El espíritu musical de Sax se hizo presente a través de Malditos de Corazón y colegas

Juan José Olivares

Periódico La Jornada
Lunes 5 de agosto de 2024, p. 6

La música sirvió para llamar a nuestro plano terrenal el espíritu de un artista creativo que pareció convivir con el de la señora Esperanza Iris, de quien se dice, sigue paseándose por su teatro.

Durante unas dos horas, músicos y público invocaron el espíritu de Eulalio Cervantes Galarza, conocido como Sax, músico, arreglista y productor y ex integrante de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, cuya energía se paseó por pasillos, asientos y el escenario del Teatro de la Ciudad, donde la agrupación Malditos de Corazón –encabezada por los hijos del músico, Natasha y Andry Sax– ofreció un concierto en honor de Sax, fallecido el 14 de marzo de 2021.

El homenaje contó con otros mexicanos referentes del rock latinoamericano que colaboraron o fueron amigos de Eulalio.

Hablamos de Pacho Paredes, ex baterista de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio (a quien también acompañó su hija, la guitarrista Renata); Luis Álvarez y Levith Vega, de El Haragán y Cía; Patricio Iglesias, ex baterista de Santa Sabina; Ceci Bastida, Álex Zúñiga y Jorge Jiménez, de Tijuana No, y Piero Castillo, de Los de Abajo.

Además, Abulón Flores, de Víctimas del Doctor Cerebro; Mosy y Aby, de Ritmo Peligroso; Nancy y Raúl, de K-Ras Citadinas; Rafael Montoya, de La Royal Club, y Armando Palomas.

Banda emergente, pues.

Clásicos infaltables

Todos estos chavos convergieron en una comunión energética que hizo que los acordes del metal del saxofón de Eulalio sonara hasta la calle Donceles, afuera del recinto, donde se escucharon rolas emblemáticas como Mujer, Rafael, Kumbala y Pachuco.

A Andry Sax se le metió la esencia de su jefe, quien al parecer hizo una buena chamba como papá e instructor del saxofón, ya que exhibió humildad, talento y seguridad en el escenario, tal como Eulalio, ejecutante sobrio y profundo.

Natashita no se quedó atrás. Cargó el instrumento tenor con firmeza y dio las notas graves, que son la cama en la que sueñan los sonidos del metal de Andry, quien también cantó varias canciones que llevaron a la fama a su padre.

Parte de este homenaje no sólo se lo rendimos a su música. Como saben, mi papá fue mil cosas: compositor, productor, un excelente músico, pero, primeramente, fue una gran persona. Vamos a recordar rolas que lo marcaron, dijo el muchacho.

Arrancó el concierto con el cantautor Armando Palomas, ya retirado de los escenarios, quien salió delante del telón antes de que se fuera levantado. Interpretó Un saxofón en el cielo, que compuso al músico fallecido, quien lo llamaba Pepe Peluches.

De inmediato aparecieron imágenes y un video con una versión de Quizás, con el instrumento de Sax, liderando la pieza con la Orquesta Internacional.

Las y los artistas hicieron un recorrido por la larga trayectoria de más de 35 años del roquero nacido en San Luis Potosí en 1968 y egresado del Conservatorio Nacional de Música, quien estuvo 36 años en Maldita Vecindad y que también fue reconocido en 2019 por la Sociedad de Autores y Compositores de México por su trayectoria, en la que colaboró con Caifanes, Víctimas del Dr. Cerebro, Enanitos Verdes, Los Tigres del Norte, Tex Tex y Tijuana No, entre muchas otras.

Mientras, los Malditos de Corazón seguían con el festejo para –con el aderezo de los invitados– tirar otras rolas, como Bailando, Apariencias, Morenaza y Apañón, con el fin de hacer saltar y bailar al respetable.

Uno de los temas más encendidos fue Pobre de ti, de Tijuana No, del cual Sax fue productor e intérprete. Además, se tocaron canciones inéditas que se compusieron con él, como México sabroso, con dedicatoria a la musicalidad de nuestra cultura.

Al final, salieron todos los invitados al escenario a echar desmadre, y sobre todo a bailar y cantar al unísono Pachuco, así como sentar el precedente para el vuelo de una agrupación, Malditos de Corazón (que una asistente renombró la Nueva Saxsasión, por el liderazgo del saxofón), nacida del amor y sobre todo, de la enjundia de Jessica Franco, viuda de Sax, que movió mar, tierra y cielo para llevar a cabo este bonito tributo el sábado en la noche en el recinto del Centro Histórico, .