▲ Asistentes a uno de los conciertos que cada sábado ofrece el Tianguis del Chopo.Foto Javier Hernández Chelico
A
principios del presente siglo empezaban a destacar espacios con claras tendencias a convertirse en lugares de reunión para las diferentes culturas juveniles existentes, como la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente, que fue inaugurada en 2000 como un centro para impartir diversas disciplinas formativas y recreativas de manera lúdica y formal.
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También estaba El Circo Volador, que superaba una clausura para ser el punto de referencia de jóvenes cercanos al rock y culturas inherentes. Invitaba a talleres, mesas redondas, conciertos y a un programa de radio afín a sus búsquedas. En la colonia Roma, en Cuauhtémoc 91a, funcionaba un pequeño local donde se procuraba difundir música que no alcanzaba el status de mediática, pero que muchos jóvenes disfrutaban.
El Multiforo Alicia era el refugio de los rupestres, bandas de ska y música alternativa. Un poco más al norte del entonces Distrito Federal, el ya entonces famoso Tianguis Cultural del Chopo vivía una etapa de auge cultural, rocanrolero y mercantil. En 2001 Internet aún no tenía la cobertura actual y sus plataformas eran poco utilizadas y el Chopo convocaba cada sábado a miles de asistentes que recorrían los pasillos choperos en busca de novedades musicales contenidas en los todavía imprescindibles cedés; los visitantes buscaban libros, revistas y parafernalia roquera en general.
Eran tiempos para difundir el devenir del Faro, del Circo, del Alicia y del Chopo. La Jornada, de la mano de Fabrizio León, se encargó de dar seguimiento a esos puntos de reunión de jóvenes. Así surge En el Chopo, querido lector.
Trayecto
El 10 de marzo de 2001 se publicó En el Chopo por primera vez. Ahora, volviendo la vista atrás, el comentario hasta parece ingenuo, pero había pocos que tenían teléfonos celulares y obtener información no era tan fácil. Uno de los sitios para saber de las actividades del Circo, del Faro o del Alicia era ir al Tianguis del Chopo: allí había carteles pegados hasta en los tambos de basura con esos datos; además, se repartían volantes en los que se anunciaban las tocadas de fin de semana.
Por otro lado, llegar a los conciertos en Radio Chopo era una aventura: la programación se sabía hasta que se llegaba a terreno chopero y se trataba de adivinar que se presentaría en las carpas de fotografía y de artes visuales. El papel protagónico siempre lo ha tenido esta emisora.
Por ejemplo, aquel 10 de marzo de 2001 se anunciaba en estas páginas: “ Mujeres en el Chopo, jornada dedicada con danza, poesía y música al Día Internacional de la Mujer (que se conmemora el 8 de este mes). Entre las actividades, Sirenas al ataque, el libro de Tere Estrada tendrá su espacio con los comentarios de Benjamín Anaya y de Lety Luna; cierra la programación, Mujeres en fuga, encabezadas por ella y sus cómplices de aventuras: Ana Pizarro, Laura Abitia, Adela Cano, cuarteto en el que cada una interpretará su propio material letrístico-sonoro”.
Así comenzó la travesía de este espacio en esta sección. PD: estamos rescatando anécdotas, nombres de personajes, de chelerías y de chidas trivialidades. Salú.
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