Tras el desalojo de las personas migrantes de la plaza Giordano Bruno, el INM informó que las trasladó a refugios en Pueblo y Morelos.
Natalia Matamoros
- CHECALO -
Hasta el miércoles en la mañana, más de un centenar de casas de campaña instaladas por migrantes provenientes de Haití, Venezuela y Honduras, ocupaban los espacios de la plaza Giordano Bruno de la Ciudad de México. Sin embargo, este jueves amaneció vacía luego de que fueran desalojados para reubicarlos en albergues en regiones cercanas a la capital del país.
De acuerdo con Xóchitl Navarrete, representante de la Secretaría de Bienestar Social, el operativo de desalojo lo realizaron de forma conjunta el Gobierno capitalino, el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional. Esto para “evitar” que 500 familias migrantes continuaran viviendo en condiciones precarias.
La funcionaria aseguró que la incursión no fue violenta, solo pretendían “convencer” a los migrantes que no podían continuar viviendo a la intemperie, sin los servicios básicos. Informó que se habilitaron 10 autobuses para trasladar a los migrantes a refugios y hoteles.
“Se hizo un acercamiento con ellos para invitarlos a desplazarse a los distintos albergues para hacer más humanamente posible el bienestar de las personas que aquí, porque las condiciones no eran las más adecuadas.
Los albergues a los que fueron trasladados son varios, dependiendo el perfil de las personas, por ejemplo, no es lo mismo la persona que viaja sola que la que viaja en grupo. Con esos perfiles se les trasladó a diversos albergues en el estado de Puebla y Morelos. Hay algunas pocas personas que fueron trasladadas hoteles de la Ciudad de México”.
Como migrantes sentimos miedo
Si bien la mayoría de los migrantes aceptó el traslado, otros prefirieron pasar la noche en plazas y banquetas cercanas a la plaza Giordano Bruno. Esto porque dijeron que desconfían de los agentes migratorios.
Ese es el caso de Yusbeidi Puerto, una migrante venezolana que tenía tres meses viviendo junto a su esposo y su hija de 7 años en la plaza a la espera de la cita por la plataforma CBP One.
Yusbeidi relató que anoche llegaron los agentes a su casa de campaña e intentaron convencerla de irse a un albergue. Ella se negó y prefirió pasar la noche en una banqueta por temor a que la devolvieran a Tapachula o la deportaran.
Ella contó a IMER Noticias que hace tres meses fue devuelta a Tapachula por agentes migratorios. Le prometieron llevarla a un refugio y la trasladaron a una estación migratoria, donde permaneció tres días y fue víctima de agresiones verbales.
“Nosotros como migrantes sentimos miedo, porque venimos siendo abusados, agredidos por la migra, perseguidos. Desde que estamos en la frontera, venimos siendo perseguidos, maltratado. Entonces, vemos la migra aquí en Ciudad de México, la manera en la que llegaron nos invadió el miedo. Agresivos no llegaron. Cuando no vieron gente en la carpa, procedieron a tumbar todas las carpas. Llegaron ofreciéndonos un permiso”.
Durante el desalojo, acudieron representantes de Casa de Refugiados y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quienes documentaron los traslados para evitar que se cometieran vulneraciones a los derechos de los migrantes.
En el operativo, el INM otorgó tarjetas de visitantes por razones humanitarias a 99 migrantes. Se repartieron 53 a personas provenientes de Haití, 17 de Venezuela, 5 procedentes de Ecuador y tres de Chile.
La plaza y sus alrededores están siendo sometidos a trabajos de limpieza y rehabilitación de sus áreas verdes. Según Navarrete, estos espacios se usarán para la organización de actividades recreativas, culturales y jornadas asistenciales.
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