Miami/La primera vez que escuché hablar de Yoani Sánchez fue en el noticiero del mediodía de la televisión cubana. Mariuska Díaz, la locutora, la tachaba de “ciberterrorista” y enemiga de la patria. Unas manos tenebrosas escribían sobre un teclado y detrás aparecía el águila estadounidense, dólares y la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana.
Para ese entonces ya podía comprender que el régimen algo quería ocultar cuando a esa mujer que exponían en la televisión oficial no la dejaban defenderse ni ofrecer su punto de vista. Y eso hizo que una de mis primeras búsquedas el día en que finalmente pude tener acceso a internet fuera el nombre de Yoani Sánchez.
Por cierto, Mariuska, la firme defensora del castrismo que leía aquellos panfletos, se fue a vivir al capitalismo brutal, primero en México y luego en España.
- CHECALO -
Fue así como conocí 14ymedio, el niño pequeño de Yoani, este periódico que ya cumple 10 años. Y fue así como me decidí a colaborar con él. Al principio con muchísimo miedo, como todos los cubanos nacidos y criados bajo el régimen totalitario. Más tarde con pasión y entrega, para que el pueblo de Cuba estuviera más informado.
Mis primeros textos en ’14ymedio’ fueron un verdadero parto. Años de estudio en universidades cubanas no te enseñan a hacer periodismo
Mis primeros textos en 14ymedio fueron un verdadero parto. Años de estudio en universidades cubanas no te enseñan a hacer periodismo, pero el apoyo sostenido de los editores de la Redacción de 14ymedio en Madrid me permitió corregir esas carencias..
Tratar de conectar con la gente, contar sus historias, hablar de lo que realmente le importa a las personas no es algo que le interese al Partido Comunista. Lo de ellos es propaganda, defender un modelo que se cae a trozos y repetir directrices. En 14ymedio tuve la oportunidad de crear y crecer.
En mis años de trabajo en 14ymedio documenté la grave crisis migratoria de Cuba. Recuerdo, por cierto, que aquellas cifras anuales de cubanos llegando por frontera a Estados Unidos que en aquel momento escandalizaban hoy son las estadísticas de un solo mes.
Tuve la oportunidad de entrevistar a cientos de inmigrantes y relatar los dramas del éxodo: la joven cubana violada y asesinada en Urabá, Colombia. Su compañero de camino que financió el viaje con la venta de la casa de su madre. La salida del cardenal Jaime Ortega y la llegada de una nueva cabeza en la Iglesia cubana. El derrame de petróleo en la bahía de Cienfuegos y su contaminación mientras las autoridades ocultaban información… El accidente aéreo en La Habana que dejó 112 muertos y la manera desastrosa como el régimen gestionó la catástrofe.
Fueron años muy ricos en información y trabajo. Murió Fidel Castro y fue a mí a quien le tocó –después de recibir la llamada de Yoani desde La Habana– escribir el primer obituario y escoger la fotografía que acompañaría el texto. Terminó la política de pies secos-pies mojados y con ella el deshielo del ex presidente Barack Obama. Fuimos uno de los primeros medios en dar la noticia.
Hacer un periódico no es nada fácil. Hacerlo desde Cuba es todavía más complicado. Las dificultades de conexión, los arrestos, las durísimas condiciones en las que trabajan nuestros colaboradores en Cuba, con amenazas a ellos e incluso a sus familiares por agentes de la Seguridad del Estado, hacen que sea todavía más valioso el trabajo de 14ymedio.
Quienes me conocen saben que soy muy impaciente. Siempre quise que 14ymedio llegara primero a la noticia. Recuerdo con especial cariño la manera en que Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar me “jalaban las orejas” por querer publicar el titular y algún párrafo en lo que íbamos dando cuerpo a la nota.
“Lo importante no es sólo llegar primero. Es hacerlo bien”, me decía Yoani. Esas palabras me han marcado siempre
“Lo importante no es sólo llegar primero. Es hacerlo bien”, me decía Yoani. Esas palabras me han marcado siempre en mi trabajo como periodista.
Fueron los años de trabajo y experiencia en 14ymedio los que hicieron que me ofrecieran una plaza como periodista en el Nuevo Herald, y luego en la televisión y en la radio. Sin lo aprendido en 14ymedio no se justificaría el trabajo que hoy hago en mis redes, específicamente para que millones de cubanos estén informados.
Cuando recuerdo mis años de trabajo en el primer diario independiente hecho desde Cuba lo hago con mucho cariño, como quien atesora un recuerdo precioso. Gracias, 14ymedio, por hacerme crecer como persona y como sociedad. Gracias por enseñarnos que se puede hacer periodismo desde Cuba.
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