▲ La agrupación durante el concierto del viernes en el Auditorio Nacional.Foto cortesía Javier Cabrera
Ana Mónica Rodríguez
- CHECALO -
Periódico La Jornada
Domingo 7 de abril de 2024, p. 8
La banda Elefante no sólo atrapó corazones y conectó con miles de almas, sino que llevó a quienes agotaron taquilla en el Auditorio Nacional a un mundo alterno, donde quedaron consciente y alegremente varados, olvidándose de todo, gracias a la odisea musical, con rock y a una amplia gama de sonoridades que, entre el romanticismo y el festejo, inundaron el recinto de Reforma.
El quinteto, inclasificable en su estilo, integrado por la inigualable voz de Javier Ortega (Javi), Ahis en guitarra acústica, Iguana en la batería, Rafa Loar en la guitarra eléctrica y G. Tracks en el bajo, revivieron emociones entre sus seguidores y generaron memorables momentos acompañados con invitados que aparecieron en el escenario y se sumaron al viaje musical de Live Session.
La presencia artística femenina figuró en ese concierto con la ejecución de los instrumentos de cuerdas y percusiones, así como en actos circenses. La actriz y cantante Paulina Goto, emocionada, hizo un dueto con Ortega en Y tú no estás, quien también sumó su potente voz a la de Big Javy, de la banda Inspector en la inmortal rola Amargo adiós, que hizo vibrar el coloso.
Los sonidos de metales, la armónica, el piano, el pandero y el yembé se escucharon en diversos etapas del espectáculo, que también incluyó un emotivo acústico donde el quinteto interpretó a petición de sus seguidores temas como Píntame de azul, Mariposas en el cielo, Tras de ti, Tus ojos, A donde vayas y Ven.
El vocalista Javi Ortega, quien siempre –en cualquier lugar donde se presenten– deja entrever que Elefante son todos los integrantes y no sólo un protagonista o frontman, cimbró el inmueble con sus interpretaciones desde que la banda abrió la velada entre gritos y expectación del público con La condena, El abandonao, Amores prohibidos, Llueve sobre mojado, La historia sin fin y Viva la vida.
A ver, cuántos abandonados hay aquí?
, dijo Javi y la fiesta se tornó en catarsis. Luego expresó: es muy bonito verlos a todos
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El multitudinario coro se sumó en La que se fue, Si tú quieres, Qué más da y De la noche a la mañana, que por cierto fue relanzada con una nueva versión recientemente; pero con la rolota Así es la vida, el respetable se paró de sus butacas y bailó como pudo. Siguieron Ángel y Durmiendo con la luna, las cuales fueron el preludio de despedida de un exitoso concierto de Elefante, que según adelantaron los músicos, preparan otra fecha en el Auditorio Nacional. En esta ocasión, la noche del viernes, abrió el show la banda de Costa Rica, Percance, que recibió nutridos aplausos en su intervención.
Sin que nadie se moviera de sus asientos y sin querer que se pusiera fin a la dimensión alterna en donde habitaron por más de dos horas, llegaron las últimas rolas, donde Ahis y Rafa mostraron su talento con las guitarras y el ritmo volvió a provocar a los asistentes, que todas edades, se emocionaron hasta el final con Volar sin alas, Sabor a chocolate y Mentirosa.
Elefante demostró que lo mejor está por venir, gracias a que ha sido cimentado un alucinante camino que comenzó en bares locales, que los ha llevado a múltiples recintos nacionales e internacionales y trascendido en el gusto de varias generaciones. En gira imparable, la banda se ha presentado recientemente en diversos recintos a donde lleva la alegría con su estilo musical impregnado con rock y fusión de diversos géneros y así narrar historias y conectar con sus seguidores.
El quinteto fundado en 1993 en la Ciudad de México, que ha dejado una huella indeleble y se encuentra en el mejor momento de su historia en cuanto a lo musical y a la solidez de la banda, lanzó para beneplácito de la vibrante audiencia: ¡Somos Elefante y los queremos un chingo!
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