El turismo sigue acaparando las inversiones en Cuba, aunque registran una ligera baja

Madrid/La dinámica de las inversiones volvió a repetirse en 2023 en Cuba: mucho para el turismo, poco para la alimentación y menos aún para la Salud y la Educación. En total, casi un tercio de las inversiones del pasado año fueron a las dos áreas asociadas al sector turístico: los servicios empresariales e inmobiliarios y alquiler (23.745 millones de pesos, casi mil millones de dólares al cambio oficial) y hoteles y restaurantes (8.626 millones de pesos o 360 millones de dólares). 

Entre las dos áreas, suponen un 33,5% del total de inversiones, algo menos que el pasado año, cuando los servicios empresariales coparon por si solo un tercio del presupuesto mientras en 2023 se quedaron con el 24,6%, aunque el monto fue muy similar. Distinto es el caso del área de hoteles y restaurantes, que pasaron de representar el 4,5% de las inversiones al 8,9%, un aumento que, en dinero, supuso 5.400 millones de pesos más en 2023 que el año anterior.

Los datos, publicados este miércoles por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), fueron analizados por el economista cubano Pedro Monreal, que admite que la inversión asociada al turismo ha descendido, desde el récord 2020, cuando alcanzó el 47,6%, pero se muestra escandalizado con la desproporción frente a otras áreas.

En concepto de exportación de servicios médicos, la última disponible es de 4.882 millones de dólares, en 2022, acercándose a los 5.382 de 2019, tras un par de años de caídas durante la pandemia.

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“En medio de una situación de inseguridad alimentaria, es preocupante que el peso relativo de la inversión agropecuaria se mantenga estancado en un nivel que es 11 veces inferior al peso relativo de la inversión asociada al turismo”, destaca. 

En efecto, la inversión en agricultura, ganadería, silvicultura y caza fue muy pequeña para constituir, según los discursos de los dirigentes, una prioridad para el Gobierno. En total, se dedicó a este apartado un 3,1%, más que el 2,6% del año anterior, pero apenas por debajo de los 3.000 millones de pesos (125 millones de dólares). En una línea aún peor se encuentra la pesca, que recibe solo un 0,7% de las inversiones –exactamente igual que en 2022–, 657 millones de pesos. 

La industria manufacturera, sin embargo, sí recibe un porcentaje destacado (con un 17,4%, es la segunda en que más se invierte), siendo el monto total de 16.854 millones, lo que no basta para compensar el fuerte gasto en un turismo que, además, lleva años fracasando en sus expectativas. En 2023, la Isla recibió 1.973.085 viajeros internacionales, muy lejos de la meta de 3,5 millones fijada. Además, tres de cada cuatro habitaciones se quedaron vacías, mejorando el dato del año precedente pero con niveles preocupantes, habida cuenta de la inversión realizada. 

“El sostenido predominio de la inversión turística hace que esta tenga un peso relativo muy superior a la inversión combinada en la industria manufacturera y en el sector agropecuario, dos áreas claves para la productividad y los eslabonamientos productivos”, opina Monreal al respecto.

El economista también destaca que “el bajo peso relativo de la inversión es preocupante en actividades claves como salud, educación y construcción, todas con valores inferiores a 2%. Llama la atención que “ciencia e innovación tecnológica” sea la tercera actividad con menor inversión (0,5%)”. 

No es una novedad. En 2022 se invirtió en Educación 820 millones de pesos o 34 millones de dólares, cantidad que este año subió a 1.339 millones de pesos (55,7 millones de dólares), pasando del 1,2% al 1,4%. Sin embargo, en Salud y asistencia pública cayó el porcentaje, que pasó del 2,15 al 1,8%, aunque el monto fue mayor, de 1.520 millones de pesos o 63,4 millones de dólares, se ha aumentado a 1.770 millones de pesos (73,7 millones de dólares). 

Sin cifras sobre cuánto ingresó el Estado en concepto de exportación de servicios médicos, la última disponible es de 4.882 millones de dólares, en 2022, acercándose a los 5.382 de 2019, tras un par de años de caídas durante la pandemia.

Otro de los sectores que mantiene alto el nivel de inversión es transporte, almacenamiento y comunicaciones, que recibe el 14,1%, con 13.670 millones de pesos que suponen casi el doble que los 7.316 millones del año precedente. Repite también como cuarto sector por monto de inversión el de suministro de agua, luz y gas, con 9.642 millones de pesos (más que los casi 7.000 de 2022), que siguen sin notarse en la calidad de los servicios, ya que la población carece de los tres con demasiada frecuencia y es una de las principales quejas y demandas de los cubanos.

Destaca la ínfima cantidad que se destina a la industria azucarera, que hace décadas fue la principal fuente de ingresos. Hoy, cuando se acumulan los récord históricos de peor zafra, se invierten apenas 369 millones de pesos en el sector

Cayeron, tanto en porcentaje como en volumen, las inversiones en minas y canteras, a pesar de ser un sector muy lucrativo para el Gobierno. No obstante, los niveles se mantienen altos, 5,1% (frente al 7,1% de 2022) y 4.880 millones de pesos (frente a 5.066). Y destaca también la ínfima cantidad que se destina a la industria azucarera, que hace décadas fue la principal fuente de ingresos. Hoy, cuando se acumulan los récord históricos de peor zafra, se invierten apenas 369 millones de pesos en el sector (menos que los 410 del período anterior), un 0,4% del total de las inversiones. 

Las conclusiones sobre estos datos no pueden ser más desesperanzadoras para Pedro Monreal, que concluye: “Con una baja tasa de inversión de 15% en 2022 (medida como % de la formación bruta de capital en el PIB) y con un patrón de inversión muy deformado, son ilusorias las afirmaciones oficiales acerca de ‘reimpulsar’ la economía y fomentar el desarrollo”.