Hace tres décadas ocurrió una revolución en México. El año de 1994 fue una revolución en sí misma dentro de otra, llamada los años noventa. Un momento especialmente convulso dentro de una década espectacular. En 1994 la política, la economía, el mundial de fútbol, la música, la televisión y la cultura popular sacudieron el inconsciente colectivo del que fuimos parte en ese momento.
Dentro de los sucesos que nos sacudieron en ese periodo recordamos el TLCAN, la aparición del EZLN y el llamado “error de diciembre”, así como los magnicidios más escandalosos de nuestra historia moderna, sonorizados por la quebradita de Banda Machos y hasta los malditos penaltis que dejaron fuera al del mundial a la Selección Mexicana.
Pero en medio de aquellos hechos, la música mexicana, bien llamada de este modo treinta años después, tuvo sin que la mayoría lo supiera entonces, la que para muchísimas personas se ha convertido con el paso del tiempo en nuestra máxima expresión musical hasta hoy, el segundo disco de Café Tacvba, titulado simplemente Re.
Por segunda vez en diez años, la revista Rolling Stone ha nombrado a Re cómo el disco #1 del rock hispano. Cosa en la que muchos expertos fuera de esta publicación coinciden, nombrándolo como la cúspide de la mexicanidad en el rock nacional, cómo un disco conceptual que de inicio no pretendía absolutamente nada que no fuera darle continuidad al ímpetu artístico que Café Tacvba traía consigo gracias a la inercia de su primer trabajo, su álbum homónimo, lanzado dos años antes.
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“El abanico se abrió más y no habíamos pensado en una referencia a The Beatles o el Sargento Pimienta y los discos conceptuales, pero era un disco conceptual porque sabíamos que había una línea que lo unía todo. El concepto del círculo, del eterno retorno, del volver de otra manera… Es por el prefijo Re, de revolver, regresar, revolución, esa partícula que habla del “otra vez”, nos dice Quique Rangel, bajista de la banda.
Y continúa: “Nosotros trabajamos los ensayos de Re en enero y febrero de 1994. En ese momento nuestra sala de ensayo estaba en Echegaray; todos vivíamos en la zona. Íbamos en las mañanas. Ese disco lo trabajamos todos los días, ¡de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde!… Era nuestro segundo disco y ya se hablaba de que los segundos discos siempre son difíciles para las bandas. El primer disco de un grupo es la primera oportunidad que tienes de entrar al estudio: llevas mucho tiempo probando tu trabajo, enseñándolo y sucede que para un segundo disco casi siempre son canciones que no han visto la luz”.
El álbum fue lanzado el 22 de julio, precisamente en un año definitivo para la música popular. Re convive en espacio y tiempo con lanzamientos como Parklife, de Blur; Definitely Maybe, de Oasis; The Downward Spiral, de Nine Inch Nails o Dummy, de Portishead, y con sucesos como el suicidio de Kurt Cobain, la primera visita de Radiohead a México o el final de la primera etapa de Caifanes.
“Cuando empezamos a hacer el disco no sabíamos qué esperar de lo que cada uno iba trayendo”, continúa Quique. “Nos fuimos sorprendiendo de algunos caminos que no habíamos recorrido. Empezamos a hacer canciones que iban a ser seleccionadas por nuestro productor Gustavo Santaolalla… Íbamos mandándole cassettes a Los Ángeles, eran veinte canciones; nosotros le preguntamos: “¿Qué canciones van a formar parte del disco?” y él dijo: “¡Todas!”
No nos imaginábamos que iba a ser un gran disco (…) Lo deseábamos, pero no imaginábamos que llegaría hasta donde llegó. De hecho, cuando salió nadie compartía esa opinión, empezando por nuestra propia disquera
Quique Rangel, Bajista
“No nos imaginábamos que iba a ser un gran disco en ese momento. Fue hasta que terminamos de mezclarlo y de escucharlo que dijimos: “Este es un gran disco”. Lo deseábamos, pero no imaginábamos que llegaría hasta donde llegó. De hecho, cuando salió no había nadie que compartiera esa opinión (que fuera un gran disco), empezando por nuestra propia compañía disquera”, continúa Quique.
¿Entonces Warner le tenía reservas a Re?
“Muchas. Lo mostramos a nuestra compañía. Decidimos no mostrarlo a cada uno de los departamentos, sino juntarlos a todos. En aquel entonces fue en el Hard Rock, y notamos un escepticismo total por parte de la gente de marketing; la gente de A&R eran más abiertos, pero en realidad lo que hubo fue escepticismo: Que era un disco muy largo; que eran muchas canciones; pero lo que más nos sorprendió fue que una persona dijo: ‘Tenemos un problema con este disco, no hay un sencillo’. Sólo alguien dijo: ‘Estoy escuchando esta que se llama “Ingrata”, esta que se llama “El baile…” y esta otra. Nuestro problema es cuál de todas estas canciones es la mejor’, pero no era algo que compartiera el grueso de la compañía”.
“Hay que recordar la forma en que se distribuía la música en esa época”, continúa Quique. “Elegías un sencillo, le hacías un video, lo llevabas a la radio, la radio lo aceptaba o no, eso tenía que ver con el género (musical), ya había entonces espacios para el rock… Pero para nosotros era difícil por canciones como “Ingrata”, que eran rechazadas por estaciones de pop… La disquera tuvo la idea que a nosotros nos pareció muy buena de sacar dos sencillos simultáneos: “El Ciclón” e “Ingrata”. Dos maneras diferentes de acercarse al público, cosa que funcionó en los canales de videos, pero que en la radio de México le quitó la posibilidad de que alguna de las dos canciones tuviera mayor éxito. La radio dijo: “no podemos programar dos canciones de un mismo grupo”, y eso hizo que la atención que tuvimos se dividiera. Eso le dio elementos a la compañía para no apoyarnos más, por lo menos en la radio”.
La valoración artística de Re ha ido en crecimiento constante en estos 30 años, sobre todo fuera de México. Es en Sudamérica y Estados Unidos donde más se ha alabado este disco y donde, de manera curiosa, tuvo su mayor punto de popularidad antes que en nuestro país.
“Y más o menos pasó lo mismo con los medios impresos, con algunos suplementos y revistas. Dijeron que el primer disco era mejor que Re, que era muy largo, que ya habíamos perdido el estilo que habíamos medio encontrado en el primero, que al abrir el abanico de influencias ya no se sentía la cohesión musical del grupo… Cuando presentamos a los medios el disco en el Teatro Ferrocarrilero, hubo uno que dijo: ‘Café Tacvba es un grupo que anda buscando y si mi patita no se mueve, entonces no son buenas canciones… (aunque) con el tiempo ese mismo periodista y escritor dijo: “Creo que estaba un poco equivocado”.
Mauricio “Micro” Esparza, quien es uno de los diseñadores de arte para discos más reconocidos de la música mexicana (entre ellos el de Cuatro Caminos) y amigo cercano de la banda, comenta:
“Re es la cúspide de todo un proceso de mexicanizar el rock. En los años 50 Esquivel tuvo su intento con el “Rock and Roll del Politécnico” y después Los Camisas Negras con su versión de “La Cucaracha”; luego Toncho Pilatos y Botellita de Jerez y muchos más… Es la cúspide porque lo lograron artística y comercialmente… El valor de este disco es que es muy ecléctico; va de la bossa nova al bolero y al metal y el industrial. Nunca se quedaron a medias tintas… Después de Re, de alguna forma los grupos mexicanos dejaron de cierta manera la mexicanidad en el rock. De hecho en sus siguientes discos ya no es el hilo conductor buscar esa mexicanidad, en Avalancha de Éxitos y Revés Yo Soy, y también surgieron otros grupos de otra camada como Zurdok o Pastilla… Ellos mismos se sorprendieron del éxito que tuvieron desde su primer disco. Muchos pensaron que era como una ocurrencia de unos chavos satelucos, pero con Re se demostró quién es quién y lo lograron”.
“Y en las tocadas, la neta es el slam”
El eclecticismo es la constante que permea todo el concepto de Re, que como mencionó Quique, tenía la idea central del círculo y sus ciclos. Sobre algunas de las composiciones del álbum, reflexiona el bajista:
“En este disco fue muy patente que habíamos escuchado muchas cosas. En el ‘92 fuimos a Lollapalooza y ahí vimos a Ministry, cuyo sonido fue muy impactante y nos dejó algo. Cuando Meme trajo esta canción (“El Borrego”), estaba clara su influencia”.
“Hay canciones -continúa Quique- que son una experimentación de la música norteña pero también está “El fin de la infancia”, que es una influencia directa de una gira que hicimos en el ‘91, en 12 ciudades de Sinaloa, junto a Santa Sabina. Y es la muestra directa de nuestra exposición a lo que llamaban “Baile de Caballito”, era banda pero no era la banda tradicional”.
“(“El Madrugal”), evoca un momento de pasar de madrugada junto al Zócalo, que no recuerdo si fue después de una tocada o una borrachera (risas) y empezaba a verse salir el sol y dije: “Esto es una postal. ¿Pero cómo podría hacerse esto una canción?”. Hay veces que las canciones te dicen por sí solas qué es lo que quieren ser, y esta quiso ser una postal”.
Sobre “El Baile y el Salón”, añade Quique: “Cuando Joselo trajo la canción nos planteó que hay muchos artistas homosexuales, sobre todo hombres, que le cantan al amor pero enfocados en una mujer, entonces se planteó que esto también podía ser al revés. Para nosotros fue una forma de acercarnos a la música disco de los 70 que escuchamos cuando éramos niños; sé que ha sido la canción de boda de muchas parejas. Cuando empezamos a tocar en antros en la Ciudad de México, uno de ellos era el Bar Nueve, donde los jueves era el día para que tocaran los grupos de rock, el resto de la semana era un bar gay”.
Y sobre “Esa Noche”, otro de sus temas más emblemáticos, narra: “Fue una canción que empezó Joselo y teníamos la idea original de que Chavela Vargas la cantara. En mi casa escuchábamos a Chavela Vargas cuando éramos niños, a mis papás les gustaba. Cuando hicimos los demos de Re en Cuernavaca fuimos a buscarla a su casa, pero nos comentó que no sería posible grabarla porque ya iba de salida a un viaje”.
Revolver, renacer, revalorar
Jorge “Negro” Hipólito, otro de los amigos cercanos del grupo, quien además ha trabajado muchos años en la industria discográfica local, añade:
“Re es un disco muy controversial, un álbum que ha pasado por muchas etapas, sobre todo en México donde le llegó el reconocimiento uno o dos años después. Para mí es el disco más importante de Café Tacvba… Dos de los tres sencillos más importantes de la banda están ahí: “La Ingrata” y “Las Flores”, pero también hay otros clásicos como “El Baile y el Salón”, que ahora ya no se puede dejar de tocar en algún concierto de la banda… Lo que hicieron con este trabajo es algo que no muchos pueden lograr con un segundo lanzamiento. Muchos se desinflan después del primer disco, pero Re ha ido creciendo a lo largo del tiempo… Es un disco donde Meme tiene una mayor participación a diferencia del primero, porque mucho de ese material ya existía pero se impregna de esa influencia de Meme y es más redondo, donde no sabes que va a pasar en la siguiente canción”.
La leyenda y controversia que hay alrededor de Re también sobrepasa las expectativas de lo artístico, para convertirse en una pieza de arte objeto que la mayoría de los coleccionistas de discos en español tiene presente. Es una pieza que en su versión original se cotiza entre los melómanos hasta en 30 mil pesos mexicanos.
Jaime Pellicer, uno de los coleccionistas de discos más respetados de la Ciudad de México, nos comenta sobre las ediciones en vinil de esta obra:
“La colombiana es única, con un prensaje muy pequeño, según se dice sólo eran 500 copias… Y no hay una edición de otro país… Hay versiones piratas que parece se hicieron de manera artesanal. Hay una edición argentina de 5 mil copias que no es tan alta para los fans que existen de Café Tacvba. Warner tiene la intención de lanzar sus viniles, y la edición argentina existe porque pidieron permiso a la matriz en Nueva York, aunque también se necesita el permiso de la banda y de la oficina local”.
Otro de los puntos fuertes de Re son los videoclips que fueron lanzados para los sencillos del álbum, los cuales influyeron fuertemente a sus fans de la generación X y millennials, principalmente el video de “La Ingrata”, una obra visual que se coronó como el primer video en conseguir el premio VMA de su versión para América Latina, y una canción que a últimas fechas ha sido cuestionado por algunos jóvenes, aunque su éxito continúa, como nos dicen sus casi 100 millones de reproducciones, sólo en YouTube.
Alejandro Flores, mente creativa detrás del Canal La Hemeroteca y Latin Pop, comenta: “Creo que el hype de hace 10 años cuando Rolling Stone nombró por primera vez a Re como mejor disco del rock en español no funciona tanto ahora. Creo que no ha conectado tan bien con los más jóvenes, es otro tiempo, hay cosas como la cultura de la cancelación y “La Ingrata”. Aunque está lleno de clásicos y quizá llega a su cumpleaños 30 no en un buen momento, pero como dice el concepto del disco, todo es circular y va y viene, seguramente en el 40 y 50 aniversario seguirá figurando. Influenció a muchas bandas que hicieron música nueva hace 15 o 10 años, como Zoé, Carla Morrison o Siddharta, pero no creo que lo haga con las bandas actuales, que sí tienen más conexión con sus discos posteriores”.
Después de tres décadas, tanto México como el Mundo son diferentes a su status quo de 1994. Muchas cosas han pasado y los cambios, como en todos los ciclos, son inevitables. Pero la obra de Café Tacvba aún no encuentra un símil que iguale o supere a Re, por lo menos en la música que se hace en nuestro país.
Luego de este disco, llegarían Avalancha de éxitos, con sus alucinantes versiones de algunos himnos del pasado y aquella obra fuera de este mundo, un lustro después, llamada Revés / Yo Soy. La influencia de este álbum es innegable y se puede sentir con fuerza.
Finalmente, Quique Rangel agrega: “Re ha sido reconocido con el tiempo. En este disco tuvimos la oportunidad de usar el estudio como un instrumento más. Teníamos más referencias de cómo queríamos que sonara el disco en la parte técnica. En la parte artística no nos interesaba ser considerados intelectuales (pero) sí estábamos descubriendo formas diferentes de expresarnos a lo que había pasado en el primer disco…”
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“A Re le costó trabajo trascender entre el público mexicano -continúa-, el disco sale en el ‘94 y tocamos muy poco ese año, pero teníamos planeada una gira a inicios de ‘95 y tras el “error de diciembre” y se nos cayeron una cantidad de conciertos que estaban planeados, porque ni la gente ni los empresarios iban a tener dinero. Entonces nos enteramos que en Chile “El Ciclón” había sido la canción del verano, y eso hizo que el disco también llamara la atención en Colombia y Argentina… Y es hasta después que pega en México, y mucho de eso (del éxito posterior) es porque MTV pone los videos de Café Tacvba. Hay otros países donde le fue muy bien, como Puerto Rico, donde sacaron como sencillos “El Metro” y el “El Aparato”; es muy curioso hablar de eso, porque nosotros solo teníamos cuatro sencillos (en México)”.
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