La Habana/Un centenar de bodegas en Las Tunas fueron saqueadas por ladrones en 2023. En lo que va de año, ya suman 18. Las autoridades de la provincia, que cuentan alarmados los sucesos a la prensa oficial este miércoles, no dudaron en enfocarse en las pérdidas materiales y los perjuicios para el Estado, aunque es la población la que claramente se lleva la peor parte.
Según la nota de Periódico 26, de todos los robos que ocurrieron el año pasado en entidades estatales de la provincia, el “botín” de las bodegas representa el 84,7%, con dos millones de pesos reportados de pérdidas. “Por productos, fueron a parar a manos indebidas más de 43.900 libras de azúcar parda y más de 2.900 de refino, 30.000 libras de arroz, 927 litros de aceite, más de 1.000 paquetes de café, 1.180 libras de frijol, compotas, chícharos”, enumeró el diario, que lamenta que los tuneros deban ver esfumarse, “de un porrazo, su canasta básica”.
El municipio más afectado fue Puerto Padre, con cerca de 30 bodegas robadas y más de medio millón de pesos en pérdidas, una cuarta parte del total en la provincia.
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“¿Cómo los ladrones han actuado impunemente, al extremo de que hay algunas tiendas que han sido robadas varias veces?”, cuestiona Periódico 26, y enseguida ofrece la respuesta. Según reportes del Ministerio del Interior en la provincia, los hurtos ocurren entre las dos y las seis de la mañana generalmente en locales con medios de seguridad precarios (rejas, guardias nocturnos) y con poca iluminación, problemas que le corresponde resolver a la Dirección de Comercio Interior.
El directivo provincial del ministerio, Raymel Espinosa Saborit, dijo al periódico que de las 692 bodegas de la provincia, unas 100 están en mal estado y “carecen de disposiciones de seguridad”, y cerca de la mitad, 377, no tienen custodios contratados por Comercio.
Espinosa explicó que actualmente se realiza un análisis en la plantilla de la provincia para ofrecer plazas de custodios
Profundizando sobre este último punto, Espinosa explicó que actualmente se realiza un análisis en la plantilla de la provincia para ofrecer plazas de custodios a las bodegas que lo necesitan. No obstante, ofrecer el puesto no es garantía de nada. “Disponemos de un ejemplo positivo: el municipio de Colombia es el único que cuenta con custodios propios en sus 44 bodegas. Paralelo a esa realidad, existe el problema de que pocas personas quieren desempeñarse como custodios y, entonces, de nada sirve ofertar el empleo”, argumenta.
Asimismo, en uno de los casos de robo contados por las autoridades, los ladrones aprovecharon que el guardia abandonó su puesto y saquearon la bodega El Sazón el pasado marzo. “Cargaron con dos sacos de arroz, 3.000 cajas de cigarros y unos refrescos gaseados (…). Por supuesto que el guardián ya no es el mismo”, dijo al medio el flamante administrador del recinto, Yoel Rey González, quien lleva apenas un mes en el puesto.
Similar destino tuvo el administrador de la bodega La Roca, quien fue reemplazado por Malena Reynaldo el pasado 4 de marzo, diez días después de que el local sufriera un robo. “Se lo llevaron todo: arroz, azúcar, aceite, cigarros, ron. Hasta las bolsitas de exhibición que tenían arena y la pesa. La tienda quedó completamente vacía y la cámara de la vecina grabó todo”, cuenta la mujer, que asegura que todavía regresa algunas noches con su esposo a cerciorarse de que todo esté bien.
Reynaldo es madre de dos niñas y su casa, como la de su compañera de trabajo, quedan lejos del establecimiento, por lo que le cuesta, luego de una jornada laboral, también ocuparse de la seguridad por la falta de custodio. El esfuerzo incluso va más allá: “La unidad estaba muy vulnerable, sin custodio ni seguridad alguna. Aquí trabajamos dos mujeres y mandamos a hacer las rejas de las dos puertas, compramos un llavín nuevo y el candado. Todo eso costó alrededor de 28.000 pesos que pagamos nosotras con el aporte de algunos vecinos, y todavía falta la ventana”, cuenta la mujer.
‘Periódico 26’ critica el hecho de que la trabajadora deba pagar de su bolsillo herramientas para mantener segura la mercancía
Por su parte, Periódico 26 critica el hecho de que la trabajadora deba pagar de su bolsillo herramientas para mantener segura la mercancía y además rondar de vez en cuando la bodega. “En nuestras averiguaciones supimos que lo hacen porque, si hay un robo, ‘ellos responden, al ser los responsables’. Por supuesto que ese es un concepto erróneo”, dice el diario, pero obvia que los predecesores de Reynaldo y Rey fueron cesados después de los robos.
Con una actitud poco común en la prensa oficial, el medio tunero incluso propone soluciones para los problemas más urgentes. “La poca iluminación es una dificultad que se erradica, quizás, a partir de una labor conjunta con la Empresa Eléctrica: ante la carencia de lámparas, ¿por qué no mover algunos de esos aditamentos de otro lugar para frente a las bodegas, el objetivo económico más importante de una comunidad?”, propone, pero esta vez son los constantes apagones los que no son tenidos en cuenta.
En cuanto a la seguridad, “completar las plazas de custodios es misión de la Dirección de Comercio, y si no hay personas con disposición para asumirlas, se debe acudir a los servicios especializados de protección”, añade el diario.
El último “regaño”, no obstante, va dirigido a los tuneros. “Estos recintos son del Estado cubano, pero sus mercancías, de la población, por lo que estamos frente a un problema de todos. De ahí lo inadmisible de convivir con la falta de vigilancia”, argumenta.
“Robar un establecimiento de este calibre no es llegar y llevarse algo en cinco minutos. Se requiere tiempo y transporte; por eso, parece ciencia ficción que nadie sienta ni vea nada, mucho más cuando la mayoría de los hechos se cometen en la zona urbana, con viviendas en las cercanías”, añade.
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