La novela de los astronautas de la Starliner varados en la Estación Espacial Internacional aún no escribe su capítulo final. La NASA continúa trabajando para definir cuál es la mejor opción para traer de regreso a Butch Wilmore y Suni Williams, quienes se han visto obligados a quedarse en el espacio bastante más de lo planificado debido a los fallos técnicos registrados en la nave de Boeing.
Según informó ayer la agencia espacial estadounidense, se trabaja en un plan para definir cuál es la mejor opción para el retorno de los astronautas. Uno de los que se baraja es utilizar una cápsula Crew Dragon de SpaceX, si se concluye que es demasiado riesgoso que viajen de nuevo a bordo de la Starliner. La decisión final se conocería en próximos días.
SpaceNews recoge que la NASA planea anunciar su determinación a mediados de agosto. Si se confirma que no están dadas las garantías de seguridad para que Wilmore y Williams se suban otra vez al vehículo de Boeing, deberán permanecer en la Estación Espacial Internacional hasta comienzos de 2025. Los susodichos pasarían a formar parte de la rotación entre los tripulantes del laboratorio en órbita y volverían a la Tierra a bordo de la nave de SpaceX que se usará en la misión Crew-9.
Con miras a esta posibilidad, la NASA confirmó a comienzos de esta semana la postergación del lanzamiento de la Crew-9. El mismo estaba programado para el próximo 18 de agosto, pero ahora se ha retrasado hasta el 24 de septiembre. La idea de la agencia sería enviar la cápsula de SpaceX con dos astronautas en lugar de cuatro, como se planeaba originalmente, para que esos asientos queden disponibles para el regreso de Wilmore y Williams el próximo año.
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Todavía quedan asuntos por resolver en la Starliner
Mientras crecen las chances de que los astronautas de la Starliner vuelvan a la Tierra en una cápsula de SpaceX, Boeing no baja los brazos. Según reporta Ars Technica, la compañía aeroespacial está trabajando para convencer a los ingenieros de la NASA de que están dadas las condiciones para que Wilmore y Williams regresen en su vehículo.
Durante el ascenso de la Starliner a la Estación Espacial Internacional, se registraron fallos en cinco propulsores de la cápsula. Si bien tras el sobrecalentamiento se recuperaron cuatro de ellos, aún no se ha logrado determinar la causa definitiva del inconveniente. Los ingenieros de Boeing han hallado un abultamiento en el sello de teflón de una válvula oxidante. Pese a ello, la raíz del problema aún no se ha identificado y tampoco se ha descartado la posibilidad de que el incidente vuelva a producirse al intentar un regreso tripulado de la Starliner.
A esto se le suma otro problema que se vincula con el software del vehículo de Boeing. Hoy por hoy, la Starliner no se puede desacoplar de la Estación Espacial Internacional de forma autónoma. Si bien la cápsula cuenta con dicha capacidad, no está actualmente activada. Por ende, los ingenieros de la compañía deben modificar los programas de la nave para que se pueda soltar de la EEI de forma remota. Un trabajo que requiere de varias semanas y que también habría influido en el retraso de la Crew-9.
La opción de usar un vehículo de SpaceX para rescatar a los astronautas varados parece picar en punta entre las autoridades de la NASA. No obstante, Boeing aún guardaría alguna esperanza de hacerles cambiar de parecer. Los de Seattle están en una carrera contra el tiempo en busca de enderezar el complejo panorama de la Starliner.
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