Un tribunal ruso confirmó el lunes que la periodista estadounidense Alsu Kurmasheva fue condenada en un juicio a puerta cerrada por cargos que han sido considerados ampliamente como un acto de represalia.
Kurmasheva, que trabaja en el medio hermano de la Voz de América, Radio Free Europe/Radio Liberty, o RFE/RL, en Praga, fue sentenciada el viernes a seis años y medio de prisión por difundir lo que Moscú considera información falsa sobre el ejército ruso, según el sitio web del Tribunal Supremo de Tartaristán.
«Este juicio secreto y esta condena constituyen una burla a la justicia; el único resultado justo es que Alsu sea inmediatamente liberada de prisión por sus captores rusos», dijo el presidente y director ejecutivo de RFE/RL, Stephen Capus, en un comunicado. “Ya es hora de que esta ciudadana estadounidense, nuestra querida colega, se reúna con su amada familia”.
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El juicio a puerta cerrada tuvo lugar en la ciudad de Kazán, donde Kurmasheva está encarcelada desde octubre de 2023. Kazán está a unos 800 kilómetros al este de Moscú.
«Es un juicio falso, y el hecho de que se haya celebrado a puerta cerrada sólo confirma aún más nuestras dudas de que hubiera sido un juicio justo, y no lo fue», dijo en declaraciones a la Voz de América Karol Luczka, que cubre Europa del Este en el Instituto Internacional de Prensa en Viena.
Kurmasheva, editora del servicio tártaro-bashkir de RFE/RL, fue acusada inicialmente de no registrar su pasaporte estadounidense y de no registrarse como un supuesto “agente extranjero”. Posteriormente fue acusada de difundir lo que el Kremlin considera información falsa sobre el Ejército. Los cargos conllevaban una sentencia combinada de hasta 15 años tras las rejas.
Kurmasheva, de 47 años, viajó a Rusia en mayo de 2023 para cuidar a su anciana madre. Las autoridades le impidieron salir del país en junio y confiscaron sus pasaportes. Luego, en octubre, fue detenida.
La periodista y su empleador han rechazado sistemáticamente los cargos en su contra. El gobierno de Estados Unidos también ha pedido su liberación inmediata.
El encarcelamiento de Kurmasheva ha tenido graves consecuencias para su marido y sus dos hijas en Praga.
«Una cosa sería si ella estuviera alejada de mí durante tanto tiempo, pero saber que está en un lugar inseguro, que está en peligro y que no se siente cómoda, eso es algo que realmente me entristece», dijo Bibi Butorin, la hija mayor de Kurmasheva,a la VOA en Praga a principios de julio.
Kurmasheva tiene doble nacionalidad estadounidense y rusa, pero Rusia le ha negado el acceso consular proveniente de EEUU.
La portavoz del tribunal, Natalya Loseva, confirmó a The Associated Press que Kurmasheva fue sentenciada a seis años y medio de prisión en un caso clasificado como secreto, sin detalles disponibles sobre la naturaleza de las acusaciones en su contra.
“Este juicio secreto y la sentencia en sí ilustran el nivel sin precedentes de arbitrariedad alcanzado por los tribunales rusos, que reciben órdenes del Kremlin”, dijo a la VOA desde París Jeanne Cavelier, jefa de la oficina de Europa del Este y Asia Central de Reporteros sin Fronteras.
Según Luczka, la acusación de difundir lo que el Kremlin considera información falsa sobre el ejército ruso pone de relieve la extrema sensibilidad de Moscú respecto de la cobertura de la guerra.
«Al menos en términos de información sobre la guerra, no hay información independiente en Rusia porque está prohibida», afirmó.
La Embajada de Rusia en Washington no respondió de inmediato al correo electrónico de la VOA solicitando comentarios para esta historia.
El juicio secreto de Kurmasheva tuvo lugar el mismo día en que el periodista estadounidense Evan Gershkovich, de 32 años, fue sentenciado a 16 años a cumplir en una prisión rusa por cargos de espionaje que él y el gobierno de Estados Unidos niegan vehementemente.
Aun considerando que los juicios de Kurmasheva y Gershkovich fueron ambos una farsa, Luczka dijo que espera que la velocidad con la que han avanzado sus casos pueda ser una indicación de que pronto se producirá un intercambio de prisioneros.
«La corazonada sería que si estas condenas se están produciendo tan rápido en este momento, se está preparando un posible intercambio de prisioneros», vaticinó Luczka. “Queremos que estos periodistas se vayan. Nunca debieron haber sido arrestados”.
La Embajada de Estados Unidos en Moscú y el Departamento de Estado no respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios por correo electrónico de la VOA.
En junio, 19 medios de comunicación y grupos de libertad de prensa pidieron a Estados Unidos que hiciera más para ayudar en el caso de Kurmasheva, incluso declarándola detenida injustamente, lo que comprometería al gobierno estadounidense a buscar su liberación.
En una carta conjunta al presidente estadounidense Joe Biden, las organizaciones dijeron que el arresto de Kurmasheva se debe “porque es periodista y el periodismo no es un delito”.
«El único motivo de Rusia para retenerla es cambiarla por uno de sus activos», añade la carta.
Los organismos de control de los medios dicen que Rusia tiene un historial nefasto en cuanto a encarcelamiento de periodistas, con 22 detenidos hasta finales de 2023, según el Comité para la Protección de los Periodistas. Casi todos los detenidos son ciudadanos extranjeros.
Los casos de Kurmasheva y Gershkovich resaltan la falta de libertad de prensa en Rusia, evaluó Luczka.
«Realmente no podemos hablar de libertad de prensa en Rusia», afirmó.
[Parte de la información contenida en este informe provino de The Associated Press]
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