¿Qué es el efisema pulmonar que sufre David Lynch?

En las últimas horas han corrido por redes sociales un montón de rumores sobre la retirada de David Lynch a causa de una enfermedad respiratoria. El revuelo ha sido tan grande que el propio director de cine y televisión ha salido a desmentirlo públicamente. No tiene intención de dejar el trabajo que tanto ama, pero sí que es cierto que padece enfisema pulmonar, una enfermedad que él mismo ha reconocido que ha sido el precio a pagar por un largo historial como fumador.

Su caso no es para nada aislado. El tabaco es una de las causas principales de desarrollo de enfisema pulmonar, aunque también puede deberse a otras como el consumo de cigarros de marihuana o la contaminación ambiental.

En todo caso, el enfisema pulmonar es una enfermedad que puede pasar oculta durante muchísimo tiempo, sin apenas causar síntomas, pero que poco a poco da la cara a través de cansancio, dificultad para respirar y una mayor probabilidad de contraer infecciones respiratorias. Esa ha sido precisamente la causa por la que muchas personas en redes aseguraban que David Lynch tendrá que retirarse. A sus 78 años, se ha convertido en un paciente de riesgo ante numerosas enfermedades. Pero él confía en la medicina y las medidas de precaución y asegura que no se le ha pasado por la cabeza abandonar su trabajo. 

¿A qué se debe el enfisema pulmonar?

Para comprender a qué se debe el enfisema pulmonar primero debemos hacer un repaso rápido sobre algunas de las estructuras más importantes del sistema respiratorio. La mayor vía respiratoria de la que disponemos es la tráquea. Es la primera tubería por la que entra el aire que inspiramos y la última por la que sale el que espiramos. 

Al final de la tráquea hay dos ramificaciones, conocidas como bronquios primarios izquierdo y derecho. Estos siguen ramificándose hasta llegar a unas ramas mucho más pequeñas, conocidas como bronquiolos. Dichos bronquiolos tienen en su extremo unos saquitos muy pequeños, llamados alvéolos, cuyo papel es esencial en la respiración, ya que en ellos se produce el intercambio de gases. Esto quiere decir que se extrae el oxígeno del aire inspirado, para que pase a la sangre y de ahí a todos los tejidos, y, después, se hace lo mismo con el dióxido de carbono presente en la sangre que llega de vuelta. Se extrae y se saca al exterior a través de la espiración. 

Las personas con enfisema pulmonar tienen dañados los alvéolos. Esto puede ocurrir de varias formas. Por ejemplo, puede que sus paredes pierdan rigidez, de manera que adquieran la apariencia de un globo desinflado. En algunos casos se hacen agujeros o directamente se deterioran tanto que desaparecen por completo. Si ocurre esto último, habrá menos alvéolos, más grandes. Todas estas situaciones provocan el mismo resultado: dificultad para intercambiar los gases y, por lo tanto, para respirar.