Orígenes del casino: la Antigua Grecia

Cuando se dice aquello de que “los griegos inventaron la Civilización”, es por la enorme herencia que Occidente todavía disfruta de la Antigua Grecia.

Una parte de esa herencia son los juegos de casino. Si bien el juego forma parte de nuestra vida social desde hace miles de años en distintos pueblos y culturas, los griegos introdujeron un elemento que conecta la actividad lúdica, ya sean juegos o deporte, con el casino y los pronósticos deportivos actuales: las apuestas.

Hoy en día, la Antigua Grecia sigue muy presente en el casino, sobre todo en el casino online y uno de sus juegos más populares, las tragamonedas o slots. La mitología griega se encuentra entre los mitos y la literatura que más inspiran a este tipo de juegos, siendo la slot Age of the Gods uno de los mejores ejemplos de esta tendencia, en el cual aparecen dioses como Hércules, Atenea, Afrodita o el mismísimo Zeus, y al que le ha seguido toda una saga de tragamonedas de la misma temática.

Esta relación es recíproca y se remonta a miles de años atrás. De hecho, en la mitología griega ya aparecen referencias al juego. Se decía que había sido Palamedes, un héroe de gran ingenio, el que había inventado el ajedrez y los dados. Incluso se supone que los dioses Zeus, Poseidón y Hades utilizaban los dados (algunos dicen que unas pajitas) para decidir cómo se repartían el Universo.

Tique, que en la mitología romana pasó a llamarse Fortuna, era la diosa del destino, que regía la suerte o la prosperidad. Uno de sus símbolos era una rueda de la fortuna, que bien puede ser el precedente de la actual ruleta de casino.

Todo esto son leyendas de la mitología griega, pero dan muestra de la importancia del juego y la fortuna en la cultura de la Antigua Grecia. Juegos como los dados o el ajedrez aparecen en otras culturas, como la persa o la china, y hay constancia de su existencia incluso antes de los griegos. Sin embargo, es en la Antigua Grecia cuando se cree que se da un paso más; el juego no es solamente un entretenimiento, sino que se integra en las relaciones sociales. El que gana obtiene una recompensa social.

Se han encontrado dados griegos con varias formas, no solo hexaedros (6 lados), sino también incluso icosaedros (20 lados), y se sabe que se jugaba con cubiletes -primero con tres dados, luego con dos- y se hacían apuestas; además, había varios juegos de tablero y en muchos se sabe que también se apostaba. Lo que hoy en día son fichas de casino con distintos valores, entonces eran conchas o piedras que con el tiempo se convirtieron en monedas.

Con los juegos de casino y la Antigua Grecia ocurre algo similar de lo que sucede con el deporte. No fueron los primeros en inventar la actividad física y el juego como competición, pero sí que le dieron una forma muy similar a como entendemos las competencias deportivas hoy en día.

Todos sabemos que el origen de los Juegos Olímpicos está en Atenas. Y se cree que pudo ser también ahí, en las carreras de caballos o las competiciones entre atletas, donde se encuentra el origen de las apuestas deportivas.

Sí hay constancia de que, en los Circos Romanos, de los que tenemos una buena muestra en el Conjunto Monumental de Mérida (España), allá por el siglo VI a. C., eran habituales las apuestas con un sistema ya bien estructurado que, como tantas otras cosas, seguramente fue herencia de los griegos.

En España, la herencia de la Antigua Roma, que en muchos aspectos se levantó a imagen y semejanza de Grecia, es más directa que la griega. Tenemos ejemplos romanos de construcciones que todavía siguen en pie, pero también contamos con múltiples expresiones que todavía se utilizan, algunas relacionadas con el juego.

La famosa frase “alea jacta est” que supuestamente pronunció Julio César al atravesar el río Rubicón, en el norte de Italia, antes de comenzar la guerra contra Pompeyo, sigue teniendo el significado con el que la usó el emperador romano: la suerte está echada. Pero, en realidad, por etimología, lo que dice literalmente es que los dados se han lanzado. Es más, ese “alea” es el que da lugar a la palabra “aleatorio”, tan importante en los juegos de casino.

Aunque la palabra “casino” viene del italiano, como diminutivo de casa para referirse a lugares de recreo del siglo XVII, ya en la Antigua Grecia y Roma había locales dedicados al juego. Fueron ellos los que convirtieron el juego en parte de nuestra cultura y sociedad, como la filosofía, el deporte o la dramaturgia.