razones para ver lo nuevo de Anne Hathaway

A pesar de ser un género fundacional de Hollywood, la comedia romántica atravesó una época de capa caída durante las últimas dos décadas. Convertida en contenido prácticamente de relleno para las plataformas streaming, terminó por perder su brillo, esencia y atractivo. O así lo pareció hasta que Cualquiera menos tú resultó ser un éxito de taquilla de tal alcance, que revitalizó los romances cinematográficos. Mucho más, lo llevó — en estilo, tono y premisa — a una nueva generación de fanáticos. Lo que demostró lo incombustible de las historias de amor y de su alcance entre el público. 

Pero La idea de tenerte hace algo más que narrar el clásico chico conoce a chica. La película de Michael Showalter —  que se estrena el 2 de mayo en Prime Video — adapta el libro homónimo de Robinne Lee publicado en el 2022. Este último se hizo famoso, por tocar temas controversiales, entre ellos el amor entre una mujer y un hombre más joven que ella, el sentido de la lealtad y las prioridades adultas. Lo hace, además, explorando con cuidado su punto de vista contemporáneo acerca de las relaciones. Tanto, como para superar el tabú de la edad entre parejas y convertir el relato en una perspectiva universal sobre la aceptación, el transcurrir del tiempo y la afinidad romántica. 

Todo, gracias a una brillante actuación de la veterana en el género Anne Hathaway, en compañía de un elenco carismático que convierte a la cinta en una experiencia conmovedora. Mucho más, cuando se interesa en explorar la forma en que lo emocional se entiende en nuestra época hipercomunicada y con especial interés en las celebridades. Por lo que tanto si eres amante de las RomCom como si solo buscas una buena película para el fin de semana, te dejamos tres razones para ver La idea de tenerte. Desde su inteligencia al tocar distintos tópicos incómodos al valor que agrega a la comedia romántica actual. Que no falten motivos para disfrutar de esta nueva visión de cómo es amar en la segunda década del milenio. 

Un tema tabú que se toca de manera elegante

El guion de Jennifer Westfeldt y Michael Showalter, cuenta, casi punto a punto, la misma trama del libro en que se basa. A saber: Solène (Anne Hathaway), es una madre soltera en la cuarta década de su vida, que se debate entre la maternidad y las exigencias que supone ser propietaria de una galería de arte de Silver Lake. Para cuando comienza la cinta, el personaje se ha decepcionado lo suficiente del amor como para que no estar dispuesta — ni necesitar — una nueva relación en su vida. Eso, luego de un agrio divorcio.

El guion evita caricaturizar la idea sobre la madurez femenina y en especial, la forma en que nuestra cultura la percibe. Por lo que Solène, es una mujer independiente, que disfruta de su libertad y la posibilidad de llevar la vida a su manera. Lo que hace más singular el vínculo que nace entre ella y una popular estrella del pop de apenas 24 años. 

Al otro extremo, Hayes Campbell (Nicholas Galitzine), es una celebridad que lleva a cuesta todos los puntos bajos y alto de su categoría de personalidad de importancia en el mundo del espectáculo. Al contrario que el libro, la película se esfuerza por mostrar que detrás del brillo y la sensualidad sobre el escenario, Hayes es un hombre que intenta comprender lo que desea a futuro. Mucho más cuando el ámbito del espectáculo comienza a parecerle excesivo y asfixiante. 

El sorpresivo romance entre Solène y Hayes, es una vuelta de tuerca sobre el autodescubrimiento y la búsqueda de una segunda oportunidad. Mucho más, cuando la historia ofrece la posibilidad de analizar una serie de tópicos a la vez. De cómo nuestra cultura asimila la celebridad — y las exigencias que supone — hasta el amor, a partir de la experiencia y las vivencias de un adulto. Eso, a través de la posibilidad que dos personajes diametralmente distintos, terminen por caer rendidos el uno por el otro en una situación en apariencia disparatada. 

La gran comedia romántica de Anne Hathaway

La carrera frente a las cámaras de Anne Hathaway ha sido lo bastante singular como para tener puntos altos y algunos, notoriamente bajos. Pero lo cierto es que la actriz, es uno de los grandes rostros de la pantalla grande y su historia en la industria, comenzó por una historia de amor. 

En 2001, Princesa por sorpresa cautivó al público y se convirtió en un clásico instantáneo. Eso, gracias al personaje de Mia Thermopolis, una estudiante de secundaria que descubre de pronto, es la princesa heredera de un pequeño país europeo. 

Y aunque la Solène de La idea de tenerte es muy distinta a la tímida, divertida y torpe Mia, ambas se sostienen sobre el encanto de Hathaway. De hecho, la mujer madura, desenfadada y sofisticada a la que la actriz da vida en su más reciente cinta, bien podría ser una evolución de su entrañable y recordado personaje. Mucho más, cuando ambas poseen el mismo tipo de sinceridad amable y honesta, que hizo a la primera tan recordada en el cine.

Un punto de vista peculiar sobre el amor

Pero más allá del amor y sus bondades, La idea de tenerte toca puntos de interés para los amantes de las comedias románticas. Por un lado, se encuentra la madurez femenina, un punto controversial que Hollywood suele exagerar, caricaturizar o en el peor de los casos, menospreciar. Pero la cinta de Showalter, no solo lo enaltece. 

También, explora la vida emocional de una mujer en sus cuarenta, madre y con una profesión que atender, con buen humor y habilidad. Solène está divorciada, es madre de una adolescente y también, una mujer capaz de enamorarse. Un elemento que la cinta profundiza a partir del punto de vista de las segundas oportunidades. 

Más interesante aún, es la forma en que analiza la idea de una relación entre en la que hay una evidente diferencia de edades y propósitos a futuro. Pero La idea de tenerte, no intenta dar lecciones, ni tampoco, moralizar sobre el amor y sus consecuencias. Antes que eso, logra analizar cómo es amar en una época cínica y mucho más, con el peso de un tipo de cultura muy exigente como es la de fama contemporánea. Eso, a partir de una historia amable, sin complicaciones, pero que no pierde, por eso, su trasfondo de complejidad. 

¿Un dato curioso?, por meses se rumoreó que el personaje libro estaba inspirado en Harry Styles. Un elemento del que la película se burla en varias oportunidades, pero a la vez, transforma en un punto de interés para las fanáticas del cantante.