¿Se puede vivir en 50 metros cuadrados? Hay más veracruzanos pero menos espacio para habitar

Veracruz, Ver.- La demanda de vivienda, los pocos espacios para la construcción y la flexibilidad que tienen empresas constructoras en el ámbito de regulaciones, ha permitido que en la actualidad se oferten casas cada vez más pequeñas, con espacios mínimos para familias enteras.

Esta es una situación a la que miles de familias se han tenido que acostumbrar en la zona conurbada de Veracruz y Boca del Río, quienes han tenido que adaptar sus necesidades a espacios con 50 metros cuadrados.

¿Cómo viven cinco personas en menos de 50 metro cuadros en Veracruz?

Jaime Muro Saavedra, residente del Infonavit El Morro, reconoce que aunque ahora las viviendas pequeñas son lo más común, estos espacios se vienen vendiendo y ocupando desde hace varios años. Incluso comparte que es el caso de su familia.

Desde el 4 de marzo de 1990, hace 34 años, se mudó a la mencionada unidad habitacional, para habitar junto con su familia en un espacio de 48 metros cuadrados.

Comparte que al inicio fue complicado porque junto con su esposa y sus dos hijos, vivía en una casa más grande y al adquirir su vivienda propia, tuvieron que acostumbrarse. «Lo principal fue que nos aclimatarnos a la de ‘a fuerza’, porque estábamos acostumbrados por ejemplo al baño grande, y nos pegábamos en los codos, hasta que me fui acostumbrando».

Para poder adaptarse, tuvo que invertir dinero extra para ampliar su casa. Se deshizo de parte del patio trasero para hacer más grande la cocina y tuvo que juntar dos recámaras para tener una sola habitación, pero más grande y cómoda.

Actualmente, en su casa viven su esposa, uno de sus hijos y dos nietos, es decir, cinco personas, una más de cuando llegó, y como en aquel entonces, tratan de optimizar los espacios para estar cómodos todos.

“Eran tres recámaras, un patio y la cocina, yo me amplíe para atrás porque estaba muy reducido y dos de las recámaras las junté para que cupieran a mis hijos. Ahí les metí climas y computadoras. Nos ha funcionado porque mi señora se adaptó rápido al espacio, nosotros vivíamos antes en La Boticaria y allá era una casa grande».

Jaime Muro Saavedra afirma que si su casa es ya pequeña, ha visto que en la actualidad hay viviendas más reducidas, pero al mismo tiempo los precios son cada vez más elevados.

Hace más de 30 años pudo adquirir su residencia por menos de cien mil pesos, actualmente las casas tienen costos por arriba de los 400 mil pesos, según la zona.

“Yo pagué como trabajador, fui pagando cien pesos mensuales al Infonavit, pero cómo deje de pagar se me agrandó la deuda. Luego se dispararon los precios. Por cuenta mía le fui invirtiendo dinero extra porque era necesario para ampliar“, dijo.

¿Es mejor comprar una casa usada para tener un poco más especio?

Estefanía Medina alista la mudanza a una de estas casas, prefirió comprar una vivienda usada para tener unos cuantos metros más, pero no por eso deja de ser reducida.

Acostumbrada a vivir en la casa de sus padres, que fue construida en un espacio amplio y con grandes habitaciones, ahora busca independizarse con su pareja en un domicilio de 6 por 15 metros, con 54 metros de construcción.

«Esta casa tiene 15 años y es un poquito más grande que las actuales, estuve viendo otras casas y eran de 4 metros por 15, que son más reducidas, yo vengo de una casa de familia que fue construida por mis abuelos y realmente eran casas grandes, ya no se encuentran casas nuevas de esos tamaños», comparte.

Para hacer más cómoda la mudanza, invertirá más de 30 mil pesos, pensando en optimizar espacios para no estar tan ajustados en un espacio reducido.

Las modificaciones contemplan remodelar algunos espacios, pero también instalar repisas y módulos en la cocina que está instalada no en una habitación, sino en un pasillo pequeño.

«Estamos haciendo remodelaciones, porque la casa es de uso y hay detalles que tienen que arreglarse, como el tema de la impermeabilización, la cocina, cambio de piso, unos arreglos que se necesitan en el baño», cuenta.

La casa está confirmada por dos cuartos, un baño, una sala, un pasillo para cocina, así como un pequeño patio exterior. Considera que el espacio por ahora es adecuado para ella y su pareja, ya que aunque ajustado cubre todas sus necesidades y con las adaptaciones se hará funcional.

Sin embargo, también está convencida de que en el momento en el que su familia crezca necesitará más espacio y será obligatorio hacer una ampliación, incluso en un segundo piso, para construir una nueva habitación y otro baño, pues de lo contrario el espacio será insuficiente para convivir.

«Es un espacio adecuado para dos personas, pero ya si se quiere ampliar la familia ya no se puede, habría que forzosamente ampliar, pensar en un segundo piso, otro baño y ampliar para no estar todos amontonados, para dos personas están bien», agregó.

Ambas familias coinciden en que en la actualidad las viviendas reducidas son lo más a lo que las personas con ingresos fijos dentro de la medida, pueden acceder para cubrir la necesidad de contar con una casa propia y ante esto no queda de otra más que adaptarse.