Naomi Larsson y su banda obsequian en CDMX paisaje sonoro contiguo al alma

Juan José Olivares

Periódico La Jornada
Martes 2 de julio de 2024, p. 8

Una noche de música intima, reflexiva y profunda se vivió este domingo en el Teatro de la Ciudad.

La anfitriona: una cantautora que gusta de temas sociales que atañen a todos sin importar la sociedad. Aborda el feminismo, la canción política y, por supuesto, la experiencia personal.

Inglesa de origen chileno, Naomi Larsson Piñeda se presentó en el Esperanza Iris con su banda Naomi in Blue para obsequiar rolas que pueden moverse entre la balada folk, el garage y el sych rock.

Los Naomi in Blue crearon un paisaje sonoro de sicodelia en tonos azules, aunque también en rojos pasión y amor, así como en grises, por la nostalgia de mostrar a través de la música a humanos rotos. Y lo hicieron como si fuesen una banda formada hace décadas.

Larsson, cuya voz es un susurro que hace levitar, introdujo al respetable a un viaje en espiral, muy recóndito, pero contiguo al alma.

Con una pianista que plasma su dosis sonora con dos sintetizadores, un guitarrista, un bajista y una baterista, Naomi exhibió su música basada en la verdad, que fue lo que la audiencia sintió en el espectáculo: palabras profundas sostenidas por el suave y a la vez poderoso murmullo de un ruido policromático que fue contexto para sus historias.

Naomi, quien también es una periodista que ha cubierto temas de justicia social, género y medio ambiente para los diarios The Guardian, Al Jazeera, The Independent y The Telegraph, se ha centrado en compartir temas de comunidades subrepresentadas.

Esa complejidad se reflejó en su música, que se sitúa entre las líneas de cantautora con influencias shoegaze, subgénero del rock alternativo surgido a finales de los años 1980 en Irlanda y Reino Unido. Junto con una banda arraigada en el bricolaje y la sicodelia, crearon audaces paisajes.

Anoche se escucharon rolas como Drunk, again o Skin, que forma parte de una experiencia personal, feminista…, dijo la cantautora ante el público, muy agradecida por su presencia y ante el cual se esforzaba por hablar en castellano, algo que fue bien visto.

La mayoría de mis canciones son en inglés, pero haremos algo en castellano. Y sí, en el encore interpretó Gracias a la vida, de Violeta Parra, así como una pieza considerada himno en Chile: ¿Por qué no se van?, de Los Prisioneros. Hizo un guiño al gran Juan Gabriel, y también ejecutó, de su primer epé, An experiment.

Asimismo, sonaron Bottom in My Glasses y Stupid. “Me interesa la música que habla de política.. Vivo en Londres, donde el número de personas sin hogar ha crecido. Homeless Man (pieza introspectiva) habla de esas personas…”

“En 2019 estaba conectando con mis raíces. Había una manifestación. Un estallido social en búsqueda de derechos humanos y la policía en Chile es terrible… (en las manifestaciones) muchos perdieron ojos y eso me hizo escribir una canción que ahora me gustaría dedicarla a Palestina: Lloro por ti.

Con invitados que hicieron clic con la imaginación de Larsson, como Carla Sariñana (bajista de Ruido Rosa y guitarrista y cantante de Silver Rose), o Joaquina Mertz, cantante de soul y jazz que ha colaborado con Sin Bandera y Totó La Momposina, Naomi plantó semilla en la Ciudad de México, que seguro se verá en un futuro como una planta o un árbol que le dará grandio-sa sombra.