La anunciada refinería rusa en Cuba, otro «cuento de hadas»

Madrid/“La refinería rusa se puede añadir a La Herradura, Mariel-InterRao, Ciro Redondo y otros cuentos best sellers del Gobierno cubano”. El investigador de la Universidad de Texas Jorge Piñón ha reaccionado así a la noticia de la agencia rusa Tass sobre la posible construcción de una refinería en la Isla con capital ruso. 

El vicepresidente de la Duma Estatal rusa, Alexander Babakov, que se encuentra de visita en La Habana con su superior, Viacheslav Volodin, y una delegación del país, desveló este lunes que hay negociaciones al respecto. «Cuba tiene petróleo crudo: es lógico no importar productos petrolíferos, sino producirlos aquí», dijo. Pero Piñón es, más que escéptico, sarcástico: “Continúan los cuentos de hadas rusos, chinos, venezolanos. ¿Nos toman por tontos? ¿Piensan de verdad que somos ingenuos y nos pueden tomar el pelo?”, espeta a 14ymedio.

El especialista aporta datos a la hora de argumentar la estupidez que es, a su juicio, invertir miles de millones en una infraestructura que no va a resultar efectiva. “Más de dos millones de barriles por día de capacidad de refinación en el Caribe están actualmente inactivos y han cesado las actividades de procesamiento”, explica, remitiéndose a datos de 2022 de Oil & Gas Journal. 

«¿Nos toman por tontos? ¿Piensan de verdad que somos ingenuos y nos pueden tomar el pelo?»

Hay refinerías que no son rentables en Aruba, Curaçao, Puerto Rico, Bahamas y, por supuesto, en Venezuela, con la alarmante cifra de 1.303 millones de barriles al día sin procesar, la mitad del total de los datos aportados. Este crudo está dejando de procesarse por el “alto costo de destilación y la falta de tecnología de alta conversión que permite procesar crudos pesados en combustibles limpios de alto valor”, agrega.

En términos generales, expone el experto, la capacidad de procesar crudo pesado –con altos índices de azufre– y convertirlo en combustible limpio asciende al 46%, aproximadamente, en las refinerías de América Latina y el Caribe, frente al 75% de EE UU. Por esto, precisamente, muchos países se ven obligados a importar desde el país norteamericano. 

“Las refinerías de alta conversión con unidades de proceso de desulfuración, craqueo catalítico y/o hidrocraqueo, así como coquizadoras, permiten convertir gasóleo pesado y fueloil residual con alto contenido de azufre en productos limpios de mayor valor, como gasolina, combustible para aviones y combustible diésel”, detalla Piñón.

La falta de inversiones deja unos márgenes de refinación bajos en la región, cuya tasa de reutilización fue del 54% en 2022, mientras que en las que se ubican en el Golfo de México de EE UU alcanzaron el 90%. 

Esto permitió que el 36% de la demanda total de los productos refinados de América Latina y el Caribe, 7.000 millones de barriles al día (mbd) se cubriera con importaciones estadounidenses (2.600 mbd). Puesto que América Latina y el Caribe tienen un déficit de productos refinados de 2.700 mbd, EE UU aportó el 96%. 

Puesto que América Latina y el Caribe tienen un déficit de productos refinados de 2.700 mbd, EE UU aportó el 96%

Además, el 46% del total de exportaciones estadounidenses de productos refinados en 2022 (5.600 mbd) se destinó a América Latina y el Caribe (2.600 mbd), lo que convierte a EE UU en un ingente suministrador, imprescindible para cubrir las necesidades de combustibles limpios en la región. 

“No la difunta (EPD) PetroCaribe; mucho menos una nueva refinería en tierras cubanas”, subraya el experto, que pide tomar en cuenta un precedente en México. 

Piñón recuerda que en 2018, Andrés Manuel López Obrador planteó la construcción de una refinería de alta conversión con capacidad para 340.000 barriles por día en Dos Bocas, Tabasco. La intención era reducir las importaciones de EE UU a cambio de una gran inversión, 8.000 millones de dólares estimados. La construcción debía iniciarse en 2019 para estar en marcha en 2022, pero nada de esto se cumplió. 

“El Gobierno mexicano ha emitido múltiples declaraciones públicas desde mediados de 2023, proclamando que la construcción estaba completa y el inicio era inminente. Sin embargo, seis años después del comienzo, el proyecto no está operando”, recuerda Piñón, que enfatiza el aumento de las proyecciones de costos. Según la estatal Pemex, las necesidades son de 18.900 millones de dólares. 

“Si las principales empresas rusas de la refinación de petróleo (Rosneft 32%, Lukoil 10%, Gazprom 5%) están estudiando seriamente la construcción de una nueva refinería, o la modernización actualización de tecnológica de alta conversión en Cienfuegos, deben de tomar una lección de Petróleo Mexicanos (Pemex)”, advierte.