¿Por qué buena parte de la población le pone una funda a su móvil? ¿Por qué recubren el mando a distancia de la TV con un plástico y cinta adhesiva? ¿Por qué tapan el diseño de su bonito sofá con otra envoltura de tela? Si le preguntas a la mayoría de personas, probablemente te responderán algo similar a ‘trato de cuidarlo para que dure lo máximo posible‘.
Y, lo cierto es, que un servidor no puede estar más de acuerdo: las personas de a pie, con sueldos medios y vidas corrientes, tratamos de cuidar nuestras inversiones lo máximo posible para que no se deterioren, rompan o malgasten. Ponerle funda al móvil tiene un trasfondo sencillo: si se rompe la pantalla, no quieres —o no puedes— gastarte 500 euros en repararla. No te sobran, por lo que un accesorio de 10 euros lo protege y te libra de gastos extra.
Lo mismo ocurre con el sofá. No quieres que se manche y tener que llevarlo a la tintorería, por lo que tu bolsillo prefiere poner una funda de tela que se puede meter en la lavadora. Puede que ahora sea más feo, pero en caso de fatalidad, no te costará un ojo de la cara.
Por lo tanto, quiero pensar que la mayoría de veces, el hecho de proteger algún bien material, para las personas corrientes, tiene un trasfondo económico. Pero claro, entonces, ¿por qué los ricos también protegen sus cosas? Y no me refiero a seguros millonarios o cajas fuertes en sus mansiones, más bien a sus móviles.
- CHECALO -
¿Nunca te has preguntado por qué varios de los millonarios más importantes del planeta le ponen funda a su móvil? Yo sí. Lewis Hamilton es uno de los pilotos mejor pagados de la historia de la Fórmula 1. Solo con su contrato con la escudería Mercedes gana 55 millones de dólares anuales. Bueno, pues su iPhone va protegido con una funda.
El mismísimo Rey de España, Felipe VI, también protege su iPhone con una sencilla pero eficaz funda de color negro. La tenista Serena Williams, con un patrimonio valorado en 260 millones de dólares, también. Incluso Cristiano Ronaldo, con una fortuna que no necesita presentaciones ni cifras, le coloca una carcasa de silicona con los bordes amarillentos a su smartphone.
Creo que no es necesario comentar que, cualquiera de los anteriormente mencionados, puede gastarse 500 euros en reparar la pantalla y que sus cuentas ni lo aprecien. De hecho, si tú tuvieses 50.000 euros ahorrados en el banco, comprar un café de 1,5€ te supondría un 678% más de esfuerzo económico que a Serena Williams comprarse un iPhone 15 Pro.
Es decir, que esas fundas no están ahí por un motivo económico, ni mucho menos. Las personas más ricas del mundo prefieren llevar una carcasa y no disfrutar del agradable diseño en el que Apple, Samsung o Xiaomi han trabajado tanto. Si te gusta mínimamente la tecnología, sabrás que llevar un móvil de gama alta sin funda es una experiencia realmente satisfactoria.
Entonces, ¿cómo es posible que los millonarios no quieran disfrutarla? Con estas palabras no me gustaría ser pretencioso o parecer muy sibarita, pero, llevar un móvil con funda siempre es peor que utilizarlo sin ella. Creo que hay poco debate en este hecho.
Bueno, he hablado con un millonario
No he conseguido hablar con Lewis Halmiton, Serena Williams o el Rey de España, pero sí con un millonario que se deja ver por Instagram con un iPhone protegido por una funda. Él es Enrique Moris, dueño de una empresa que en 2023 facturó 28 millones de euros.
Mi pregunta fue clara y al grano: «¿Por qué siendo millonario y pudiéndote permitir cambiar de móvil a diario llevas una funda?»
Al final, alguien que es millonario y al que le va bien, es porque tiene un negocio funcionando, es un deportista o lo que sea. Todo eso va asociado a contactos. En mi caso, por ejemplo, gran parte del contenido vital de mi empresa, mi contacto con el equipo y mis partners lo tengo en el móvil.
Entonces, ya no es que cuides el dispositivo porque luego cambiarlo te cuesta 1.000 euros, sino más bien por la información que guardas en él. A mí me da igual que se me parta el móvil en dos y cambiarlo, pero lo que sí que me complicaría la vida es perder la información que tengo dentro.
Yo y mi negocio vivimos del móvil. Hago inversiones desde él, gestiono mis cuentas bancarias, cierro tratos y un largo etcétera. Por lo tanto, cambiar el dispositivo me cuesta 1.000 euros, pero si pierdo todos los contactos que tengo y la información, igual me supone una pérdida 100.000 veces mayor.
Y, aunque no es posible extrapolar las palabras de Enrique al resto de millonarios del mundo, sí que entiendo que el hecho de proteger el dispositivo va más allá de su estética o el dinero que supone cambiarlo. En estos casos, la funda no protege el hardware, sino la información y también la pérdida de tiempo, que en la mayoría de las personas que he nombrado en este artículo, se valora en varios miles de euros el minuto.
Volviendo a Hamilton, por ejemplo, entiendo que es una persona en constante viaje que toma más de 70 aviones al año y que, más allá de perder sus contactos, no puede permitirse parar a comprar un móvil nuevo, configurarlo, iniciar sesión en todas sus cuentas y todo lo que supone cambiar de smartphone. Bueno, es posible que sí pueda permitírselo, pero prefiere pagar el peaje de la funda para evitar lidiar con ello.
Por lo tanto, de este artículo me quedo con un par de reflexiones: que los millonarios dan más valor a lo que tienen dentro del móvil que al dispositivo en sí, que Apple tiene un filón con las personas más influyentes del mundo y que ni siquiera Cristiano Ronaldo pasa por aro de las fundas oficiales del iPhone a 70 euros.
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