La Habana/Controlar el “proceso migratorio cubano” fue el eufemismo que un alto cargo del Ministerio del Interior utilizó para describir la estampida de los últimos años en la Isladurante el debate en el Parlamento para la aprobación, este viernes, de nuevas leyes sobre tres asuntos: Migración, Ciudadanía y Extranjería. Las nuevas regulaciones pretenden “diseñar procedimientos” para los cubanos que salgan de la Isla y también para controlar el “incremento de la cantidad y diversidad de irregularidades migratorias con implicación de extranjeros”.
La Ley de Migración contempla que los cubanos residentes en el extranjero puedan mantener sus propiedades en la Isla, aunque hayan pasado más de dos años fuera. Ya no se llamará “emigrado” –como se conocía a los que pasaran más de 24 meses consecutivos sin volver a Cuba– y se denominará “residencia efectiva” a quienes pasen “la mayor parte de su tiempo en el territorio nacional”.
Los cubanos que residan fuera de la Isla podrán solicitar, además, la condición de “inversores y de negocios”. La ley permitirá a los extranjeros acceder a la residencia permanente si disponen de “un importante patrimonio en el exterior” que “les permita emprender negocios o realizar inversiones”.
- CHECALO -
“Alistarse en cualquier tipo de organización armada con el objetivo de atentar contra la integridad territorial del Estado” traerá consigo la pérdida de la nacionalidad
Por su parte, la Ley de Ciudadanía, presentada por el primer coronel Mario Méndez, refiere que “alistarse en cualquier tipo de organización armada con el objetivo de atentar contra la integridad territorial del Estado cubano” traerá consigo la pérdida de la nacionalidad. Además, el documento prevé la posibilidad de que un cubano tenga ciudadanía múltiple –que ya reconocía la Constitución de 2019– siempre que, en suelo cubano, no hagan uso de su ciudadanía extranjera. Méndez recordó que se puede adquirir la ciudadanía cubana por nacimiento o por naturalización.
En cuanto a la renuncia de la ciudadanía, solo pueden hacerlo los mayores de 18 años que, viviendo en el extranjero, acrediten poseer otra ciudadanía. No lo pueden hacer los que tienen deudas con el Estado cubano o están siendo “perseguidos por la comisión de un delito”. Varias ONG y defensores de los derechos humanos han advertido sobre el potencial uso político de la desnacionalización en Cuba, apuntando a Nicaragua como reciente ejemplo.
Durante el debate de la ley, los diputados fueron más abiertos a la hora de reconocer la alarmante situación migratoria del país. El etnólogo Miguel Barnet, intentando suavizar el panorama, celebró la ley y propuso llamar “ciberabuelos, ciberpadres y ciberamigos” a los que se fueron.
En cuanto a la Ley de Extranjería, aplicable a todos los extranjeros que se encuentren –de forma temporal o permanente– en la Isla, incluyendo a los diplomáticos, fue presentada también por Méndez, que se apresuró a aclarar que el documento apenas había generado polémica durante su redacción. “No es la ley más comentada, no es la ley sobre la que más criterios se han vertido. Es la ley de la que hemos recibido menos opiniones”, dijo.
La ley se propone “regular la atención, protección y documentación de los extranjeros que se asientan en territorio nacional”
Según José Luis Toledo, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos y Constitucionales, la ley se propone “regular la atención, protección y documentación de los extranjeros que se asientan en territorio nacional”. Toledo subrayó que la ley “va a establecer los casos y la forma en que los extranjeros van a ser expulsados del territorio nacional” y qué instituciones se encargarán de ejecutar ese proceso.
Los extranjeros podrán residir en Cuba como “residentes provisionales”, una categoría nueva que representa una antesala de la residencia permanente o la de “residente humanitario”, para los “refugiados, apátridas y asilados políticos” que el Gobierno considere como tales.
“El ejercicio de los derechos de los extranjeros en Cuba solo está limitado por los derechos de los demás, por razones de defensa y seguridad nacional, orden público, sanidad, situaciones excepcionales y de desastre, y por fuerza mayor, previa aprobación de las autoridades competentes”, advierte el documento, sobre la “conducta de respeto” al régimen que deben mantener los extranjeros.
Pese a los intentos de las autoridades por disimular la gravedad de la situación en el Parlamento, el éxodo cubano no se ha detenido en los últimos años
Pese a los intentos de las autoridades por disimular la gravedad de la situación en el Parlamento, el éxodo cubano no se ha detenido en los últimos años. Este viernes, mientras se aprobaba la tríada de leyes, unos 27 balseros fueron devueltos a la Isla por el Servicio de Guardacostas de EE UU. Con ellos suman 850 las personas enviadas desde diferentes países de la región en lo que va de 2024.
Habían salido de las costas de Mariel en una embarcación rústica, informó el Ministerio del Interior. Según las autoridades estadounidenses, suman 180.925 los cubanos que han ingresado en el país en los últimos nueve meses por las vías legales (a través de la frontera sur o con el parole humanitario) y se calcula que, de mantenerse ese ritmo, al término del año fiscal –30 de septiembre de 2024– habrán entrado alrededor de 245.000 cubanos.
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