, y luego la cierran y para el basurero”
Ese mismo martes, las autoridades reconocieron que en la actualidad más de 600.000 personas sufren «afectaciones» con el abasto de agua en Cuba. En una nota publicada por Granma, explicaron que el número de personas que carecen de un acceso adecuado al agua en Cuba se ha ido incrementando hasta alcanzar el 7%.
Aunque el problema no es nuevo, se agudizó en las últimas dos semanas. El 21 de agosto, 14ymedio reportó que la escasez había provocado que en algunos lugares de la capital la situación se haya vuelto escatológica. En el municipio de Nuevo Vedado, por ejemplo, como los que viven más cerca, en Luyanó, utilizaban bolsas de plástico cuando “los llama la naturaleza”.
“¿Qué más van a hacer, si no pueden descargar los baños? Pues ponen la jaba en un cubo, a modo de taza de baño, y luego la cierran y para el basurero”, donde se amontona en los vertederos al aire libre, contó una vecina de ese municipio a este medio. Un problema tras otro, pues esos residuos orgánicos se amontonan en las más de 20.000 toneladas de basura que cada día se generan en la capital y que permanecen por días en las calles.
La crisis fue grave también en Caibarién, Villa Clara. Ahí empezó el 18 de agosto. Fue hasta dos semanas después que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado Villa Clara ofreció “disculpas por las molestias ocasionadas”. Se contabilizaron casi 35.000 afectados –oficialmente–. La respuesta ante la tardanza en las reparaciones y por la “situación muy crítica” fue la “política” de vender agua embotellada a la población.
El comunicador oficialista Henry Omar Pérez informó este jueves que a Caibarién habían llegado 4.255 galones de agua. Cada uno tiene un costo de 85 pesos. Sin embargo, acotó que se priorizará la distribución para los niños de entre cero y 13 años (5.089). Luego seguirán “los encamados, embarazadas y enfermos”; si queda, el resto de la población podrá comprarla.
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