¿Puede alcanzarse la felicidad conyugal a partir de una simple transacción monetaria? En Valeria viene a casarse (2022), coproducción de Israel y Ucrania, de Michal Vinik, realizadora originaria de Haifa, el asunto se plantea y busca resolverse en una singular guerra de sexos a medio camino entre la comedia y el drama –un drama a puerta cerrada que estalla en un departamento de clase media en Tel Aviv, lugar al que llegan, muy aminorados, los ecos de un conflicto mucho más grave: la guerra en Ucrania. Y es que de esa devastación parece huir la joven ucrania Valeria (Dasha Tvoronovich), para quien su hermana mayor Christina (Lena Fraifeld), instalada en Israel y casada con el traficante de bodas Michael (Yaakov Sada Daniel), ha concertado ya un matrimonio de conveniencia con el tímido, poco agraciado y muy metódico judío vegetariano Eitan (Averaham Shalom David).
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Carlos Bonfil: La muestra
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