Cuba alcanza los 40 grados Celsius por segunda vez en su historia

La Habana/Hombres caminando sin pulóver por la calle, ancianos arrastrando los pies, mujeres con el maquillaje descolorido por el sudor. Las altísimas temperaturas alcanzadas este martes eran palpables en los habitantes de La Habana. En sus rostros, además, se reflejaban las largas noches sin descanso, producto de no poder aliviar el calor con un ventilador por culpa de los apagones. El panorama resulta en un círculo vicioso, pues la alta demanda, dicen las autoridades, provoca que haya déficit de energía.

“Lo peor es no poder dormir. Nos ahogamos, literalmente”, corrobora Mayra, residente en Centro Habana, a las puertas de la Plaza de Carlos III. Dentro del comercio, en la mañana, no había quien entrara en ningún establecimiento. Todos los negocios se encontraban abiertos, pero sin luz, y el calor era sofocante. “Estoy caminando y hundiéndome en el asfalto”, se quejaba la joven.

Afuera, los menesterosos de edad avanzada que normalmente se dedican a revender cualquier artículo sobre la acera ni siquiera exponían su mercancía. Acompañados de una botella de ron aumentaban el peligro de deshidratación.

Del calor no se libraron ni los hospitales, que en esta jornada permanecían sin aire acondicionado.

Todos aquellos que pueden quedarse en casa entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde evitan salir

Los termómetros de Cuba volvieron a llegar este martes a los 40 grados Celsius, tal y como hicieron el pasado 11 de abril en Jucarito (Granma), cuando se marcó el récord en la Isla (40,1 grados). La de este martes fue, según el Instituto Meteorológico, la segunda máxima registrada (40,0º C), concretamente en el municipio de Bolivia, en Ciego de Ávila.

De acuerdo con el Centro del Clima, marzo de 2024 fue el mes más cálido en Cuba, con temperaturas que superaron los 39 grados Celsius en algunas localidades, valores que el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente atribuye al calentamiento global y el cambio climático.

Otra imagen que evidencia la canícula de esta semana en la Isla es la de numerosos grupos de estudiantes al aire libre, alrededor de las maestras y a la sombra de árboles que no mitigan el bochorno.

Todos aquellos que pueden quedarse en casa entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde evitan salir, especialmente las personas de avanzada edad. Pero el desabastecimiento obliga a muchos a estar en esas horas difíciles, no solo en el exterior, sino en una cola bajo el sol, de ahí que los testimonios de desmayos por golpes de calor cada vez sean más frecuentes.

Mayo ha traído también los primeros mangos de la temporada a los mercados agrícolas habaneros, como era el caso este martes del local gestionado por el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) de la calle Tulipán. Todavía excesivamente cara para el común de los bolsillos, la fruta es un medidor también del clima en la Isla. “Con estos calores y con pocas lluvias, la temporada no va a ser muy buena”.

Mala noticia para los cubanos que ven en las matas de mango y su abundante producción un asidero para calzar la ración diaria de alimentos.