Ciego de Ávila extiende la zafra hasta mayo por la carencia de combustible

La Habana/Obligado a extender la zafra hasta marzo por el incumplimiento del plan de azúcar de esta campaña, nada logra levantar al central Ecuador, en Ciego de Ávila. Ahora es “la carencia del imprescindible combustible”, según la prensa oficial este viernes, la que retrasa la campaña, destinada al consumo de la provincia, y que el pasado martes todavía no superaba el 45% del plan de producción, con apenas 3.732 toneladas molidas. 

Con retrasos significativos también en la siembra de caña y paradas constantes de la maquinaria desde que el Ecuador comenzó a moler, el pasado enero, ni con el “respaldo” de los trabajadores del central Ciro Redondo se pudo cumplir el plazo.

“A los pobres dividendos en los centrales se unen atrasos en la siembra de la gramínea, toda vez que en los dos primeros meses de 2024 solo se recibió el 43% del combustible necesario para estos menesteres”, lamenta el medio local, Invasor.

Ahora, para “cumplir con el aporte de la cifra del endulzante pactada”, tanto el Ecuador como el Primero de Enero, también en Ciego de Ávila, deberán extender nuevamente la campaña hasta abril y mayo, respectivamente, “siempre y cuando las acostumbradas lluvias de esa etapa del año no impidan las faenas”.

“A los pobres dividendos en los centrales se unen atrasos en la siembra de la gramínea»

De los tres centrales, solo el Primero de Enero se mantiene a la altura de lo pronosticado para la campaña, y ha entregado hasta el momento 1.769 toneladas de azúcar.

En cuanto al Ciro Redondo, cuya entrada a la zafra es un propósito inalcanzable hasta para los trabajadores del sector, permanece en un “prolongado silencio industrial”, “a la espera de la incorporación de la aledaña bioeléctrica”, de cuya energía depende. 

A punto de terminar la campaña, la provincia cuenta con solo el 16% del azúcar planificado y, según el medio, “las carencias materiales que dificultan la marcha de las operaciones fabriles” son la principal causa. Las medidas impulsadas en el sector hasta el momento “dependen de la voluntad de los colectivos laborales y los directivos en el Ecuador”, que no pueden frenar por sí solos la debacle de la industria. 

Antes de que se anunciara la extensión hasta abril de la zafra, el pasado febrero, los trabajadores del central ya pronosticaban el desastre de la molienda avileña. “Los más duchos afirman que será la menor producción en más de un siglo de existencia de la fábrica”, lamentaba entonces Invasor. 

En otras provincias las noticias no son mejores. Según el oficialista El Artemiseño, el central 30 de Noviembre de esa provincia, “responsable de la fabricación del rubro correspondiente a la canasta básica de las provincias de Artemisa y Pinar del Río”, hasta este miércoles había producido el 8% del volúmen de azúcar previsto, unas 746 toneladas.

“Roturas de máquinas cosechadoras, de equipos de transporte automotor y ferroviario, así como el déficit de combustible, conspiran también contra el desarrollo de la zafra»

Según Joselín Barrios Álvarez, director del central, el 30 de Noviembre ni siquiera pudo incorporarse a las primeras semanas de la zafra por una “avería de una de las tres calderas”, un problema que sigue “en vías de solución”, y que esperan reparar a finales de este mes. “Como consecuencia, debemos todo el azúcar sin elaborar en ese tiempo. No obstante, pensamos completar sin problemas las cantidades pendientes para la canasta básica de marzo: 1.001 toneladas para Pinar del Río y 934 para Artemisa”, explicó Barrios.

“Roturas de máquinas cosechadoras, de equipos de transporte automotor y ferroviario, así como el déficit de combustible, conspiran también contra el desarrollo de la zafra, ejecutada en un escenario de limitaciones de recursos y financiamiento”, resumía El Artemiseño.

El directivo, que reconoce que “están atrasados” pero promete que el central se “pondrá al día”, aseguró que se trabaja en “aumentar el tiro de caña al central a partir del reordenamiento de la cosecha, ajustándose al transporte disponible”. Sin embargo, como en el Ecuador, hay poco más que los trabajadores puedan hacer para reanimar el deprimido sector azucarero.