La compañía Lux Boreal trae a la CDMX su certamen coreográfico 4×4

Daniel López Aguilar

Periódico La Jornada
Lunes 22 de julio de 2024, p. 7

La lluvia persistente no fue obstáculo para los amantes de la danza que se congregaron ayer por la noche en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde se llevó a cabo, por primera vez, el certamen 4×4, organizado por la compañía Lux Boreal, de Tijuana, Baja California.

La singularidad de la competencia radicó en una regla desafiante: los bailarines deben ejecutar sus coreografías en una plataforma de 1.22 por 1.22 metros.

Esta limitación espacial, lejos de ser un impedimento, se convirtió en fuente de creatividad y exploración para los participantes, convocados por invitación abierta en las categorías jóvenes, niños y adultos. En cada rubro se reconoció la mejor coreografía y al mejor intérprete.

La actividad, adscrita a la primera edición de Fulgor. Encuentros escénicos con los Estados, reunió 18 propuestas finalistas (seis por cada categoría) de diferentes entidades, como la Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo.

A las 18 horas vio el concurso que logró captar la atención, tanto de la comunidad dancística como del público en general. El jurado estuvo compuesto por los bailarines, maestros y coreógrafos Enai González, Isela Quintana y Daniela Vázquez.

Los niños demostraron una increíble habilidad y pasión en sus presentaciones, sorprendiendo a los espectadores con su capacidad para adaptarse al espacio limitado y sacar el máximo provecho de cada movimiento.

Uno de los momentos más emotivos de la velada fue Jungla, pieza en la que cuatro pequeñas niñas bailaron hawaiano. Con movimientos fluidos y gráciles, transportaron al público a una isla paradisiaca.

Después siguieron los jóvenes, quienes no se quedaron atrás, pues con sus coreografías demostraron una madurez y una técnica que auguran un futuro prometedor en el mundo de la danza.

La obra Soulmate logró transmitir una ola de emociones con cada pirueta y fino movimiento; como muestra, una mujer de la tercera edad, visiblemente conmovida, no pudo contener su entusiasmo y exclamó: ¡Parecen sirenitas de ballet!. En tanto, otros participantes desplegaron las técnicas de danza contemporánea y el folclor.

Los adultos tuvieron entre seis y 10 minutos para desarrollar su propuesta, a diferencia de sus antecesores, cuyas presentaciones duraron de dos a cinco minutos.

Scurus fue una muestra de primer nivel y categoría artística. Los bailarines, con una manta negra, parecían gemelos en perfecta sincronía, creando un juego de reflejos. El clímax llegó cuando se entrelazaron para formar una especie de mojiganga.

En entrevista con La Jornada, los fundadores de la compañía Lux Boreal, Henry Torres Blanco y Ángel Arámbula, señalaron que la plataforma 4×4 surgió en Tijuana en 2012, pero nunca se había presentado en la capital mexicana.

En esta ocasión recibimos 52 propuestas iniciales, de las cuales 18 pasaron a la gran final. En términos de nivel técnico, expresión y calidad corporal, cada proyecto fue muy sorprendente. A simple vista hay un espacio diminuto de 1.22 por 1.22 metros; sin embargo, la energía se concentra y surge la posibilidad de creación inaudita, sostuvo Henry Torres.

Para Ángel Arámbula, la evolución de la danza en México ha sido sorprendentemente diversa. Este tipo de encuentros son valiosos “porque nos permiten ver lo que está sucediendo en otras zonas del país. Estas propuestas frescas y fuertes que triunfan en sus regiones pueden ser percibidas por espectadores de otras latitudes gracias a encuentros como Fulgor.

Nuestra compañía surgió en 2002, y el propósito central ha sido producir espectáculos para todo tipo de públicos, tomando la danza como eje central. Aun cuando se trata de un formato que aparentemente te limita, es al revés: te hace explotar innumerables posibilidades.

Los niños y jóvenes ganadores en la categoría de mejor coreografía recibieron un estímulo de 8 mil pesos y en ese mismo rubro los adultos obtuvieron 15 mil. En tanto, los mejores intérpretes fueron recompensados con clases gratuitas de danza y cortesías para asistir a tres actos culturales (de su elección) que se realicen próximamente en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

La noche concluyó con un baile colectivo, en el que los asistentes tuvieron oportunidad de subir al escenario y rodear o subirse a la plataforma donde se desarrolló la competencia 4×4.