Los buques de guerra rusos abandonan La Habana tras su estancia de cinco días

La Habana/Poco antes de las 12 del mediodía, uno de los prácticos que había acompañado la salida de los navíos de guerra rusos que llevaban en aguas cubanas desde el pasado miércoles entraba en la bahía. A esa hora, ninguno de los barcos se veían ya en el horizonte. La flotilla, formada por la fragata Groshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, el petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Chiker, partió en horas de la mañana con celeridad. «Más que navegar, volaron», decía con sorna una vecina de Centro Habana que acudió infructuosamente a la dársena para despedirlos.

La imagen del puerto de la capital este lunes, vacío, contrastaba con la de este sábado, cuando decenas de cubanos se aglomeraron en filas para poder ver los buques por dentro, en la única visita programada para el público.

Según dijo la Flota del Norte de Rusia en un comunicado este lunes, «tras la salida de las aguas territoriales de Cuba el grupo naval continuará cumpliendo misiones en correspondencia con el plan de su travesía».

Aunque Washington en un principio dijo que la flotilla rusa no suponía una amenaza para su seguridad nacional, dos días después de la llegada de los navíos rusos, el Comando Sur de EE UU informó de la presencia de uno de sus submarinos en la Bahía de Guantánamo. «Siempre vigilaremos cualquier buque extranjero que opere cerca de nuestras aguas», dijeron las autoridades estadounidenses.